domingo, 29 de enero de 2017

Artículos de opinión



La Iglesia ya encontró al culpable

 

 

Destacado: "Las Iglesias hoy día utilizan un lenguaje diferente, pero el oscuro espíritu que se encuentra detrás de muchos pasajes biblicos lamentablemente sigue siendo el mismo".

 

 

La Biblia contiene pasajes no demasiado conocidos que muy probablemente se han intentado ocultar por su gran violencia, y por la facilidad con la que se recomienda matar. Por ejemplo: El Antiguo Testamento no duda en recomendar matar adúlteros, homosexuales, adivinadores, a quienes trabajen en sábado e incluso a aquellos hijos que desobedezcan a sus padres. ¿Pero qué sucedería en el supuesto de que la Iglesia hoy día y en base a su propia Biblia, quisiera condenar a estas personas a muerte? Provocaría un movimiento social sin precedentes. Por una parte porque entraría en conflicto con la legislación vigente que protege la vida, y por otra porque millones de personas huirían en tropel para salvarse, o por la incongruencia de un mandato anticuado e incoherente.

 

De lo que no hay duda es que el seguir tales disposiciones religiosas pondría en peligro el futuro de la propia Institución. Esto, que no es ajeno a los dirigentes eclesiásticos, ha dado lugar a que busquen una explicación coherente y convincente a pesar de la dificultad de tal empresa, y el resultado fue el siguiente: «Tales disposiciones ya han dejado de tener valor puesto que Dios ha cambiado». Con ello la Iglesia cree haber encontrado la solución a su problema. De hecho el presidente de la Iglesia luterana en Alemania, el obispo Wolfgang Huber, dijo al respecto: «La Biblia es la historia del progresivo distanciamiento del Dios belicoso del Antiguo Testamento, hasta llegar al Sermón de la Montaña donde se vuelve otra vez bondadoso y no violento».

 

Sin embargo lo realmente preocupante de este tema es que dentro del seno de la Iglesia se piensa que uno de los rasgos más trágicos del cristianismo es que la Iglesia llevó a cabo su oscura historia de violencia basándose en las recomendaciones de Dios. Con esto se le hace a Él culpable de todo, de hecho más de un clérigo opina: «Lamentablemente también nosotros participamos en toda esa insensatez que Dios cometió».

 

Pero en el Antiguo Testamento se puede leer lo siguiente: «Porque yo Jehová no cambio» (Malaquías 3,6).  Y lo mismo sucede en el Nuevo Testamento, en la epístola a los hebreos capítulo 13,8: «Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos». Ciertamente Dios no ha cambiado, lo que significa que en todo esto hay algo que no cuadra. ¿No será más bien que aquellos que han cambiado son la Iglesia y sus representantes? Las Iglesias hoy día utilizan otro lenguaje pero el oscuro espíritu que se encuentra detrás de esos pasajes lamentablemente aún existe. Aún siguen justificando las guerras, incluso la guerra atómica ha sido justificada por los teólogos. Ya no se exige la ejecución de homosexuales, pero durante siglos han sido discriminados. Ya no se exige la ejecución de los hijos desobedientes, pero la Inquisición persiguió durante siglos a los que tenían una fe diferente. Ciertamente hoy se sigue haciendo todo de forma parecida sólo que con modernos métodos inquisitoriales como la difamación y el asesinato moral.

 

Ha llegado la hora en que la Iglesia debería cuestionar su propia Biblia diciendo: "Tenemos que distanciarnos de esos pasajes porque ya no corresponden a los tiempos actuales, por eso ya no los queremos tener en la Biblia". Ciertamente toda esa incitación al odio y al asesinato debería ser borrado de raíz, o sencillamente advertirse de su lectura. El que esto no se haga viene motivado porque se tendría que reconocer entonces que la Biblia no es el perfecto libro dictado por Dios desde el Cielo, algo que sin embargo ya se sabe.

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa: «Cuán cristiana es la Biblia»

www.radio-santec.com

 

Un futuro desalentador

 

 

 

El futuro del planeta Tierra ya ha sido explicado por las Naciones Unidas a través de algunos informes sobre el clima, en los que se daban detalles del calentamiento global de la Tierra el cual traerá inundaciones, sequías, derretimiento de los glaciares y de los polos y aumento del nivel del mar.

