domingo, 26 de febrero de 2012

Artículos de opinión

 

Estimados amigos: 

                            Les envíamos estos dos artículos en la semana 9 de 2012, para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

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Engañar para luego manipular

 

El hombre puede ser comparado con un ordenador que reproduce lo que en él se ha intro­du­cido, es decir, grabado. De manera se­me­jante ocurre con el computador hombre, que sólo puede exteriorizar aquello que ha introducido en sí mismo, es decir lo que está grabado en él. En un ordenador no se habla de analogías, porque éste reproduce fielmente los datos introducidos, es decir sin influencias, a menos que esté afectado por un virus, pero cuando se trata del computador hombre, que se ha pro­gramado a sí mismo, dispone de más po­sibilidades a la hora de expresarse, pues tiene la posibilidad de mezclar partes de sus propios pro­gra­mas. Estos pro­gramas mezclados forman parte del arte de cada uno para mostrarse ante los demás, disimular o engañar y se componen con fre­cuencia de una multiplicidad de palabras y ac­tos fingidos.

 

El computador hombre, al igual que el computador con­ven­cio­nal, sólo puede transmitir lo que en él se ha gra­bado, pero además éste está en condiciones de formular una mixtura con partes de sus programas, por ejemplo describiendo cosas y circunstancias falsas, embellecién­do­las y pintándolas a su gusto. También puede proyectar sus analogías en sus semejantes para manipularlos, es decir, para utilizarlos para sus propios fines.

 

Por lo tanto, la persona es capaz de mostrar ira, odio, envidia, opiniones, ideas e intenciones como si de algo afable se tratara, es decir maquilladas y embellecidas, modificadas as­tuta e intencionadamente, de modo que el otro asi­mile esta mixtura y sea susceptible de ser programado y con ello influido y manipulado.

 

 

Vida Universal

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¿Dónde encontramos la unión dual, el eterno amor?

 

 

 

La búsqueda de amor, acogimiento y hogar tiene siempre un motivo profundo, mas en este mundo jamás te sentirás bien acogido, porque tú no eres de este mundo. No obstante millones de personas buscan el acogimiento en la pareja y en la familia y la mayoría cree que sentirse acogido en el matrimonio o en la familia es lo mismo que haber alcanzado un puerto seguro en el que es posible encontrar plenitud, hogar y acogimiento. La mayoría de las personas buscan en los demás aquello que ellos mismos no tienen. Proyectan todos sus deseos a unos cuantos aspectos que el otro parece poseer y creen que con esta persona que representa la imagen de sus deseos, podrían sentirse bien acogidos. La realidad es que el hombre sólo atrae lo que él mismo es y no lo que quiere tener, puesto que lo igual atrae siempre a lo igual. Si después de un tiempo el ser humano tiene que reconocer que con sus deseos y expectativas no se siente acogido por la otra persona, entonces se cansa de ella.

 

Sea como fuere, muchas personas mayores están solas. La breve y aparente felicidad hace tiempo que se disolvió y del querer sentirse acogidos ya no se habla. De vez en cuando los hijos visitan a la persona que ahora se ha hecho mayor, pero también ese tiempo está corriendo. En lugar de haber logrado sentirse acogido, se está expuesto al miedo y a la preocupación de cómo seguirá todo. De vez en cuando se sueña con el pasado, pero también esos recuerdos solo incitan a la amargura, uno se había imaginado esta vida como algo totalmente diferente. En lugar de sentirse pleno, sobreviene un gran vacío. A más tardar en la vejez se reconoce que el "sentirse en casa" era una ilusión, un engaño que deja con frecuencia un amargo sabor. Aunque el envejecer o estar solo no es ninguna fatalidad.

 

¿Somos sinceros con nosotros mismos si decimos "yo he logrado sentirme plenamente acogido"? En este mundo nunca llegaremos a tener un sentimiento tal. ¿Por qué no? Porque no somos de este mundo. Jesús nos advirtió diciéndonos: "El Reino de Dios está dentro de vosotros". Pero lo cierto es que muchas personas sienten añoranza, una especie de descontento que se va introduciendo poco a poco, es la búsqueda y la aspiración de algo que no podemos explicar, porque a lo que buscamos lo denominamos: hombre, mujer, riqueza, dinero, salud, bienes, lujo o muchas cosas más, pero en realidad esa búsqueda tiene un motivo mucho más profundo, pues buscamos el origen primario de nuestro corazón, nuestro hogar eterno, dicho de otra manera, buscamos la otra mitad de nuestra alma.

