domingo, 30 de julio de 2017

Artículos de opinión

Estimado Director

Les envío estos artículos  de la semana 31 de este año, para que lo publiquen en su Medio de comunicación en estos días. Le estoy muy agradecida.

Saludos de Mª José Navarro 

24764815w

 

La armonía prolonga la vida, la desarmonía la acorta

 

 

 

En muchos hospitales y clínicas faltan conferencias informativas sobre la fuerza de los pensamientos positivos, también literatura al respecto, pues como ya saben muchas personas, los pensamientos positivos, elevados y nobles pueden llegar a ser la mejor medicina. Si por ejemplo se preparase al cuerpo por medio de música armoniosa, ejercicios físicos determinados, y pensamientos positivos a muchos pacientes se les podría ahorrar muchas cosas. Si el alma y el cuerpo fuesen preparados con métodos sencillos para las fuerzas superiores de la vida, para las fuerzas espirituales en el hombre, en muchos casos el paciente podría adoptar una actitud positiva ante su enfermedad y el medioambiente. Por medio de sencillas pero efectivas ayudas, una persona desalentada en ciertos casos puede alcanzar nuevamente el equilibrio anímico y físico, y llegar a vivir en armonía. En lugar de pensamientos sobre enfermedades y sufrimientos brotan confianza, esperanza, agradecimiento y la decisión de sanar completamente. Esa es la motivación adecuada para la estructura celular, para el estado celular, que entonces se activa.

 

Tal como se ha dicho, una estupenda contribución para la salud la constituyen los ejercicios físicos armoniosos acompañados de música armoniosa, lo que unido a una forma de pensar positiva incita a los grupos celulares a absorber más fuerza vital, también a activar y estabilizar el cuerpo. De esta forma son estimulados los cuantos de la estructura atómica del hombre contribuyendo así a que el paciente reciba más fuerza espiritual, puesto que en el cuerpo físico se ha producido también la estabilización y normalización del aparato circulatorio. De este modo, tanto el alma como el cuerpo se elevan a un ritmo corporal más alto, a una vibración superior. Y si el alma y el cuerpo están en armonía, la persona está también más abierta para la orientación hacia una vida espiritual y para las fuerzas espirituales sanadoras y vitales.

 

La armonía prolonga la vida terrenal, la desarmonía la acorta. Por esta razón especialmente en clínicas y hospitales se debería conceder gran importancia a los colores, a las formas, tonos, sonidos y aromas armoniosos, factores que pueden ayudar a que el alma se reconforte, pues los enfermos en muchas ocasiones son en general mucho más receptivos que los sanos para captar su entorno.

 

Y si además en los hospitales los médicos y el personal sanitario en general se esforzaran en pensar, vivir y actuar de forma más espiritual, en muchos casos bastarían los medios naturales, pues estos estimulan al cuerpo a auto-curarse por medio del Espíritu. De esta forma serían muchos más los casos en los que se podría  evitar intervenciones y operaciones en el organismo de los pacientes.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "Origen y formación de las enfermedades"

www.editorialgabriele.com

 

 

La armonía prolonga la vida, la desarmonía la acorta

 

 

 

En muchos hospitales y clínicas faltan conferencias informativas sobre la fuerza de los pensamientos positivos, también literatura al respecto, pues como ya saben muchas personas, los pensamientos positivos, elevados y nobles pueden llegar a ser la mejor medicina. Si por ejemplo se preparase al cuerpo por medio de música armoniosa, ejercicios físicos determinados, y pensamientos positivos a muchos pacientes se les podría ahorrar muchas cosas. Si el alma y el cuerpo fuesen preparados con métodos sencillos para las fuerzas superiores de la vida, para las fuerzas espirituales en el hombre, en muchos casos el paciente podría adoptar una actitud positiva ante su enfermedad y el medioambiente. Por medio de sencillas pero efectivas ayudas, una persona desalentada en ciertos casos puede alcanzar nuevamente el equilibrio anímico y físico, y llegar a vivir en armonía. En lugar de pensamientos sobre enfermedades y sufrimientos brotan confianza, esperanza, agradecimiento y la decisión de sanar completamente. Esa es la motivación adecuada para la estructura celular, para el estado celular, que entonces se activa.

