domingo, 31 de enero de 2016

Artículos de opinión



¿Y si los creyentes de la Iglesia supieran la verdad?

 

 

 

Si los seres humanos nos hiciéramos conscientes de la sencilla afirmación que realizó  Jesús de Nazaret hace 2000 años, y que dice: "Con la medida con que midáis seréis medidos", y además la tomáramos en serio, tendríamos otra percepción de la vida y de los sucesos que cada día tienen lugar, pues nada pasa por casualidad, tampoco los muchos trágicos acontecimientos de nuestro mundo.

 

Ser conscientes de que la ley de Causa y efecto, que es igual a decir que a cada acción le sigue una reacción, significa ver claramente por ejemplo como las doctrinas eclesiásticas suelen calificar de "misterios de Dios" todo aquello que les resulta desconocido, sobre todo aquello sobre lo que no pueden dar una explicación convincente porque desconocen la explicación.

 

Sería interesante que toda persona pudiera reflexionar seriamente sobre los acuerdos que tuvieron lugar durante el Concilio de Constantinopla celebrado el año 553, así descubrirá qué acontecimientos tan relevantes para el devenir de la historia se produjeron allí. Pues en dicho Concilio se condenó por decisión mayoritaria lo que el maestro de los comienzos del cristianismo, Orígenes, enseño: que las almas de los hombres existían como seres espirituales antes del nacimiento de su cuerpo, y que los acontecimientos de la Caída les llevaron a la corporeidad. Así mismo se condenó la creencia de que algún día todas las almas y hombres regresarían a Dios. En su lugar el Concilio estableció la enseñanza de la condenación eterna. Por increíble que a algún lector le pueda parecer, hubo por lo tanto hombres que en aquel concilio condenaron las enseñanzas de Jesús de Nazaret, quien trajo el mensaje de un Dios-Padre amoroso que no condena a nadie, y mucho menos eternamente. Se condenó la preexistencia del alma, una de las bases de la enseñanza de la reencarnación que también enseño Jesús de Nazaret, como se deduce de varios escritos de los primeros tiempos de cristianismo.

 

En base a esto se puede afirmar que las doctrinas de las Iglesias están basadas únicamente en opiniones, en ningún caso basadas en la verdad. Pues conscientemente ocultan algo de tanta relevancia para la vida de las personas, como el conocimiento sobre la ley de Siembra y cosecha. Puesto que si enseñasen esta verdad universal, existiría la posibilidad de que sus fieles midieran también a la casta sacerdotal con la ley de Causa y efecto y poniéndolos al descubierto, dejasen de creer en los llamados "misterios de Dios". Esto supondría un enorme perjuicio para la iglesia, pues si existe un motivo predominante para justificar tanto la influencia que ejercen sobre las personas, como la incalculable riqueza que posen, este no es otro que las enormes anteojeras que han impuesto a sus ovejas, y que ellas se han dejado imponer bien por miedo, por costumbre, comodidad o dependencia.

 

Si las ovejas de la iglesia conocieran la ley de Causa y efecto, ya no creerían ciegamente todo lo que dicen los dignatarios eclesiásticos, con lo que el número de personas que se salen de la iglesia se multiplicaría. Motivo por el que es tan importante para dicha institución que este conocimiento ancestral siga bien oculto.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "Carta de Gabriele para librepensadores"

www.editorialvidaunivesal.org

 

 

¿Dónde se registran los buenos o malos comportamientos?

 

 

Toda persona en el transcurso de su vida va cambiando, tanto en la forma de pensar y hablar, como también en su comportamiento; de hecho nuestra vida está sometida a cambios. Y como todo es energía, todo cambio en la estructura energética, por muy pequeño que sea, es registrado en la contabilidad cósmica de forma precisa, bien como «debe» o bien como «haber». Toda persona y toda alma penden por así decirlo de una cuerda magnética, una especie de gotero invisible que lo registra todo sobre nosotros. A la contabilidad cósmica, la contabilidad de Dios, no se le escapa ni lo más mínimo. Así los astros del cosmos material son los encargados de dibujar, actualizar y transformar las energías, en base al comportamiento de cada uno de los seres humanos.