 

Más de uno opina que es mejor no pensar en un futuro tan pesimista, pues es posible que las cosas no se pongan tan mal, sin embargo no hay nada que indique que vaya a ir a mejor. Pero ¿por qué no se reconoció a tiempo este peligro? ¿Nadie advirtió sobre el nefasto comportamiento del ser humano? Algunos científicos de forma aislada advirtieron de los peligros que conlleva la explotación de la Tierra, sin embargo apenas fueron escuchados.

En medio de todas estas catástrofes y cambios cada vez más personas se preguntan ¿Existe Dios?¿Por qué no ha avisado? Pero en los últimos 40 años han llegado advertencias muy precisas, pues nos encontramos en un cambio de era y como en todos ellos ha habido profetas y personas iluminadas que advirtieron a la humanidad sobre aquello que se avecinaba y así es también hoy. A través de Gabriele la profeta de Dios para la actualidad, Él ha advertido a la humanidad con gran precisión. En aquel entonces se podría haber evitado la catástrofe climática, hoy cada uno sólo puede pedir la conducción de Dios y reconocerla gracias al cumplimiento en su vida diaria de Sus enseñanzas. Que se salve quien se deje salvar.

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del programa: "El cambio climático" que se emite por Sophia TV América

www.radio-santec.com

 

 


domingo, 22 de enero de 2017

Artículos de opinión



¿Es el ser humano dueño de la naturaleza?

Qué duda cabe de que los seres humanos esperamos siempre lo mejor para nosotros y para los nuestros, también para nuestros animales de compañía. Sin embargo en relación a los animales deberíamos cambiar nuestra forma de pensar, pues ellos, cuando viven libres en la naturaleza, tienen definitivamente ya lo mejor. Los animales, a diferencia del ser humano, están libres de carga, es decir no tienen que soportar el peso de sus comportamientos erróneos del pasado. En el ser humano éstos se presentan una y otra vez en nuestro presente en forma de golpes del destino, enfermedades y desgracias.

Para el limitado ser humano es difícil entender y captar que, imperceptiblemente para nosotros, los animales están en comunicación con el poderoso Océano universal Dios, el Creador del SER, es decir ellos lo poseen todo y a diferencia de nosotros no esperan nada. Por el contrario: en tanto los seres humanos esperemos algo para nosotros, en tanto queramos lo mejor para nosotros, no tendremos acceso a la Unidad universal, tampoco tendremos acceso a nuestras criaturas hermanas ni a la naturaleza, ni siquiera a la piedra que está al borde del camino o bajo nuestros pies.

Cuando hayamos aprendido a considerar por ejemplo que el sonido de un animal no es un hecho ajeno que nos hace observar al animal con distancia, y empecemos a vernos como compañeros de vida, como compañeros de nuestras criaturas hermanas, entonces empezaremos a encontrar paso a paso la Unidad, que para nosotros tiene en sí un desarrollo fascinante.

Con nuestros ademanes y aires egocéntricos somos nosotros mismos el obstáculo para tener acceso a la Unidad universal. Somos nosotros quienes nos vemos como la corona de la Creación y nos apropiamos por ello de la Tierra como si fuera nuestra. Pero tenemos que quitarnos esta corona del ego para encontrar la Unidad, para llegar a ser compañeros de la Creación. Tenemos que aprender a abrirnos a la sabiduría del SER, a la sabiduría de la Unidad. Pero en tanto nos comportemos como seres superiores simplemente porque somos seres humanos, colocamos a los animales en un plano inferior, también al mundo vegetal y a las piedras, dicho globalmente a toda la Madre Tierra.

Si el hombre no aprende que la Unidad en la que viven los reinos de la naturaleza tiene mucho que enseñarnos, y que si la persona desea conocer el gran Principio universal de la vida antes debe recapacitar, seguirá colocándose por encima de sus semejantes y de los reinos de la naturaleza, abusando de ellos y continuando con la explotación de la Tierra. Permitamos que la Sabiduría omniabarcante sea nuestra maestra y nosotros sus alumnos, así nos distanciaremos de esa ilusión en la que vivimos y que nos hace creer que los Reinos de la naturaleza están por debajo de nosotros. Reflexionemos y aceptemos con humildad que el ser humano ni ha sido ni será el genio de la naturaleza, únicamente El Creador, la Unidad a quien en occidente llamamos Dios lo es.