 

Aquel alma cuyo núcleo de ser late en el ritmo del infinito, pertenece en toda la eternidad a la gran familia espiritual, donde está la otra mitad, la eterna unión amante en Dios, la unión dual, donde están el amor eterno, la felicidad, el acogimiento y el hogar que son de eterna duración, donde están la seguridad y la libertad absolutas, la vida.

 

 

Basado en el libro: "¿Estás sólo en la pareja?"

 

 

Vida Universal

Ana Saez Ramirez

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domingo, 19 de febrero de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos estos dos artículos en la semana 8 de 2012, para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

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El nuevo gran exterminador de especies



El cambio climático será también un gran exterminador de especies. El informe de la ONU de 2007 informa de que una quinta parte de las especies de animales y plantas se extinguirán cuando llegue la catástrofe climática. La revista especializada Nature describió cómo diversos científicos han reunido estudios que demuestran que el cambio climático será la causa principal de la extinción de especies. Klaus Töpfer, director del Programa de Medio Ambiente de la ONU, dice que si se extingue un millón de especies como consecuencia del recalentamiento global, no sólo sufrirán animales y plantas, sino también millones de personas principalmente en los países subdesarrollados, porque la naturaleza es la que les ofrece alimentos, medicina y protección.


Pero lo que hace que el mundo se hunda no son cosas externas, sino la destrucción del clima en las personas, en el interior de cada uno. El gran Profeta Isaías que vivió hace 3000 años, dio una visión de la Tierra muy actual: «La Tierra será vaciada y devastada, robada y arrasada. La Tierra marchita, se desmorona, se amustia. Se marchita el cielo con la Tierra pues la Tierra ha sido profanada por sus habitantes que han pisoteado los Mandamientos, han infringido los reglamentos, han roto la alianza eterna». Hace 3000 años no había coches ni emisiones industriales de CO2. Las convicciones o inclinaciones de las personas, según Isaías, es lo que destruye el mundo, lo echa a perder con su manera de ser. Quizás en ese punto comenzó la extinción de especies.

 


 

Vida Universal

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El cambio climático es nuestra cosecha

 

 

 

Dado que cada ser humano está conectado con los cosmos, también cada persona es un microcosmos en el macrocosmos. Lo que hacemos por tanto a otras personas o al planeta Tierra con sus animales, plantas y minerales, nos lo hacemos a nosotros mismos y eso viene a nosotros de vuelta con todo detalle, según sea lo que hayamos introducido en el macrocosmos y en nuestra alma.

 

Muchas veces continuamos sin querer admitirlo, pero es así: ésta sociedad actual pobre en valores, que casi ya no muestra respeto por la vida, que en definitiva está contra sí misma y actúa en contra del planeta Tierra, y que trata como mercancía todo lo que vive, a la larga no puede subsistir. Muchas personas comprenden desde hace tiempo cada vez más algo sobre lo que la ciencia también está informando: que la Tierra, con todas sus formas de vida, está devolviendo al ser humano lo que éste ha hecho y sigue haciendo al planeta Tierra con sus animales, plantas y minerales. La cosecha del ser humano, en vista del desequilibrio de nuestro planeta, es denominada cambio climático.

 

Nosotros, todos los seres humanos de todas las generaciones, hemos contaminado el clima de la Tierra. La mayoría de las personas han perdido el respeto por la vida. ¿Por qué?, porque la mayoría de los seres humanos no saben lo qué son la conducta correcta y la moral. La codicia, la corrupción y el saqueo de los recursos naturales reemplazaron la conducta correcta y la moral. Ya no se tiene ninguna consideración por aquella que nos alimenta, la madre Tierra. La llamada de esta generación distanciada de la Tierra y de la naturaleza, dice: ¡Haz el mal y cree que el mal afectará a otros!, Pero la ley cósmica no es variable, sino que perdura, y cada acción equivale a una reacción, dicho de otra forma, lo que el ser humano siembre, eso cosechará.