 

Tal como se ha dicho, una estupenda contribución para la salud la constituyen los ejercicios físicos armoniosos acompañados de música armoniosa, lo que unido a una forma de pensar positiva incita a los grupos celulares a absorber más fuerza vital, también a activar y estabilizar el cuerpo. De esta forma son estimulados los cuantos de la estructura atómica del hombre contribuyendo así a que el paciente reciba más fuerza espiritual, puesto que en el cuerpo físico se ha producido también la estabilización y normalización del aparato circulatorio. De este modo, tanto el alma como el cuerpo se elevan a un ritmo corporal más alto, a una vibración superior. Y si el alma y el cuerpo están en armonía, la persona está también más abierta para la orientación hacia una vida espiritual y para las fuerzas espirituales sanadoras y vitales.

 

La armonía prolonga la vida terrenal, la desarmonía la acorta. Por esta razón especialmente en clínicas y hospitales se debería conceder gran importancia a los colores, a las formas, tonos, sonidos y aromas armoniosos, factores que pueden ayudar a que el alma se reconforte, pues los enfermos en muchas ocasiones son en general mucho más receptivos que los sanos para captar su entorno.

 

Y si además en los hospitales los médicos y el personal sanitario en general se esforzaran en pensar, vivir y actuar de forma más espiritual, en muchos casos bastarían los medios naturales, pues estos estimulan al cuerpo a auto-curarse por medio del Espíritu. De esta forma serían muchos más los casos en los que se podría  evitar intervenciones y operaciones en el organismo de los pacientes.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "Origen y formación de las enfermedades"

www.editorialgabriele.com

 

 

domingo, 23 de julio de 2017

Artículos de opinión



¿Qué religión predomina en El Cielo?

 

En la interesante publicación "El ateo: ¿un amigo del profeta?", Gabriele explica sobre qué es fundamental en nuestro tiempo para reflexionar y para el autorreconocimiento, también explica muchas cosas significativas para las personas en la actualidad, y como no, relata experiencias personales con una sensibilidad especial, y todo esto en relación a los muchos y diferentes aspectos de la vida, en esta ocasión sobre las religiones e instituciones religiosas.

"En el Reino de Dios no existe ninguna religión atada a cultos externos, tampoco ninguna institución eclesiástica", dice Gabriele, la autora de estas líneas. "No existe ninguna liturgia, ningún ritual, tampoco dogmas ni ceremonias, allí no hay canonizaciones ni beatificaciones. Lo que existe en el cielo y en todo el universo es el Espíritu Libre, la religión interna que vive en los cosmos, en la naturaleza y en el interior de cada ser. Sin embargo las personas intentan infructuosamente que Dios se apiade de ellos con oro y riquezas eclesiales, pero Él no necesita tesoros. Tampoco funciona si se realizan cantos litúrgicos, peregrinaciones, ofrendas, reliquias o adoraciones de santos, beatos o canonizados, ni siquiera la mortificación agrada a Dios. Los altares mayores costosamente decorados tampoco sirven de nada, pues Dios es el amor, la justicia, la mansedumbre y la bondad, y esto de forma inmutable, puesto que Dios es invariable. Por eso algún día todo ser humano volverá a ser como Él nos visualizó y creó, es decir volveremos a ser y formar parte del amor, de la bondad, mansedumbre, igualdad, libertad, unidad, hermandad y justicia". 