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del Programa: «La Biblioteca cósmica omniabarcante»

www.radio-santec.com

 

Ningún día debería ser un día desperdiciado

 

 

Tu día, cada día te da muchas indicaciones. En cada situación el día nos quiere explicar qué deberíamos cuestionar y superar. Él, el día, tiene buenas intenciones para con nosotros. Nos advierte oportunamente. Todo, absolutamente todo es energía, todo lo que parte de nosotros es energía, que se graba según los contenidos positivos y negativos de nuestra forma de pensar, hablar y obrar, y que en algún momento regresará a nosotros en forma de porciones. Por tanto, lo que hemos grabado en los muchos, muchísimos días de nuestra existencia terrenal, lo negativo y lo positivo, forma parte de nuestro devenir como personas, o de nuestro camino como almas después de nuestra muerte física.

 

El día, nuestro día, es un buen amigo. El Espíritu de Dios, de nuestro Padre siempre procura hacernos reconocer a tiempo a través de nuestro día, lo malo que hay en nosotros, para que lo superemos antes de que irrumpa en nuestro cuerpo físico como una enfermedad o un golpe del destino, o a más tardar en el alma tras la muerte. Se trata justamente de lo que los seres humanos solemos calificar como una vida marcada por el destino.

 

Cada día se nos anima a reconocernos en las situaciones negativas y aprender de ellas, con el fin de conducir nuestro devenir a los cauces de una vida más espiritual, menos orientada a lo mundano, de modo que nuestra alma tenga ante sí una «ascensión a los cielos» tan pronto como abandone su envoltura, el cuerpo humano.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del programa: "La vida que yo mismo escogí", que se emite por Sophia TV América

www.radio-santec.com

 

 



domingo, 15 de enero de 2017

Artículos de opinión



 

¿Por qué siempre creo tener la razón en todo?

 

 

 

«¡Quien busque la verdad la encontrará solamente cuando comience a realizar los mandamientos y las leyes divinas, entonces será colmado por ella!» Esta cita que encontramos en el libro: «Con Dios es más fácil vivir» de la Editorial Gabriele nos da una visión absoluta del término «verdad». Pues aquello que, un tanto inconscientes, calificamos como verdad es lo que cada uno capta con su consciencia limitada.

 

En el libro seguimos leyendo lo siguiente: «La verdad es igual que el sol, de cuya luz y calor viven innumerables criaturas. Ningún ser vivo puede concebir, reconocer y captar el Sol eterno en su grandeza y plenitud, pero si aceptarlo y acogerlo según sea su capacidad de comprensión y conciencia. Asimismo el alma sólo puede percibir y acoger tantos rayos de la luz espiritual como pueda soportar de acuerdo con su desarrollo espiritual. La verdad brilla en innumerables facetas, pero sólo aquel que la ha encontrado puede reconocerlas e interpretarlas».

 

Muchos opinan que esto o aquello no es la verdad, puesto que consideran que no se corresponde con la realidad, lo cual sucede porque estas personas solo reconocen una única faceta de la verdad, desconociendo cómo interpretar las otras. De hecho son pocas las personas que admiten abiertamente que su consciencia no puede captar las verdades más profundas de la vida, incluso intuir sus innumerables facetas, y por lo tanto entenderlas, ya que ha realizado solo una faceta, un rayo de la verdad eterna.

 

El ignorante en cosas espirituales suele juzgar muy rápidamente, esto sucede porque no está preparado para abrirse a verdades más profundas. Cada uno ve la verdad conforme a su modo de pensar intelectual y a su propia experiencia: o la ve según aquello que se ha inculcado a sí mismo, o según corresponda a su consciencia más o menos desarrollada, con la que percibe conceptos de la verdad, pero no la verdad misma. No obstante aquel que se encuentre en la realización de las leyes eternas, no hablará más partiendo de esos aspectos de consciencia, es decir no opinará más, ya que él intuye la verdad interna y se esfuerza en volverse altruista, en sentir libremente y pensar positivamente.

 

Vemos así que muchos juzgan desde su propia capacidad de entendimiento, puesto que la consciencia estrecha cree que posee toda la verdad. Sin embargo al final tendrá que reconocer que muchas de estas pequeñas y grandes verdades relativas son en el fondo solo destellos, impresiones de la verdad absoluta y eterna. La verdad permanece siempre inmutable, son los espejos que la reflejan los que cambian. Si queremos verlo y ponerlo todo de modo correcto y en su debido lugar, deberíamos caminar hacia el interior, recogernos en nosotros, pues solo volviéndonos uno con lo divino conseguimos una visión amplia de las innumerables facetas de la verdad interna.