 

En ambos cosmos, tanto en el cosmos material como en el cosmos inmaterial, se registran todas las formas de comportamiento de los seres humanos, y se graban los errores de cada uno, pero también el camino de cada persona se actualiza y se cambia en el sentido energético, según sea el comportamiento de cada uno. La imagen completa del ser humano y del alma, es decir, todos los detalles, se graban en base al principio absolutamente justo llamado «emitir y recibir». Y eso sucede a cada instante, porque el que registra es, como hemos dicho, justo. A estas fuentes de grabación, además de por otros nombres, se les llama también la contabilidad de los cosmos o la contabilidad de Dios.

 

 

Ana Saez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa : «La Reencarnación» que se emite por el canal Sophia TV América

www.radio-santec.com

domingo, 24 de enero de 2016

Artículos de opinión


 

¿Alguien sabe hacia dónde se dirige este mundo?

 

 

 

Un observador atento que con los sentidos despiertos observe todo lo que sucede a nivel mundial en la Tierra, podría perfectamente afirmar que este mundo parece un barco que se hunde, a cuyo capitán se le ha escapado el timón de las manos. El pueblo, semejante a la tripulación, se halla expuesto a las tormentas de alta mar que son las catástrofes, las guerras, el terrorismo, la corrupción, las ansias de poder y los asesinatos por doquier. Y nadie sabe ya hacia dónde se dirige en realidad el barco de este mundo.

 

Son muchos los que se sienten desprotegidos y entregados a un poder que no se sabe bien de dónde viene, porque lamentablemente ya se ha llegado al punto en el que casi todas las personas se echan las culpas unos a otros: los políticos al pueblo llano y el pueblo a los políticos. Y es que lo que antes era un caos mundial, hoy es ya un desastre mundial porque las catástrofes van en aumento a nivel general, pero también a nivel individual: Necesidades de todo tipo, enfermedades, abusos, paro, hambre, terrorismo, largas dolencias, asesinatos y un largo etcétera. El embrutecimiento de la humanidad aumenta a pasos agigantados.

 

Y si en medio de este maremagnun alguien busca claridad, por ejemplo preguntando a los representantes eclesiásticos, en los que espera hallar respuestas y explicaciones ante tantas "injusticias", y ya de paso averiguar por qué Dios no interviene, lo más probable es que tras una larga perorata intelectual, le digan que Dios no nos permite ver en Sus misterios, lo que a fin de cuentas significa que Él, Dios, es el culpable del espectáculo bochornoso de este mundo, puesto que ni interviene ni nos deja entender sus motivos. Es decir Dios permite que los seres humanos sufran y que se ultraje a la Tierra, y todo por puro secreteo.

 

Sin embargo un analista serio, cuyo sentido común esté despierto pronto reconocerá que este caos mundial no puede venir de Dios, sino que sin duda ha sido causado por la misma humanidad tanto de hoy, como de todas las generaciones anteriores, es decir, cada ser humano tiene más o menos parte de culpa en este desastre mundial. Por eso estimado lector sepa que los efectos y consecuencias de una forma de pensar que busca el provecho propio, el egoísmo, el afán de poder, el afán de dominio y de lucha, que fomenta la intolerancia, la arrogancia, el menosprecio, la indiferencia y la frialdad de corazón, se van presentando cada vez con más rapidez tanto en las cosas pequeñas como en las grandes.

 

Mientras el ser humano no aprenda a respetar a sus semejantes, a la naturaleza y a los animales seguirá siendo enemigo de la vida, y malo para con ella. Destruye, aniquila y mata todo aquello que le estorba, y lo hace pensando en sí mismo. Pero el tiempo apremia y las horas se esfuman por lo que ha llegado la hora de observar más de cerca las indicaciones de la vida y cambiar. En la actualidad más de uno siente el apremio, la petición que le insta desde el fondo del alma diciendo: ¡oh hombre, no te demores. Verdaderamente ha llegado la hora!