Hace ya algunos años que Cristo manifestó a través de la palabra profética, que comprender a Dios y a lo divino es más fácil para los ateos que para los cristianos atados a la Iglesia, quienes se han vuelto rígidos en sus tradiciones y en sus opiniones de fe, llegando a someter a la razón de la Iglesia su propia libertad de pensar de forma independiente, lo que ha dado lugar a lo largo de los siglos a que millones de seres humanos se hayan negado a sí mismos la posibilidad de reconocer y actuar libre y consecuentemente. Por eso estimado lector reflexione y conviértase en un librepensador que no se deja atar ni influir por guías externos, y si lo desea busque un lugar tranquilo donde dirigirse a Dios en usted, con toda seguridad que Dios, El Espíritu libre, le saldrá al encuentro.

 

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

Del programa: El ateo y el profeta II

www.editorialgabriele.com

 

 

¿Por qué el ser humano continúa siendo cazador?

 

 

 

Volver a recuperar la relación con los animales, especialmente con los animales en los bosques y campos, es decir conseguir interrelacionarnos con ellos, se producirá cuando el ser humano cambie su percepción y relación para con ellos. Un enorme paso para que los animales pierdan el miedo al ser humano y recuperen así la confianza en él sería dejar de cazarlos. Con el tiempo podríamos conseguir acercarnos a ellos, pues ellos sabrán que ya no les queremos hacer daño, con lo que podríamos lograr una relación más cercana.

 

El ser humano se considera como antiguo recolector y cazador. Lo de recolector hace mucho que dejamos de serlo, ¿por qué no lo de cazador? ¿No será que la caza es una forma de ir a la guerra, tal como dijo el famoso poeta alemán Goethe? Lo cierto es que en la actualidad da la impresión que cada vez más personas notan que esto es así, es decir que se trata del gusto por matar, pues ciertamente la caza tal y como la defienden los cazadores, no controla la población de animales, ésta se ha regulado sola desde tiempos inmemoriales.

 

Si abandonamos definitivamente la edad de piedra y nos comportamos como personas civilizadas, también respecto a los animales, percibiremos que es un anacronismo que haya personas en pleno siglo XXI que practiquen hobbies tan sangrientos y arcaicos como la caza. Pues la ciencia ya ha constatado que al igual que los seres humanos, los animales sienten dolor.

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa para radio y TV: Naturaleza sin caza

www.vida-universal.org

 

 

domingo, 16 de julio de 2017

Artículos de opinión



¿Ha perdido el consumidor el miedo a la carne?

 

 

 

En 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la carne procesada es cancerigena, la peor calificación que un producto puede obtener. Por su efecto cancerígeno la amenaza de la carne procesada, como los embutidos, se presenta tan peligrosa como el agua con arsénico o el tabaco. En la categoría «carne procesada» se encuentran todos los productos sometidos a salazón, ahumados, fermentación y/o  cualquier otro proceso necesario para su conservación.

 

Un grupo de 22 expertos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS evaluó los datos de más de 800 estudios y publicó su trabajo en la revista especializada «The Lancet». El resultado: «Cada porción diaria de 50 gr. de carne procesada aumenta el riesgo de cáncer intestinal en un 18%». Por consiguiente según este estudio, el riesgo de cáncer intestinal aumenta en relación al consumo de productos de carne procesada. Pero los científicos de la OMS también declararon la carne roja como posiblemente cancerígena. Existiendo «claros indicios» de una relación directa entre su consumo y el riesgo de padecer cáncer intestinal, de páncreas y de próstata. Por «carne roja» se entiende la carne proveniente de los músculos de cualquier tipo de mamífero, es decir de cerdo, vaca, oveja, cordero, ternera, caballo o cabra.

 

La evaluación de la OMS provocó mucha polvareda y se esperaba que se iniciara un cambio en las costumbres culinarias de muchas personas tal como se vio hace unos años con el tabaco, sin embargo parece que el placer por la carne  ha hecho olvidar rápidamente los peligros a que está sometido el consumidor habitual de carnes y embutidos.