 

De la publicación. "Déjate guiar"

 

 

Vida Universal

Teresa Antequera Cerverón

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domingo, 12 de febrero de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos estos dos artículos en la semana 6 de 2012, para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

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La vida palpita debajo de nuestro ego

 

 

 

Las Iglesias enseñan que la fe por sí sola es suficiente. Pero no es así y la prue­ba está ante nosotros: ¿Han mejorado este mundo las incontables misas durante siglos?, ¿De qué han servido los muchos santos a los que los fieles rezan?, ¿Está la gente más sana? ¿Está sana la Madre Tierra? ¿Es pacífico el ser humano?

 

Pregunte­mos: ¿De qué han servido las innume­rables misas y las muchas oraciones de los creyentes? Poco o nada si se considera el sufrimiento en este mundo. Pero Jesús no fundó ninguna iglesia, tampoco habló de misas repetitivas cargadas de rituales y liturgia pero sin contenido interno.

 

Lo que Jesús dijo en aquel entonces lo ha estado ma­nifestando nuevamente en la actualidad desde hace más de 35 años a través de la palabra profética a través de Gabriele. El siguiente párrafo lo ilustra: «Siendo Jesús enseñé a las personas que fueran a un aposento tranquilo en el que pudieran estar a solas con Dios, su Padre eterno. Este lugar tranquilo en la actualidad es más necesario que nunca, pues este mundo se ha vuelto cada vez más ruidoso agitado y brutal. También la naturaleza ofrece sosiego e interiorización a las personas que quieren dirigirse al interior, al Espíritu Cristo que Soy Yo en el Padre. Quien se esfuerza por llegar a Dios y estar a solas con El y con Su creación,  experimenta en la naturaleza, lejos del barullo y del estrépito ruidoso del ego humano, la vida que palpita, El Espíritu del infinito.»

 

 

Vida Universal

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¿Tenemos las personas realmente un aura?

 

 

 

Tras la muerte, el cuerpo astral sale de la envoltura mortuoria «el ser humano». El cuerpo astral es un cuerpo invisible que sobrevive a la muerte del ser humano y es calificado también de alma. El fluido energético que en su día había rodeado al ser humano y que ahora es la irradiación del alma, también es denominado aura o corona. El aura de un ser humano se compone de energías de diversas tonalidades de color, que giran, en elipses de irradiación, tanto alrededor del ser humano como –después de los días terrenales del individuo- alrededor de su alma desencarnada.

 

Las diversas tonalidades de color del aura en las almas desencarnadas se componen de fuerzas energéticas. Éstas son el contenido de los sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras y obras del ser humano de antaño, que al instante se reflejaban en su envoltura de irradiación y ahora forman la corona del alma.

 

El aura cambia cada instante, y esto sucede a diario. Dicho con otras palabras: el aura, la corona del ser humano, está sometida constantemente a cambios, ello se debe a los incesantes sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras y actos de la persona. Lo que por consiguiente el ser humano introduce en sus sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras y actos es lo que le marca a él y a su alma. El reflejo global de ello es el aura.

 

Tras el fallecimiento del ser humano el alma se retira del cuerpo. Ella está marcada por todo lo que el ser humano ahora fallecido ha introducido de negativo en su interior, porque las introducciones, las formas de comportamiento del que fue un ser humano, están también registradas en el alma. Estos rasgos específicos forman entonces la impronta del alma y su aura, su fluido.

 

El ser humano puede diariamente y a cada instante actualizar y posicionar su comportamiento, dándose por tanto un nuevo rumbo, decidiéndose por seguir un estilo de vida positivo o negativo. Lo positivo que el ser humano pone en práctica en su forma de pensar y de vivir, le hace más pacífico e interiorizado, y a su alma más luminosa. Pero también lo negativo marca al ser humano, sólo que nublando su consciencia y oscureciendo su alma. Lo luminoso y lo oscuro son el resultado de las formas de comportamiento del ser humano, las pautas que se reflejan en las tonalidades de color del aura.

