martes, 30 de septiembre de 2014

Artículos de opinión


 

El gorila que besó al patito

 

 

 

En ocasiones, para referirnos a que dos personas se llevan mal solemos recurrir a la expresión: «Estos dos se llevan como el perro y el gato», en la creencia de que estas dos especies son enemigos acérrimos. Para descubrir si es cierto que hay especies de animales enemistadas recurrimos a Ralf, un cuidador de animales en la Tierra de la paz de la Fundación Gabriele, quien ha investigado tanto en su vida privada como en la profesional si existen especies que no se llevan bien. «No, muy al contrario», dice Ralf. «Yo por ejemplo, tengo en casa un gato que siempre va donde las ovejas, y en la granja suele buscar contacto con los caballos. Hay muchos ejemplos bien documentados de cómo los animales traban amistades entre especies que no hubiésemos imaginado, por ejemplo un elefante con un perro, una cabra con un gorila, o un caballo con un cervatillo. Y todos son ejemplos de amistad».

 

En octubre de 2011 se podía leer un interesante artículo en el periódico digital alemán Welt Online con el título «También entre los animales hay verdaderas amistades», donde se describía cómo en el zoológico de Bristol (Inglaterra) una madre pato aterrizó con sus polluelos en un cercado de gorilas, consiguiendo dejar fascinados a un grupo de gorilas jóvenes que no pudieron resistirse a acercarse donde se hallaba la pata con sus patitos. Mientras tanto mucha gente escéptica observaba como el gorila más joven, con mucha delicadeza, tomaba entre sus dedos a uno de los polluelos, y frunciendo la boca lo besó en su delicado plumaje. El artículo continuaba así: «El joven gorila que besa a un patito es un curioso caso aislado, aunque no sólo los seres humanos aman a los animales y quedan encandilados con los ojos de un bebé. Hay perras que crían a cerditos y leones que se echan junto a antílopes. Entretanto ya se conocen más de 120 especies de mamíferos y 150 especies de aves que adoptan crías que no son de su especie».

 

Jennifer S. Hollad, autora del libro «Amigos desiguales», recopiló informes de todo el mundo referidos a maravillosos casos de amistades entre animales de distintas especies, que luego documentó con mucho mimo. Entre los muchos casos recopilados encontramos a una gorila que adoptó a un gatito, o a un macaco que hizo lo mismo con un gatito salvaje. Sin embargo, el hecho de que esto nos resulte curioso indica que en realidad los seres humanos conocemos muy poco de la vida de los animales y de cómo se relacionan entre sí.

 

En Pato (Albania) se hicieron amigos un asno y un lobo cuando el primero fue arrojado al segundo como comida. Lo informó el periódico «Hindustan Times». Y en Kenia una leona adoptó a la cría de un antílope. Sin embargo el ser humano se inclina a especular o suponer sobre estos casos con su, en ocasiones, corto entendimiento, llegando la mayoría de las veces a conclusiones equivocadas. Cuando lo más fácil es creer lo que se ve a simple vista: que un animal más fuerte puede ocuparse de uno más débil necesitado de ayuda. De hecho, en el caso del ser humano, un comportamiento de este tipo se consideraría como especialmente altruista o sociable. Lo que podría venir a decirnos que los seres humanos deberíamos ir dejando nuestro menosprecio frente a los animales y nuestros prejuicios para con ellos. Una buena ayuda sería dejar de vernos como la cumbre de la creación, considerando que en más de una ocasión los animales demuestran tener valores más elevados de los que hemos desarrollado los seres humanos.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

Del programa: Noticias breves sobre el mundo animal 010

www.vida-universal.com

 

 

El becerro de oro es hoy indestructible

 

Si Moisés volviera hoy a traer a los hombres las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos podría romperlas hoy como antaño, pues desde los tiempos de Moisés apenas si han ganado en fuerza y cumplimiento. Sólo que Moisés hoy no podría destruir al becerro de oro, como lo hizo en aquel tiempo en el desierto, pues el becerro ha adquirido un valor de miles de millones, en comparación con los Diez Mandamientos de Dios. Las llamadas Iglesias cristianas han enseñado durante casi dos mil años un Dios que no existe. Fue y es una escultura nacida de la creencia pagana en dioses, y que fue esculpida y hábilmente ensalzada y comercializada.

Una gran parte de los hombres -sobre todo las personas que tienen en alta estima las tradiciones y siguen siendo prisioneras del egoísmo- han olvidado cómo se piensa de forma clara y lógica. Se han convertido en imitadores, que como los lemingos, hacen sin pensar lo que otros les muestran y prescriben, que por su parte son también prisioneros de la irracional fiebre tradicional de los sentidos. Quien no rompe la atadura de las tradiciones queda atado a los que propician las tradiciones, quienes en muchos casos creen hallarse en estado de santidad.