 

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

De la publicación: "Encuentra el camino a la luz primaria en ti"

www.editorialvidauniversal.com

 

¿Tienen los sacerdotes alguna función importante?

 

 

 

Muchas personas se atan a religiones en la creencia de que las enseñanzas de esa religión son un criterio divino, y que allí está el camino a Dios. Pero ¿para qué necesitamos religiones externas con ritos, cultos y ceremonias? Si nos atuviéramos a las enseñanzas del Espíritu de Dios cualquier religión externa sería innecesaria. Dios siempre envió personas iluminadas y profetas pero nunca trajeron una religión externa ni construyeron instituciones ni catedrales, sino que enseñaron la religión interna, la religión del corazón, tampoco Jesús trajo esa pompa externa.

 

Los sacerdotes siempre han tergiversado la verdad de Dios de acuerdo con su forma de entender las cosas, restringiendo la verdad sobre el aquí y el Más Allá, acomodándolos a los deseos de los seres humanos, estropeando y recortando todo para mantener bajo su dominio a quienes por desconocimientos o buena fe se sometieron a la camisa de fuerza de un largo adoctrinamiento, desacostumbrados a pensar y vivir de forma independiente y auto-responsable.

 

De hecho el término sacerdote tiene poco que ver con Dios, siendo el cura en su iglesia un funcionario. El poder de los sacerdotes sobre sus creyentes se basa en el hecho de que éstos no parecen tener otra posibilidad de entender y superar la vida terrenal por sí mismos. No saben ni de dónde vienen ni adónde van, ni conocen la ley de siembra y cosecha, lo que no significa que los sacerdotes lo sepan. Por suerte Jesús dijo: "buscad y encontrareis, pedid y se os dará, llamad y se os abrirá".

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

De la publicación : ¿Quien están sentado en la silla de san Pedro ? »

www.vida-universal.org

 

 

domingo, 17 de enero de 2016

Artículos de opinión



 

El Vaticano y su afán de dominar el mundo

 

 

 

No muchos católicos saben del trasfondo que existe en los dogmas de la propia iglesia a la que pertenecen. Por ejemplo en el artículo de fe obligatorio y considerado infalible de la Iglesia católica se puede leer lo siguiente: «La santa Iglesia de Roma cree firmemente, declara y proclama que nadie fuera de la Iglesia católica, ni pagano, ni judío, ni no creyente o una persona que se ha apartado de la unidad, puede participar de la vida eterna, sino que caerá en el fuego eterno, que está preparado para el demonio y sus ángeles, si antes de morir no se adhiere a ella». (Neuner-Roos «La fe de la Iglesia», nota marginal N° 381)

 

En otra cita leemos: «Someterse al Papa de Roma es absolutamente necesario para la salvación de toda persona. Esto lo declaramos, afirmamos, determinamos y proclamamos nosotros». (Neuner y Roos «La fe de la Iglesia», nota marginal N° 430). Otra cita a tener en cuenta es: «Nosotros determinamos que la Santa Sede apostólica y el obispo de Roma tienen la primacía sobre todo el orbe».

 

Tan solo con estas tres normas queda patente que antes de que un Papa haga bellos discursos por ejemplo sobre el camino ecuménico conjunto que podrían recorrer la iglesia católica y la luterana, el Vaticano tendría que anular las condenas infernales citadas, o hablar claramente a la gente, es decir reconocer que sentencias como las citadas son fallos eclesiásticos susceptibles de ser cambiados.