 

Por lo tanto quien afirme que únicamente él posee la verdad se engaña enormemente. La verdad omniabarcante puede contemplarla únicamente un hombre divino en su alma pura, pues es allí donde se encuentra en su totalidad, estando oculta para el hombre terrenal. Bienaventurados el hombre y el alma que han despertado en sí el amor, la sabiduría y la armonía y que las mantienen vivas. Ellos serán bendecidos y vivificados por la luz eterna, por la verdad eterna, por el Espíritu universal, por Dios.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

De la publicación: «Con Dios es más fácil vivir»

www.editorialgabriele.com

 

¡Aprovecha el instante, aprovecha el día!

Los ladrones, asesinos, criminales e instigadores de guerras que no han reconocido su culpa y tampoco han pedido perdón casi siempre regresan a la Tierra en una nueva encarnación con el ansia de obrar nuevamente en ese mismo sentido. Pero sin el perdón ni la reparación las causas permanecen activas en el alma de quien las creó.

También vuelven a encarnar las almas que hicieron grandes promesas a Dios y no las cumplieron. Este mundo sería mucho mejor si estas personas hubiesen permanecido fieles a Dios y hubiesen vivido Su mensaje, enseñándolo a otras personas de buena voluntad, no cantaría el gallo tantas veces al día.

Todos los comportamientos erróneos de nuestro pasado, tanto si nos son conscientes o si están como dormidos, están grabados y algún día se convertirán en efectos si antes no lo hemos purificado, arrepintiéndonos de nuestro comportamiento, pidiendo perdón y no haciéndolo más. Esa ley justa se llama la contabilidad de Dios, la contabilidad de los cosmos. Ninguna energía puede extinguirse, nada se pierde. Todo devenir en la Tierra está plasmado en el cosmos material. También toda actitud de ayuda, así como toda violencia está dibujada de forma precisa y se actualiza a cada instante en base a lo negativo y a lo positivo de la persona. Por eso se dice: Aprovecha el instante, aprovecha el día para poder reconocer y cambiar a tiempo, antes de que nuestros propios efectos regresen en forma de enfermedades o golpes del destino.

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa : « La Reencarnación » que se emite por Sophia TV América

www.radio-santec.com

lunes, 9 de enero de 2017

Artículo de opinión



 

 

¡No te pongas los zapatos del ayer!

 

 

Cuan a menudo dice un anciano: "Estoy muerto de cansancio", o bien "Ya no puedo más, ya no quiero más" y se deja llevar un día más como un anciano decepcionado del mundo, quizás con una postura corporal decaída y triste. Pero mientras más pensemos así más le damos a nuestro cuerpo la programación de marchitarse, de rendirse ante la vejez, de modo que la persona envejece irremediablemente y por último se hace vieja. Pero quien ha seguido siendo joven en el interior es considerado y paciente con los demás, especialmente con la juventud, pues ha experimentado que se debe dejar libre a la juventud para que siga su  propio rumbo de vida.

 

Una regla básica espiritual es no ponerse jamás los zapatos del ayer, sino mirar hacia adelante, también en la conciencia de que Dios nos espera en lo profundo de nuestra alma, pues Cristo desea abrirnos el portal hacia la vida interna, que podemos traspasar a través de Su conducción y Su fuerza en todas las etapas de nuestra vida. También es importante poner atención al aspecto externo, pues sin un cuidado externo la imagen interna de la juventud no puede desarrollarse ni tampoco se la puede conservar viva. En lo externo podemos acentuar la imagen interna tanto como nos parezca conveniente. Estimado lector si lo desea apúntese la siguiente reflexión, dice Gabriele la autora de estas líneas, pues en la práctica nos podría ayudar en la vida diaria: "Una postura erguida es una señal de sinceridad frente a ti mismo y a tus semejantes; las  personas con una postura sincera (erguida) son casi siempre los que sobresalen en las conversaciones. Observémonos a nosotros mismos".

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "La vida después de la muerte"

www.radio-santec.com



domingo, 8 de enero de 2017

Artículo de opinión





 

La vida es una escuela para el amor

A lo largo de la historia las personas que han aspirado a la espiritualidad, se dieron cuenta de que el amor verdadero que crece en el interior no es algo exagerado, es un sentir que produce alegría interna profunda, franqueza y compenetración con el prójimo. El amor verdadero y por ello divino, no se vanagloria, es reservado y espera, sin embargo se regala en todo momento donde es necesario y conveniente. Por ello a los verdaderos sabios espirituales, se les considera a menudo como personas frías, faltas de amor y duras, porque no cultivan el amor exagerado, el amor humano, sino el amor desinteresado que fluye desde el interior y que se une con lo interno en el prójimo.