 

Al respeto sería muy interesante y necesario informar al consumidor de los peligros de su compra, tal  como ocurre con los paquetes de cigarrillos, es decir incluir palabras e imágenes relacionadas con enfermedades, muerte y cáncer en el etiquetado. Y desde el punto de vista ético también estaría justificado incluir en su etiquetado algo como por ejemplo: «Para producir este trozo de carne tuvo que morir un animal», o bien «La muerte de los animales es responsabilidad de muchos: del ganadero, del carnicero, del vendedor, del cocinero y del consumidor".

 

El sufrimiento indescriptible de miles de millones de animales hace ya tiempo que clama al cielo. Con toda seguridad las generaciones futuras miraran hacia atrás y consideraran la matanza de animales como uno de los mayores errores de la humanidad.

 

Desde antiguo se sabe que todo lo que hacemos a la naturaleza regresa de vuelta al autor de los hechos, ¿no son acaso las muchas enfermedades de la actualidad un ejemplo de que todo lo que el ser humano está causando al medioambiente tarde o temprano regresa a él? Quizás sea aun tiempo de reflexionar.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W) 

Del programa: "Fleisch und krebs"

www.radio-santec.com

 

 

 

¿Cómo consigo que mi cuerpo me dé menos problemas?

 

 

 

No es habitual que el ser humano se pregunte qué hay detrás de sus sensaciones, pensamientos, palabras y actos, incluso detrás de lo que quiere y desea, detrás de sus pasiones e impulsos instintivos. Pero si por ejemplo se desea conseguir la sanación en el alma y mantener el cuerpo sano, una buena recomendación sería no cometer más las actitudes erróneas que hayamos reconocido, es decir los pecados. Hace 2000 años Jesús de Nazaret mostró con toda claridad qué relación guarda el pecado con la enfermedad, Él dijo: "Tus pecados te son perdonados, ve y a partir de ahora no peques más".

 

Cada día deberíamos hacernos conscientes de que nuestros pensamientos y nuestros diferentes estados de ánimo, con el tiempo actúan en nuestro organismo y producen allí lo que con anterioridad depositamos en nuestros pensamientos. Un descontrolado acceso de ira puede desequilibrar totalmente nuestros fluidos corporales, acidificarlos y convertirlos en tóxicos, de forma que terminarán actuando de forma correspondiente en nuestro cuerpo.

 

Si estamos dispuestos a abrir nuestro corazón para la fuerza del sanar y volverse sano, deberíamos atenernos a la frase de enseñanza de Jesús, pues nos muestra el paso a la verdadera vida, ya que cuanto más nos unamos a la gran y poderosa Ley de la vida y nos sintamos en consonancia con ella, tanto menos problemas nos dará nuestro cuerpo. Por lo tanto cada uno persona determina por si misma en qué medida se abre para la sanación completa de la totalidad.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del libro: "La sanación a través de la fe. La sanación completa"

www.editorialvidauniversal.org

 

 

domingo, 9 de julio de 2017

Artículos de opinión



Más cultivos transgénicos y más muertes prematuras

 

 

Un interesante estudio realizado en EE.UU. entre los años 1990 y 2008, llegó a la conclusión de que la esperanza de vida de los estadounidenses descendía de forma dramática: un promedio de 3 años de vida en hombres blancos con estudios básicos, y de 5 en el caso de mujeres de la misma clase social. En ningún país occidental se habían observado cambios tan drásticos desde la Segunda Guerra Mundial. De hecho muchos hombres apenas alcanzan la edad de jubilación.

 

Las causas de las muertes "prematuras" muestran un aumento de enfermedades relacionadas directamente con la comida rápida. Sin embargo en el año 2010 científicos de la universidad norteamericana de Columbia descartaron que el sobrepeso y el tabaquismo figuren como causas del referido descenso. Por lo que se tuvo que recurrir a un segundo estudio internacional más reciente titulado: "Plantas modificadas genéticamente, glifosato y la destrucción de la salud en los EE.UU." en el que se demostró la relación que existe entre el aumento de enfermedades mortales con el cultivo de soja y cereales modificados genéticamente, ya que tanto la soja como los cereales transgénicos casi siempre son fumigados con el herbicida glifosato.