 

Estimado lector todo esto es ocultado al pueblo llano, incluso por el Papa Francisco quien aparenta cercanía y afabilidad. La exigencia del Vaticano es y fue siempre la misma: someter a todas las religiones a la dirección religiosa de la Iglesia católica romana, es decir todas las personas, no importa a qué religión pertenezca, tendrían que prestar obediencia al Papa, a los cardenales y obispos de cada época. Pero obedecerles a ellos significa someterse a las leyes del Vaticano, a sus dogmas y proclamaciones de fe, que presentan una constitución ecuménica que determina la primacía y soberanía del Papa.

 

En este conglomerado dogmático de leyes propias que nada tienen que ver con las sencillas enseñanzas de Jesús de Nazaret, los Papas son los sumos representantes del edificio dogmático y de las proclamaciones de enseñanza de la Iglesia católica. De forma explícita y sin rodeos ellos aspiran a la religión mundial, al domino del mundo, lo que significa que quien no reconozca y cumpla sus leyes, en base a los invariables dogmas obligatorios, debe ser erradicado.

 

El edificio doctrinal del Vaticano está en total oposición a la ley de amor a Dios y al prójimo que enseñó Jesús de Nazaret, por lo que no puede conectarse con las leyes del Reino de Dios. Los dogmas, que son los fundamentos de la institución vaticana, son leyes despiadadas y brutales, que oprimen a los seres humanos y a las almas, los condenan y les imponen eternos castigos infernales, pues sin compasión alguna maldicen, expulsan y condenan a todos los que no se sometan a la doctrina de las leyes vaticanas.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del programa: "La Rehabilitación del Cristo de Dios"

www.vida-universal.org

 

 

 

¿Por qué el alma es más importante que el cuerpo?

 

 

Cada ser humano viene a esta Tierra con un determinado programa anímico o de vida. Cuando este programa ha transcurrido, puede ser que la muerte física se presente a continuación, lo que indica que es posible que el karma de una persona haya sido eliminado  y precisamente por eso el cuerpo muere. Por eso Dios considera primero la salud del alma, o sea la sanación interna. Cuanto más se libere el alma de las cargas que la persona ha ido causando con su forma negativa de pensar y vivir, tanto más intensivamente pueden las fuerzas del espíritu alimentar el cuerpo físico con energía espiritual y así poder sanar el cuerpo poco a poco, pues entonces las células y los órganos son vivificados de nuevo con la fuerza espiritual de Dios, con la luz divina alimentadora y mantenedora.

 

Dios se ocupa primero de la sanación del alma. Por eso hay que eliminar primero las cargas correspondientes y transformar las causas y complejos de energía negativa en fuerzas positivas. Sólo entonces puede producirse una verdadera curación del cuerpo. Esto significa que sí que podemos tener esperanzas de que el cuerpo se alivie y se cure; sin embargo, no debemos albergar expectativas. Nosotros, los seres humanos, no captamos lo que es bueno para nuestra evolución interna ya que podría existir una culpa grave del alma. Entonces la enfermedad habrá de ser soportada según las circunstancias, porque esto es bueno para la madurez, la purificación e iluminación del alma.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "Sanación mediante la fuerza de los pensamientos positivos"

www.editorialvidauniversal.com

 

domingo, 10 de enero de 2016

Artículos de opinión


Estimado Director:

Le envío estos artículos de la semana 3 de este año, para que los publiquen en su medio de Comunicación en estos días. Les estoy muy agradecida.

Saludos.

Mª José Navarro

24764815w

 

 

Recuperar el lenguaje del corazón

 

 

 

¿Es posible reparar el daño causado a la naturaleza y los animales? La Fundación Gabriele se creó con este fin, demostrando desde hace tiempo que no sólo sirve para reparar el daño hecho a las plantas, animales y a la naturaleza, sino que es un gran regalo también para las personas. Así hace unos años se empezaron a crear espacios en los que pueden vivir los animales, devolviéndoles su hábitat natural. A la tierra pacífica de la Fundación Gabriele también han sido traídos animales que por fin pueden llevar una vida digna y sin miedos. Lo que se ha llevado a cabo en estos pocos años es inmenso y conmueve el corazón de todo amigo de los animales.

