sábado, 28 de julio de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos esto dos artículos en la semana 31 de 2012,  para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815W

 

www.radio-santec.com

 

 

¿Para qué se necesitan los templos de piedra?

 

 

 

En más de una persona de edad avanzada des­­pierta el deseo de rezar, algo que es necesario aprender puesto que no deberiamos recitar las oraciones como letanías. Rezar significa llegar a ser, hacer que la oración se convierta en vida, quien rece así no necesitará iglesias de piedra, sino solamente el aposento tranquilo del que habló Jesús, donde uno puede retirarse a lo más interno, a lo más sagrado y que brilla en la profundidad del alma de cada persona.

 

Rezar con fortaleza de fe significa volverse tran­­quilo, pues a partir de una oración con for­ta­leza de fe despiertan confianza y entrega. La entrega al gran manantial inagotable de la luz en nosotros, a lo más sagrado en el fondo del al­­ma,  ayuda al que reza de ver­dad, puesto que la vida se convierte en plenitud. Una vida con conciencia de la meta significa enton­ces vi­da plena. Los días grises y opacos del pasado mo­­ri­rán. La luz en la persona que reza se volverá más luminosa, más perceptible, de forma que en él va madurando el siguiente pensamiento: Yo camino hacia la vida más elevada, hacia la exis­tencia perfecta.

 

La naturaleza nos enseña a olvidar lo viejo, y a afirmar lo nuevo y veni­de­ro, pues el alma es inmortal. En lo profundo de nuestra alma está el tesoro de la eternidad, para encontrarlo hay que ponerse de camino. Quien se acerque al tesoro, sen­tirá también la ganancia que es la vida eterna, el SER.

 

 

Vida Universal

www.vida-universal.org

 

 

 

¡Cada día tiene buenas intenciones para contigo!

 

 

 

Puede que hoy hayamos comenzado el día con alegría, pero algunas horas más tarde la imagen soleada y alegre de nuestro día puede cambiar de improviso, con algo tan sencillo como encontrarnos con alguien que entabló una conversación con nosotros y en la que se nos hizo consciente una situación relacionada con nosotros mismos pero con un marcado tinte negativo. De pronto el nivel de alegría baja y surge un soplo de tristeza. La conversación ha tenido el efecto de unos nubarrones negros que han tapado la sensación de felicidad; lo que ocurrió fue una indicación proveniente de la energía personal del día.

 

Justo en el momento en que estamos abiertos a comprender algo sobre nosotros mismos, nos llega la información pertinente. Siempre en el justo momento en que lo podemos comprenderla. Esta experiencia a priori nada agradable podría considerarse como una revelación, un emerger de pensamientos e imágenes que nos van a ayudar a comprender una causa, y el sentido de porqué bajo mi animo.

 

El día da muchas indicaciones sobre qué deberíamos cuestionar y superar. El día tiene buenas intenciones para con nosotros, a pesar de que en ocasiones no nos agrade. El día nos advierte oportunamente como un buen amigo. El Espíritu de Dios, de nuestro Padre siempre procura hacernos reconocer a tiempo a través de nuestro día, lo malo que hay en nosotros para que lo superemos antes de que irrumpa en nuestro cuerpo físico en forma de malestar o enfermedad o quizá después de la muerte, en el Más allá, como alma.

 

Cada día nos anima a reconocer  las muchas situaciones negativas para aprender de ellas y  conducir a tiempo nuestro devenir como seres humanos. Si la persona no aprovecha sus días terrenales, y a pesar de todos los reconocimientos profundos da rienda suelta a sus pensamientos, palabras y comportamientos negativos, después de la muerte física el alma irá de nuevo a peregrinar a los reinos de las almas o a dirigirse tal vez a una nueva encarnación como ser humano en la Tierra.

 

El ser humano con sus grabaciones de vidas anteriores sin purificar, es decir, sin arreglar con su prójimo, denomina a su nuevo destino: "Mi dura vida". Pero la posibilidad de salir de la rueda de la reencarnación depende de cada uno de nosotros, pues el peregrinaje del alma y las posibles encarnaciones del alma en un cuerpo humano se prolongarán hasta que el alma y el cuerpo hayan despertado en la consciencia de lo que significa en verdad la Vida y se decidan a dar la vuelta y orientar su vida hacia una ética y moral más elevada, hacia el Amor que es la verdadera vida.