 

El resultado del estudio vino a demostrar que el aumento de los cultivos transgénicos está directamente relacionado con el aumento de enfermedades mortales en EE.UU. Por si fuera poco se pudo encontrar coincidencias muy significativas entre los casos de hipertensión, derrame cerebral, diabetes, obesidad, Alzheimer, parkinson, esclerosis múltiple, hepatitis C, fallo renal grave, así como en casos de leucemia y de cáncer de la glándula tiroides, de hígado, de vejiga, de páncreas y de pulmón.

 

Igualmente aumentaron considerablemente los casos de trastornos síquicos como el autismo infantil. En 1975 padecían esta enfermedad 1 de cada 5000 niños, hoy ya son 68. De continuar esta tendencia, explica una científica del Instituto de Tecnología de Massachussets, en diez años la mitad de los niños vendrán al mundo con este trastorno.

 

¿No es acaso este un ejemplo de  que el ser humano no puede hacer con la naturaleza lo que le plazca? Parece que cuanto más interviene el hombre jugando a ser Dios, tanto más desastrosas son las consecuencias para nuestro medioambiente y para el ser humano. Hace años se alzaron voces que advirtieron sobre que fomentar ciegamente la manipulación de la naturaleza llevaría a una alteración del equilibrio natural de la Creación. No obstante conforme a la ley de Siembra y cosecha el ser humano acarreará con las consecuencias de sus actos. ¿Después de 2000 años no es hora de tomar en serio la regla de oro de Jesús de Nazaret que dice «Lo que no quieras que te hagan a ti, no se lo hagas tú tampoco a nadie»?, lo que es valido también la para la Tierra y sus reinos naturales.

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del programa: "Cultivos transgénicos"

www.radio-sante.com

 

 

El mundo podría sanar

 

 

 

Quien aspira a la vida comunitaria y a la unidad, quien en su vida terrenal tiene en cuenta la regla de oro para la vida de Jesús de Nazaret que dice: "No hagas a tu prójimo aquello que no te gustaría que te hicieran a ti", no se pronunciará contra nadie, no matará ningún animal ni comerá su carne, tampoco actuará con violencia contra la Madre Tierra. Las personas que tienen esta consciencia no serán seres solitarios, sino que hasta la edad avanzada saborearán la dulzura de la vida interna y llenarán así sus días, que entonces verdaderamente estarán llenos de mucha, mucha vida.

 

No importa en qué edad nos encontremos, si nos desarrollamos espiritualmente no desaprovecharemos nada, todo lo contrario, ganaremos en fuerza vital porque vivimos. El corazón de quien en su juventud llenó su corazón con las riquezas de la vida interna, seguirá latiendo con pulso juvenil también en la vejez.

 

El mundo podría sanar si cada vez más personas aprendiesen a estar con ambos pies sobre la tierra, pero también con la cabeza y con el corazón más cerca del Cielo. Nosotros los seres humanos estamos en la tierra para aprender y para recorrer nuestro camino en esta vida, el cual nos conduce a la madurez interna y a estar alertas. El estar atento y también la sabiduría la alcanza sólo aquel que encuentra paso a paso el camino hacia la consciencia de que la vida es el tesoro de la eternidad, y que sólo el Espíritu puede iluminar al alma y mantener joven al cuerpo.

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "Mucha, mucha vida"

www.editorialgabriele.com

domingo, 2 de julio de 2017

Artículos de opinión


 

Cambiar el ritmo corporal para encontrar la salud

 

 

 

La observación del ritmo corporal de una persona puede resultar muy interesante para diagnosticar sus dolencias, ya que el ritmo corporal también puede indicar si hay alteraciones en su cuerpo. Se podría decir que el ritmo corporal de los seres humanos es una especie de barómetro del alma y del cuerpo. De esta forma tanto el médico como el naturópata se pueden orientar por este "medidor" para diagnosticar correctamente a un paciente y su posible dolencia, pues el ritmo del cuerpo indica si a través del hombre fluye mucha o poca fuerza vital.