 

En ese lugar llamado cariñosamente "La Tierra de la Paz" viven animales que han sido rescatados de una vida con grandes sufrimientos, incluso salvados del matadero. Ahora tienen un nuevo hogar en esta Tierra pacifica, donde viven felices sabiendo que nunca serán sacrificados y que podrán llegar hasta el final de sus días viviendo con personas que los cuidan y se ocupan de ellos. En la Tierra de la Paz se restablece la relación de amistad y unión entre las personas y los animales desde hace tiempo perdida en nuestra sociedad, y que gracias a esta fundación vuelve a ser una realidad.

 

El reto para los cuidadores de animales en la Tierra de Paz es aprender a ser más sensibles y aprender de nuevo el lenguaje del corazón tal como nos ha mostrado Gabriele, la profeta y enviada de Dios para nuestra época, con el fin de volver a ganar una confianza que el ser humano nunca debió perder. Algo que también puede proponerse aprender y practicar usted. Al fin y al cabo ellos son nuestros hermanos menores con los que deberíamos estar en paz y unidad.

 

 

 

Mariano Pacheco Riquelme (74.175.253 T)

De la publicación: „La Fundación Gabriele"

www.fundacion-gabriele.org/cms/es

 

 

 

 

 

¿Son las enseñanzas de Jesús importantes para la Iglesia?

 

 

 

Con el miedo a la condenación eterna, es decir, al infierno, se han podido hacer buenos negocios en todos los tiempos, también actualmente. ¿No son el pecado mortal y la condenación eterna acaso trampas magnéticas de la Iglesia, la que ha recogido sus óbolos literalmente a través del miedo de los fieles al fuego infernal? Los perjudicados por todo ello eran y son los creyentes.

 

Desde tiempos inmemoriales la Iglesia afirma que ha sido fundada por el propio Jesús, de ello toman su legitimación, es decir que con esa estrategia justifican que son cristianos, así han incorporado al gran maestro de la libertad, Jesús, y parte de Su magnifica enseñanza a su mezcla teológica intelectual. Las enseñanzas de Jesús no son tan importantes para ellos, lo principal es que el dinero suene y llene las cuentas bancarias. El dinero confiere poder y con él se ejerce el poder.

 

Pero Jesús fundó una religión interna, sin embargo Su enseñanza dejó de vivirse y enseñarse después de los primeros tiempos del cristianismo, ya que se formó un sistema externalizado de Iglesia, en el que ya no soplaba el Espíritu de Dios. Es por esto, por lo que muchas personas al oír hoy día Su palabra a través de boca profética,  se han puesto en camino para encontrarle nuevamente a Él, la vida verdadera, en sí mismos y en todo ser. Su camino es el Camino Interno que conduce al corazón de Dios y que se basa en el Sermón de la Montaña de Jesús.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "Trono de San Pedro" que se emite por el canal Sophia TV América

www.radio-santec.com

lunes, 4 de enero de 2016

Artículos especiales para el día de reyes



Los tres Sabios reconocieron la Luz en el pesebre de Belén

 

 

 

No fueron sólo pastores quienes se sintieron atraídos por el nacimiento del niño Jesús, sino que también acudieron unos sabios de oriente a los que conocemos como los Reyes Magos. También ellos estaban unidos con las fuerzas cósmicas y reconocieron en las constelaciones los signos del gran acontecimiento que les hizo ponerse en camino siguiendo inequívocamente las estrellas en el cielo, que les marcaban el camino hacia Belén.

 

Los sabios seguían a una estrella, a la que también llamamos la estrella de Belén. A lo largo de la historia de la humanidad siempre han existido personas orientadas hacia el interior, para complacer a Dios en la oración y con sus vidas, sintiendo que la vida interna es el amor, el orden y la voluntad de Dios. Si no ponemos orden en nuestra vida, si no cumplimos la voluntad de Dios, no nos volveremos sabios. La vida interna en el cumplimiento de los mandamientos de Dios nos abre a nosotras las personas la conciencia para la comunicación interna con el Eterno. La Luz eterna, que ilumina todo el firmamento, vive como esencia y fuerza en cada uno de nosotros, en cada alma. Jesús de Nazaret enseñó a las personas: "El Reino de Dios está contenido en vosotros". Es decir, que el gran Espíritu, la ley eterna del amor, la luz, que es la vida eterna y la sabiduría divina, está en las profundidades de nuestra alma como luz, fuerza y conducción.