 

Del Programa para Radio y TV: "La vida que yo mismo escogí"

 

 

Radio Santec

www.radio-santec.com

 



domingo, 15 de julio de 2012

Artículos de Opinión


 

www.radio-santec.com

 

 

 

Iluminar las sombras del alma

 

 

El hombre puramente intelectual y racional, no posee la inteligencia, la fuerza de la conciencia despertada. En el todavía está oculta en su mayor parte la inteligencia divina, el Logos que sabe de todas las cosas, que eleva al hombre a la sabiduría verdadera y a la ética y moral elevadas, a la vida desinteresada.

 

A unos les afecta el destino en esta vida, que es la causa hasta ahora latente y que se ha hecho efectiva. Otros, sin embargo, caminan aparentemente por la vida terrenal sin preocupación, sin que les afecten las causas que quizás todavía yacen en sus almas. Esto hace que un hombre a pesar de su alma ensombrecida, puede poseer en esta vida todo lo que desee, pueda satisfacer todas sus apetencias y crea, por tanto, que los buenos espíritus están de su lado, lo que no significa que sea así, a pesar de que su vida terrenal todavía no demuestre ninguna carga.

 

Un hombre que por el momento no reconoce los efectos de las causas que todavía descansan latentes en su alma, puede, a pesar de ello, trasformar su vida terrenal de forma provechosa para el desarrollo de su alma si vive y actúa según el mandamiento del amor desinteresado. Lo bueno que realice y cumpla, se reflejará como luz en su alma y podrá iluminar muchos ensombrecimientos que yacen todavía en lo profundo, e incluso podrá disolverlos parcial o totalmente. Este hombre ya no tendrá que sobrellevar ni sentir todos los efectos que surjan.

 

 

            De la Publicación: "Lo qué comes y cómo comes muestra quien eres"

 

 

 

 

Vida Universal

www.editorial-la-palabra.com

 

 

¡Ay de los que hacen de la luz tinieblas y de

las tinieblas luz!

 

 

 

Ningún verdadero profeta de Dios fundó religión alguna, tampoco Jesús de Nazaret instauró o emplazó a sacerdotes, obispos o dignatarios. Jesús habló en contra del sacerdocio, no importa como éste fuera mostrado públicamente por sus representantes. Jesús enseñó la libertad y durante su vida se posicionó en contra de la casta sacerdotal, con el fin de ponerla al descubierto y abrir los ojos al pueblo, para ello utilizó palabras contundentes de la misma forma que también lo hicieron los verdaderos profetas de Dios en todos los tiempos.

 

Durante miles de años Dios habló a través de sus mensajeros en contra de la casta sacerdotal y de sus oscuras prácticas paganas. Sin embargo pocos siglos después del asesinato de Jesús de Nazaret a manos del poder estatal romano instigado por la casta sacerdotal de la época, a los sacerdotes se les ocurre tomarse el derecho de ser los seguidores de los verdaderos profetas de Dios, de aquellos a quienes demonizaron y llevaron a la muerte con mentiras. Quien crea entender tanta incongruencia podrá quizá ser beatificado por la iglesia, sin embargo quien dude y no lo crea con toda seguridad llegará más rápidamente al cielo.

 

En la actualidad el catecismo enseña sobre la capacidad profética atribuida a los sacerdotes tras su consagración, supuestamente trasmitida por el Espíritu Santo junto con los dones carismáticos como el de profetizar. Es decir, el sacerdote se convierte automáticamente en profeta, algo así como: "quien tiene un cargo recibe el don carismático". Pero reflexionemos: ¿por qué Dios llamó siempre entre las personas sencillas a sus profetas?, ¿por qué Dios no ha elegido nunca a uno de entre los muchos sacerdotes impregnados de dogmas y rituales del culto a Baal para servirle como profeta? ¿Por qué tampoco llamó a profetas de entre los reyes, ricos y nobles, y si lo hizo, los sacó de ese entorno y los envió al desierto de este mundo?

 

La respuesta la encontramos en las propias palabras de Dios trasmitidas a través de Sus profetas, quienes estuvieron siempre en contra de la casta sacerdotal, y hablaban contra sus intrigas, en contra de sus trampas y ceguera. Dios envió una y otra vez a la encarnación a profetas como portadores de Su palabra, para liberar a los hombres de sus ataduras. Y precisamente a través de Isaías dijo palabras serias y claras al pueblo y a los poderosos, demostrando que El es un Dios de la libertad y del amor, aunque siempre ha advertido a tiempo a Sus hijos. (Isaías, 5, 20-21) ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz.