 

Por poner un ejemplo: las diferentes clases de plantas, hierbas, flores, árboles y arbustos tienen igualmente su ritmo especial, un tono cósmico de acuerdo con su desarrollo espiritual. De esta forma si el ritmo corporal del enfermo no está completamente en consonancia con el ritmo de la naturaleza o de una planta medicinal determinada, entonces ni la naturaleza, ni la planta pueden actuar en el órgano enfermo en la media en que podrían hacerlo de estar, tanto el ritmo corporal del paciente como el de la planta, en sintonía.

 

Todo el organismo es melodía. Cada órgano tiene un tono especial. Todos los órganos juntos, también las glándulas y hormonas producen la melodía del cuerpo. El ritmo del cuerpo corresponde entonces al sonido del cuerpo. Los tonos de los órganos no se pueden captar con los oídos ni con instrumentos humanos, sin embargo el ritmo corporal es visible y en última instancia también audible, pues una persona excitada provoca mucho revuelo a su alrededor, por el contrario una persona tranquila está recogida en sí misma y no llama mucho la atención con sus asuntos.

 

La persona apacible cuya conciencia está instruida por medio de la realización de las leyes eternas, son personas despiertas, concentradas y receptivas. Los seres humanos tranquilos, orientados a Dios, captan en un instante más de lo que un hombre bullicioso a menudo puede comprender en horas o incluso días o años. Los hombres del Espíritu también están en condiciones de captar y absorber las sustancias materiales y espirituales de las hierbas, porque son equilibrados y están orientados al interior. Por eso tienen también un ritmo corporal armonioso que se iguala al ritmo de la naturaleza.

 

Quien quiera aprovechar las fuerzas cósmicas que actúan en la naturaleza, en todo lo que existe, tiene que estar primero dispuesto a cambiar su vida y orientarse hacia las fuerzas cósmicas, hacia las leyes del infinito y de la naturaleza. Aquí también vale lo siguiente: igual a trae a igual. Las fuerzas superiores se fortalecen y se fecundan mutuamente, por el contrario las energías humanas, inferiores y despolarizadas de querer ser, poseer y tener actúan destruyendo y debilitando.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

De la publicación: "Origen y formación de las enfermedades"

www.editorialgabriele.com

 

 

 

La Tierra podría ser un paraíso

 

 

El planeta Tierra sería un verdadero paraíso si cada vez más seres humanos vivieran en armonía con sus criaturas hermanas, los animales. En general con toda la naturaleza, también con los reinos vegetales y minerales, con toda la madre Tierra. ¿Y por qué no es así? Porque para ello  necesitaríamos buena disposición, humildad y entrega a la verdadera vida que carece de tiempo y espacio.

 

Desgraciadamente muchos seres humanos viven en el desvarío de creer que son la corona de la Creación, y que con la bendición eclesiástico-religiosa podrán seguir sometiendo la Tierra para sí. La mecha de la soberbia y de la arrogancia humana ya ha sido encendida, y la Tierra vivirá un colapso hasta ahora nunca visto causado por la obstinación del ser humano.

 

El delirio del autoritarismo intelectual no conoce ni la humildad ni el respeto por la vida universal, ni por la Creación ni por el Creador. Los reinos de la naturaleza, los animales, las plantas, los minerales, toda la Tierra en sí permanecen como unidad con su Creador, Dios, sólo el hombre se ha separado de Dios y de Su Creación.

 

Cada animalito en el Espíritu creador, el ser vivo más diminuto, el gusano, el escarabajo, el microbio, sabe de la Palabra del SER, de la Palabra del Universo. La Palabra del Creador está en las especies de los reinos vegetal y mineral. Toda la Tierra está alentada por Él. Cada ser vivo, por muy pequeñito que sea, es mantenido por su Creador y está en contacto con Él.

 

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

De la publicación: El Océano universal de Dios 1ª parte

www.editorialvidauniversal.com