El amor verdadero no tiene gestos externos, es un dejar fluir la corriente interior. Desde el interior deberían fluir hacia el prójimo las fuerzas del amor desinteresado y de la benevolencia. Gestos externos, apretones de manos y abrazos con muchas palabras de amor y apasionamiento es amor humano, es exagerado.

No debemos imponer ninguna presión a nuestro prójimo, tampoco mediante un amor humano exagerado. Muchos creen poder convencer a su prójimo con amor y cautivarlos con ello, pero esto significa abusar del amor. Cada persona tiene su libre albedrío y debe conservarlo, pues el amor interno es una entrega tranquila, que se regala, una comprensión profunda del prójimo. El amor exagerado es humano y no da testimonio de reconocimiento profundo ni de sabiduría divina. Sin embargo la vida terrenal es una escuela del amor y de la sabiduría divina y quien ha terminado con buen éxito esta escuela, ha cumplido la finalidad de su vida terrenal.

El amor es el poder más grande en el Universo, un poder que traspasa a todas las formas de vida. Deberíamos reconocer en todo la belleza y acoger todo en nosotros llenos de agradecimiento, respeto, amor y admiración. Entonces experimentamos a cada instante sucesos espirituales profundos e indescriptibles, en torno a nosotros y también dentro de nosotros. En ello muere nuestro yo humano y surge lo interno, la grandeza de nuestro Ser eterno.

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

       De la publicación: "Con Dios es más fácil vivir"

                                                                                                                                                                            www.editorialgabriele.com

miércoles, 4 de enero de 2017

Artículos especial del día de Reyes Magos



 

 

¿Qué podemos aprender hoy día de los tres sabios de oriente?

 

 

Los tres sabios de oriente que fueron guiados por una estrella hasta el pesebre de Belén, eran verdaderos buscadores de Dios y por eso pueden ser un buen ejemplo para cada buscador de Dios en nuestros días. Pero ¿Qué podemos nosotros aprender de ellos? Quizás su añoranza hacia Dios, su añoranza por la sabiduría divina. Entonces habría que preguntarse: ¿estamos sedientos de la verdad y de la paz?, ¿estamos sedientos del amor de Dios y de la unidad? Si en verdad lo estamos, sentiremos que Dios está presente y si cumplimos Sus Mandamientos, nos iremos convirtiendo poco a poco en sabios.

 

Cuando uno se hace presente en qué se ha convertido el negocio de los Reyes Magos, descubre que esta añoranza se ha convertido en algo externo. Las personas nos hemos vuelto distraídas y desviamos nuestra atención del mensaje de seguir la luz que transmitieron los sabios de oriente.

 

Ellos tenían comunicación con el Reino de Dios que palpita en el fondo del alma y se les apareció una estrella brillante y la siguieron. La estrella de Belén sigue brillando para nosotros en la actualidad y nos marca el camino de salida de una cristiandad exteriorizada, que apenas sabe algo sobre la profundidad, sobre la verdad en torno al gran suceso acontecido en Belén. Y al igual que la estrella de Belén iluminó a los sabios, así nos ilumina también hoy a través de la profecía dada en la actualidad, desde hace más de 40 años, a través de Gabriele de Würzburg, la profeta y mensajera de Dios para la actualidad. En un mensaje dado desde el infinito en 1984 pudimos escuchar lo siguiente: «Hijos Míos, la estrella de Belén brilla de nuevo. Bienaventurado aquel que la vea en su interior. Venid, volveos nuevos en Mí, purificad vuestras almas. Seguid el camino de la paz y de la gloria para que podáis tomar desde la verdad eterna y podáis dar a todos aquellos que todavía hoy no han entendido que he venido de nuevo al mundo en la palabra y en los hechos. Dios es amor y el amor está muy cerca de cada uno de vosotros. El amor y la misericordia es igual al nacimiento que tiene lugar en cada alma. Quien nazca en el amor, en el reino interno reconoce el gran tiempo, el nuevo tiempo.»

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: „"Advierto y Navidad" que se emite por sophia TV América

www.radio-santec.com