 

 

 

Del programa para Radio y TV: "Libertad de Religión III"

 

 

Radio Santec

Teresa Antequera Cerverón

       73891412-W

                                                                                                                                                                                                            www.randio-santec.com



domingo, 8 de julio de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos esto dos artículos en la semana 28 de 2012,  para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815W

 

www.radio-santec.com

 

 

 

Pensar correctamente para dominar nuestra vida

 

 

 

Cuando no tenemos el dominio sobre nosotros mismos, podemos caer en lo que se podría denominar "una elipse de falta de voluntad personal", de ello resultan desarmonías, intranquilidad, temor, descontento, insomnio, aturdimiento y por último dependencia de medicamentos y otras cosas, también de personas, credos y dogmas.

 

La clave sin embargo está en el pensamiento y en la forma de pensar, ya que pensamientos contrarios a lo que se podría denominar elevado o divino son pensamientos que incitan a cavilar, puesto que no tienen rumbo fijo y conducen a la división interna, al nerviosismo, a la desunión y el descontento, a la falta de fuerza, a miedos y preocupaciones. Por eso pensar correctamente es pensar conscientemente y esto significa: "yo vivo en el presente, no soy más rencoroso ni me lleno de preocupaciones por el futuro. He ordenado mi vida, soy perseverante para conseguir mis metas, planifico pero no tengo temor de si mi plan resulta o no, aunque me esforzare en hacer los preparativos para todo lo que sea necesario. Entonces esas fuerzas trabajarán para mí y conseguirán todo lo que sea bueno y necesario". Esto es pensar conscientemente, esto es vivir en el presente aspirando a alcanzar la meta, pues a través del pensamiento perseverante, consciente, positivo, incrementamos las energías de nuestra alma y también de nuestro cuerpo, con lo cual rendimos mucho más y vivimos más despiertos y conscientes.

 

Pensar positivamente es pensar con vistas a la meta: lo que hacemos, lo hacemos completamente. Pensar conscientemente significa sentir y querer, ambas son fuerzas inconmensurables si las ponemos al servicio del Espíritu. Pensar conscientemente significa: en lugar de pensamientos negativos de dudas, cansancio, enfermedad, irritación o preocupación, anteponemos pensamientos de esperanza que afirman y son constructivos, de valor, de frescor, de dominio de la vida.

 

Tenemos que darnos cuenta de que si emitimos pensamientos de amor, recibimos también fuerzas de amor. A través de ello alcanzamos crecimiento interno, y la alegría y la paz penetran en nosotros. Si nos esforzamos en pensar de forma positiva y en cosas buenas, si ponemos amor en nuestros pensamientos y sentimos sólo lo que es amor, si hablamos sólo lo que es positivo despierta entonces lo que es bueno y necesario, pues lo que emitimos en vibraciones, regresa de nuevo a nosotros. Pues la fuerza del amor es una fuerza poderosa que dormita en cada uno de nosotros y se vuelve activa tan pronto como nos dirigimos a ella en pensamientos.

 

De la publicación: "Con Dios es más fácil vivir"

 


Vida Universal

Ana Sáez Ramirez

45.271.959 R

www.editorialvidauniversal.org

 

 

Cuida tu cuerpo, cuida tu alma

 

 

El cuerpo humano es un cuerpo natural, cuyas sustancias son de la naturaleza. Por esta razón, el ser humano debería vivir con la naturaleza y reconocer en todas sus formas la fuerza propulsora, la vida, el Espíritu. De este modo sentirá que El Espíritu de Dios está más cerca de él que sus brazos y piernas. Si el ser humano se reconoce como una parte de la naturaleza se reconocerá también a sí mismo y comprenderá el efecto del Espíritu en la materia, y sabrá que en su cuerpo existe un cuerpo espiritual que vive en él siendo sólo el vehículo de éste ser espiritual interno.

 

El alma está encarnada para expiar sus sombras, que son las cargas de encarnaciones anteriores. Por eso para el ser humano debería ser un mandamiento el mantener su cuerpo sano en base a alimentos sanos provenientes de la naturaleza, por medio de pensamientos desinteresados y de una vida ordenada.

 

Únete con cada órgano dándole las sustancias alimenticias necesarias contenidas en la naturaleza, en el campo. Vivifica el alma y el cuerpo con pensamientos positivos y alcanza la unidad con el Espíritu. Los órganos absorben gustosamente las sustancias de la naturaleza si llevas una vida positiva y armoniosa. Quien quiera alcanzar la armonía con las fuerzas del Espíritu, tiene que transformarse en el vencedor de su naturaleza animal y romper las cadenas del odio, de la envidia y de la ambición, que impiden a las fuerzas divinas servir y ayudar al hombre".