 

Basado en el programa de TV: "La reencarnación"

 

Radio Santec

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domingo, 5 de febrero de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos estos dos artículos en la semana 6 de 2012, para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

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La triste influencia de occidente

 

 

Los ciudadanos de los países occidentales están muy orgullosos de que el llamado Occidente cristia­no haya determinado en gran medida la forma y el carácter de la vida en esta Tierra. ¿Pero en qué ha consistido dicha influencia? Occidente ha ren­di­do homenaje al culto idólatra de los sacerdotes, ultrajando de forma bárbara y brutal a los animales, a las plantas y a la Madre Tierra. Pero todo eso está llegando a su fin, pues la Tierra se rebela. Quien observa y analiza es­tas correlaciones, llegará a la con­clusión de que el mayor delito de este culto pagano consiste en haber ocultado y no ense­ña­do la unidad entre el ser humano, la na­tu­raleza y los animales, a pesar de que Jesús hace 2000 años vivió y ense­ñó con Su ejemplo la paz, el amor y la unidad de to­­do lo que vive.

 

Tampoco ha tenido sentido la "obligación" de tener que asistir por lo menos una vez a la semana a misa. Muchísimas personas han ido semana tras semana, año tras año al oficio religioso, sin embargo actualmente las iglesias están cada vez más vacías, ¿entonces de qué han servido las misas y las innumerables oraciones de los feligreses? Todo eso ha enriquecido a las Iglesias y ha em­pobrecido a los fieles y ha traído el menosprecio total por todo lo que vive. El ser humano de hecho aún no ha empezado a tomar la responsabilidad por sí mismo ni a dar cuenta de su vida ante las leyes de Dios.

 

 

Vida Universal

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Horror astral

 

 

 

Tal vez el título de este artículo le resulte algo extraño. Eso es porque nuestra sociedad, la que casi durante 2000 años viene estando marcada predominantemente por las religiones sacerdotales, las cuales se han apartado de la verdadera enseñanzas de Jesús de Nazaret, siguen por ello desconociendo los detalles que se refieren al sentido de la vida y a la vida del alma después del fallecimiento del cuerpo. 

 

Las advertencias y las palabras de los profetas de Dios, desde Abrahán pasando por Moisés e Isaías, y llegando a las enseñanzas del Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret no fueron aceptadas por la humanidad, todo lo contrario. En todas las épocas, sobre todo la casta sacerdotal, ha luchado contra los profetas enviados por Dios y contra sus mensajes, únicamente para mantener ante el pueblo el poder social del que disponían, en alianza con los gobernantes políticos de cada época. A lo largo de generaciones la casta sacerdotal ha coaccionado a muchísimas personas con el miedo al pecado mortal y a la condenación eterna, aspectos que fueron introducidos en el culto sacerdotal, también en los dogmas y ritos de usos y cultos ancestrales paganos. Sucediendo todo esto hasta en nuestros días, como aún se puede leer en las doctrinas de las Iglesias institucionales, en el catecismo y en los cánones.

 

De hecho muchas personas se han quedado pegadas en la trampa de las religiones externas. A consecuencia de esto la mayoría no sabe qué sucede con su alma tras la muerte, ni hacia dónde se dirije ésta. Sencillamente no tienen conocimientos espirituales, tampoco ningún tipo de formación espiritual, aspectos que no pueden ser enseñados ni por los sacerdotes, obispos o cardenales, ni siquiera por el Papa, al haberse apartado hace ya mucho tiempo de las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Así se cumplen las palabras de Jesús de Nazaret: "Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo". (Mateo 15, 14)

 

Por tanto muchas personas desconocen las legitimidades de la vida y de la muerte. Desconocen que el alma vive eternamente y que se ve empujada a encarnar en repetidas ocasiones, hasta que entienda que el camino hacia la verdadera vida pasa por el arrepentimiento de las actuaciones negativas y así encamine su vida a ello, es decir a purificar y expiar lo que ha causado, a veces con gran sufrimiento.

 

Sin embargo millones de personas en la actualidad ya saben que Dios, el Eterno, ha vuelto a enviar un gran profeta a la Tierra en esta época de cambio, Gabriele, quien desde su conciencia desarrollada muestra a las personas de buena voluntad lo que le sucede al alma tras la muerte, y la infuencia que algunas almas difuntas, sobre todo las atadas a lo terrenal, pueden tener sobre aquellos que aún viven en la Tierra en un cuerpo físico.

 

 

Basado en el programa de TV: "Horror astral 1"

 

Radio Santec

Teresa Antequera Cerverón

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