 

Los sabios de oriente seguramente habían seguido el camino paulatino del cumplimiento de los Mandamientos de Dios y su conciencia se había ampliado. Habían alcanzado la comunicación con el Ser cósmico, que es Dios. Ellos eran conscientes de que todo se encuentra como esencia y fuerza en ellos y que en todo lo que ven y lo que no ven irradia el amor y la sabiduría de Dios. Conmemoremos a los hombres sabios en el pesebre de Belén justamente porque estaban cada vez más en unión con Dios, estaban en condiciones de sentir que allí, en Belén, ocurría algo grandioso. Quizás alguno intuyó que ese niño recién nacido se trataba del corregente del cielo encarnado, que en el pequeño cuerpo humano irradiaba la gran conciencia de Uno-Eterno. Quizás alguno percibió que con este niño vino algo que cambiaría las almas de las personas, es decir que les daría luz incrementada. Y seguro que alguno rezó diciendo: "Señor, que cada vez más personas capten que ha venido la gran luz del Eterno para llevar de vuelta a las almas a la casa del Padre."

 

Justamente fueron los pastores y astrólogos los primeros en reconocer el gran acontecimiento cósmico que comenzaba en Belén. Ellos eran personas que vivían en la unidad con la naturaleza y los animales. ¿Pero cómo es con nosotros, vivimos también en la unidad? ¿Seguimos la estrella de Belén o nos dejamos deslumbrar por las luces falsas de este mundo? ¿Qué podemos hacer para encontrar la luz del Cristo de Dios y dejarnos conducir por él hasta el final de nuestros días, para que también nosotros podamos encontrar de nuevo la luz eterna, después de nuestra muerte física?

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "Lectura de Navidad", que se emite a través del canal Sophia TV América

www.radio-santec.com

 

Los tres sabios de oriente siguen siendo un buen ejemplo a seguir

 

 

 

Es posible que el hecho de que hayamos hecho una tradición de la visita de los tres Sabios de oriente al pesebre de Belén, refleje en nosotros algo de la añoranza por la sabiduría que estos astrólogos buscadores de Dios tenían. Sin embargo cuando uno se hace presente en lo que se ha convertido el negocio de los Reyes Magos, descubre que esta añoranza se ha volcado totalmente en algo externo, incluso en todo lo contrario. Las personas en general nos hemos vuelto distraídas y desviamos nuestra atención del mensaje central de seguir la luz que transmitieron los sabios de oriente. Ellos querían mostrar a las personas que si se abren a la fuerza redentora, a la fuerza del Cristo de Dios, entenderán poco a poco lo que significa desarrollar en sí mismas Belén, o encontrar Belén en sí mismos, es decir desarrollar en uno mismo el Reino de Dios.

 

Los tres sabios de oriente que fueron guiados por una estrella hasta el pesebre de Belén, eran verdaderos buscadores de Dios y por eso pueden ser un buen ejemplo para cada buscador de Dios en nuestros días. Pero ¿qué podemos nosotros aprender de ellos? Quizás su añoranza hacia Dios, su añoranza por la sabiduría divina. Entonces habría que preguntarse: ¿estamos sedientos de la verdad y de la paz?, ¿estamos sedientos del amor de Dios y de la unidad? Si en verdad lo estamos, sentiremos que Dios está presente y si cumplimos Sus Mandamientos, nos iremos convirtiendo poco a poco en sabios.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del Programa: "Especial Navidad"  que se emite por Sophia TV América

www.radio-santec.com