 

            De la publicación: "Origen y formación de las enfermedades"

               

 

 

Vida Universal

www.editorial-la-palabra.com



domingo, 1 de julio de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos esto dos artículos en la semana 27 de 2012,  para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815W

 

www.radio-santec.com

 

 

Cada cosa que hacemos tiene sus consecuencias

 

 

 

Nada ocurre por casualidad. Cada cosa, cada suceso y cada situación tiene su causa, alguien que lo genera y cada causa produce un efecto. Aunque también cada efecto se transforma en una causa para un nuevo efecto en tanto no lo reconozcamos a tiempo ni lo captemos como fruto de nuestro propio comportamiento anterior. Por eso tenemos que esforzarnos en reconocer el efecto y soportarlo con alegría, en la conciencia de que el Eterno, la Vida, nos asiste.

 

El ser humano pregunta a menudo: ¿por qué sucede esto o lo otro? ¿Por qué tengo que soportar este sufrimiento o este golpe del destino? Un efecto puede estar separado de su causa por una distancia de siglos y milenios, del mismo modo que en la semilla de un árbol están contenidos los frutos que más tarde dará. No obstante, en la causa misma está determinado cuanto tiempo pasará hasta que la semilla germine, cuándo llegará el momento del efecto. La causa de una enfermedad, por ejemplo, puede remontarse a decenios y la de un suceso político o religioso a siglos. Tenemos entonces que combatir los efectos y superarlos, para no crear otra vez nuevas causas. No estamos en la Tierra, en vestido terrenal, para preguntarnos constantemente acerca de las causas, sino para superar y reconocernos en los efectos de manera que de ellos no se formen nuevas causas.

 

Los sutiles y diferentes aspectos de la legitimidad de "causa y efecto" no pueden comprenderse con nuestras burdas palabras, porque la ley no tiene en cuenta nuestros pensamientos y palabras, sino sobre todo nuestro mundo de sensaciones, nuestras emociones y tendencias. Aquello que ocultamos ante los hombres es manifiesto en cambio a Dios. Quien haya reconocido esto, controlará y dominará siempre sus pensamientos y actos, es decir, pensará y actuará sólo de modo divino y sanamente, pues sabe de antemano que todo tiene su efecto. Por ello tenemos que vivir conscientemente, es decir, vivir a conciencia, y tener siempre ante los ojos las consecuencias de nuestros actos. Con esto desenterramos el tesoro de nuestra alma, que es la fuerza, la luz y el amor del Todopoderoso.

 

Si no existiera la gracia de Dios, no habría ningún perdón de los pecados. Por ello la gracia, el amor y la misericordia obran simultáneamente. Tenemos que reconocer la gran verdad: que la gracia del perdón de los pecados sólo anula el efecto de las leyes, pero no las leyes mismas. Esta gracia no anula la ley de causa y efecto, sino que sólo transforma el efecto y lo neutraliza si es bueno para nuestra alma.

 

De la Publicación: "Con Dios es más fácil vivir"

 

 

Vida Universal

Teresa Antequera Cerverón

       73891412-W

www.editorialvidauniversal.com

 

¡Mi familia no es una casualidad!

 

Cuando se gesta un niño, se acerca un alma proveniente del más allá. Y como todo es energía y cosas iguales se atraen, los futuros padres atraerán a un alma que en su vibración concuerda con ellos. Eso significa que el niño y los padres tienen algo que purificar juntos; por eso los padres tienen una gran responsabilidad. Ellos han de saber que han atraído a un hijo que concuerda con sus genes y que en existencias anteriores hayan sentado juntos causas que ahora de forma kármica los encadenan. Pero estas cadenas las pueden deshacer juntos ahora en esta vida

Tan pronto como esto sucede, el hijo sigue en determinadas circunstancias su propio camino. Los implicados se reúnen por consiguiente primero en una familia, para ordenar algunas cosas, para liberarse de esa culpa, para limpiar su alma de acuerdo con la enseñanza de la vida y para continuar cada uno por sí mismo, lo antes posible y libremente en el camino hacia el verdadero Hogar. Nos volvemos a encontrar ahora para aprovechar la oportunidad de acabar con tareas pendientes de encarnaciones anteriores, ¿cómo? tomando en serio a nuestros semejantes, escuchándonos y perdonándonos recíprocamente.

Si consideramos que aquello que nos sucede tiene a menudo causas atribuibles a una encarnación anterior, veremos también a Dios de modo distinto. Ya no Le acusaremos tan fácilmente de "injusto", sino que reflexionaremos sobre el golpe de destino que nos afecta y sobre las energías negativas que emitimos en el pasado y que ahora vuelven a nosotros.

 

Radio Santec

www.radio-santec.com