domingo, 15 de enero de 2017

Artículos de opinión



 

¿Por qué siempre creo tener la razón en todo?

 

 

 

«¡Quien busque la verdad la encontrará solamente cuando comience a realizar los mandamientos y las leyes divinas, entonces será colmado por ella!» Esta cita que encontramos en el libro: «Con Dios es más fácil vivir» de la Editorial Gabriele nos da una visión absoluta del término «verdad». Pues aquello que, un tanto inconscientes, calificamos como verdad es lo que cada uno capta con su consciencia limitada.

 

En el libro seguimos leyendo lo siguiente: «La verdad es igual que el sol, de cuya luz y calor viven innumerables criaturas. Ningún ser vivo puede concebir, reconocer y captar el Sol eterno en su grandeza y plenitud, pero si aceptarlo y acogerlo según sea su capacidad de comprensión y conciencia. Asimismo el alma sólo puede percibir y acoger tantos rayos de la luz espiritual como pueda soportar de acuerdo con su desarrollo espiritual. La verdad brilla en innumerables facetas, pero sólo aquel que la ha encontrado puede reconocerlas e interpretarlas».

 

Muchos opinan que esto o aquello no es la verdad, puesto que consideran que no se corresponde con la realidad, lo cual sucede porque estas personas solo reconocen una única faceta de la verdad, desconociendo cómo interpretar las otras. De hecho son pocas las personas que admiten abiertamente que su consciencia no puede captar las verdades más profundas de la vida, incluso intuir sus innumerables facetas, y por lo tanto entenderlas, ya que ha realizado solo una faceta, un rayo de la verdad eterna.

 

El ignorante en cosas espirituales suele juzgar muy rápidamente, esto sucede porque no está preparado para abrirse a verdades más profundas. Cada uno ve la verdad conforme a su modo de pensar intelectual y a su propia experiencia: o la ve según aquello que se ha inculcado a sí mismo, o según corresponda a su consciencia más o menos desarrollada, con la que percibe conceptos de la verdad, pero no la verdad misma. No obstante aquel que se encuentre en la realización de las leyes eternas, no hablará más partiendo de esos aspectos de consciencia, es decir no opinará más, ya que él intuye la verdad interna y se esfuerza en volverse altruista, en sentir libremente y pensar positivamente.

 

Vemos así que muchos juzgan desde su propia capacidad de entendimiento, puesto que la consciencia estrecha cree que posee toda la verdad. Sin embargo al final tendrá que reconocer que muchas de estas pequeñas y grandes verdades relativas son en el fondo solo destellos, impresiones de la verdad absoluta y eterna. La verdad permanece siempre inmutable, son los espejos que la reflejan los que cambian. Si queremos verlo y ponerlo todo de modo correcto y en su debido lugar, deberíamos caminar hacia el interior, recogernos en nosotros, pues solo volviéndonos uno con lo divino conseguimos una visión amplia de las innumerables facetas de la verdad interna.

 

Por lo tanto quien afirme que únicamente él posee la verdad se engaña enormemente. La verdad omniabarcante puede contemplarla únicamente un hombre divino en su alma pura, pues es allí donde se encuentra en su totalidad, estando oculta para el hombre terrenal. Bienaventurados el hombre y el alma que han despertado en sí el amor, la sabiduría y la armonía y que las mantienen vivas. Ellos serán bendecidos y vivificados por la luz eterna, por la verdad eterna, por el Espíritu universal, por Dios.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

De la publicación: «Con Dios es más fácil vivir»

www.editorialgabriele.com

 

¡Aprovecha el instante, aprovecha el día!

Los ladrones, asesinos, criminales e instigadores de guerras que no han reconocido su culpa y tampoco han pedido perdón casi siempre regresan a la Tierra en una nueva encarnación con el ansia de obrar nuevamente en ese mismo sentido. Pero sin el perdón ni la reparación las causas permanecen activas en el alma de quien las creó.

También vuelven a encarnar las almas que hicieron grandes promesas a Dios y no las cumplieron. Este mundo sería mucho mejor si estas personas hubiesen permanecido fieles a Dios y hubiesen vivido Su mensaje, enseñándolo a otras personas de buena voluntad, no cantaría el gallo tantas veces al día.

Todos los comportamientos erróneos de nuestro pasado, tanto si nos son conscientes o si están como dormidos, están grabados y algún día se convertirán en efectos si antes no lo hemos purificado, arrepintiéndonos de nuestro comportamiento, pidiendo perdón y no haciéndolo más. Esa ley justa se llama la contabilidad de Dios, la contabilidad de los cosmos. Ninguna energía puede extinguirse, nada se pierde. Todo devenir en la Tierra está plasmado en el cosmos material. También toda actitud de ayuda, así como toda violencia está dibujada de forma precisa y se actualiza a cada instante en base a lo negativo y a lo positivo de la persona. Por eso se dice: Aprovecha el instante, aprovecha el día para poder reconocer y cambiar a tiempo, antes de que nuestros propios efectos regresen en forma de enfermedades o golpes del destino.

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa : « La Reencarnación » que se emite por Sophia TV América

www.radio-santec.com

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