Quien por lo tanto se deja conducir por la tradición eclesiástica, es automáticamente partícipe de las huestes belicosas que torturan, matan, despedazan todo lo que se halla en y sobre la Tierra, es decir, que asesina - en aras de la tradición.

Vida Universal

www.vida-universal.org

 

 


domingo, 21 de septiembre de 2014

Artículos de opinión


 

 

También los ricos se hastiarán algún día de su poder

 

 

 

De Jesús de Nazaret hemos oído: "Si quieres ser perfecto vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven y sígueme. Porque Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de la aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos"».

 

En la historia de la humanidad siempre hubo ricos y en la actualidad aumenta el número de ellos, de la misma forma que muchas almas quieren volver a encarnar nuevamente en la Tierra, porque sus matrices están programadas en ese sentido. Un alma que no se puede separar de su dinero y de sus bienes, del prestigio y de la riqueza, una y otra vez alberga la esperanza de poder encarnar nuevamente en ese «oasis de bienestar». El alma que perteneció a uno de esos clanes de riqueza aspira repetidamente a encarnar en uno de los  así llamados, «clanes familiares acaudalados a largo plazo». Algún miembro del clan familiar, a través de un enlace matrimonial y del engendramiento de hijos, creará una nueva cuna para un alma que espera regresar donde ya vivió en una encarnación anterior, un entorno que considera «el tesoro más preciado».

 

Pero en algún momento la cuna para un alma tal, atrapada en su mundo de deseos, se tornará vacía, o es posible que una época de transformaciones le prive de la oportunidad de conservar el capital o incluso de aumentarlo. Qué duda cabe de que el engranaje del tiempo hará que ese «oasis de bienestar», el dinero y el patrimonio se conviertan en «érase una vez». Pues ningún alma atada a la Tierra puede a la larga conservar la riqueza del que fue su ser humano, ni puede exigirlo encarnándose repetidamente en el mismo clan. En algún momento el ser humano sufre, y después de abandonar el cuerpo, sufrirá el alma. En algún momento se hastiará de ser una persona con poder.

 

Toda persona tiene que recorrer su camino individual de vida, con ello cada alma está a merced de sí misma hasta que comprenda lo que significa la vida, y que sin el «olvido» de los placeres humanos no se puede recorrer el camino de la liberación. Para ello una buena ayuda sería considerar desde una mayor distancia lo que nos ocupa día a día, los sucesos y situaciones, las aspiraciones de poder y el ejercicio del mismo.

 

La palabra que conduce a la vida es el camino de la Verdad. Sólo hay una Verdad, que es Dios, y Dios es ilimitado. En el origen de nuestra alma somos seres divinos, es decir, seres espirituales, que no están atados ni a tiempo ni a espacio. Cada ser espiritual es en la misma medida heredero del Reino de Dios y de ese modo, libre, ilimitado y si restricciones. El cuerpo espiritual del ser divino es la ley eterna, Dios, la ley eterna comprimida. Por esa razón es divino.

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa para radio y TV: El Camino del olvido

www.vida-universal.org

 

El Banco Vaticano: 20 años de escándalos

 

 

El periodico italiano La Republica publicaba hace unos años un interesante artículo sobre el Instituto para las Obras Religiosas, lo que se conoce como el Banco Vaticano. Allí se explicaba que la sombra del Banco IOR está presente en muchos escándalos de los últimos 20 años, pudiendo ser uno de los principales destinos de blanqueo de dinero.

 

El artículo que llevaba el titulo de "Escándalos y negocios misteriosos" denunciaba que «La Iglesia es la única religión que dispone de una doctrina social en la lucha contra la pobreza y la satanización del dinero», pero también la única religión con un banco propio, aunque secreto, quizás porque los destinos de semajante fortuna podrían ser sospechosos.

 

Jesus dejó una frase que parece haber sido olvidada: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre el reino de los Cielos", sin embargo el estado Vaticano con un producto nacional bruto de más de 407.000 dólares per cápita, es el Estado más rico del mundo. A través de este ojo de aguja pasan increibles y turbios capitales, y las inversiones podrían ascender a 5.000 millones de Euros.

 

Se podría pensar que después del escándalo del asesinato de Calvi, El Vaticano se habría reformado. Pero no, incluso es posible que tal como hacen con todo lo que llevan entre manos, califiquen estas operaciones de cristianas, cuando lo cierto es que Jesús de Nazaret dejó un claro ejemplo: "Ve, vende todas tus poseciones, repartelas entre los pobres y luego sígueme".

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

www.vida-universal.org

 

 


domingo, 14 de septiembre de 2014

Artículos de opinión


 

 

 

¿Cuándo habrá paz para los animales?

 

 

 

Volver a recuperar la relación con los animales, especialmente con los animales en los bosques y campos, es decir conseguir interrelacionarnos con ellos, se producirá cuando el ser humano cambie su percepción y relación para con los animales. Para ello sería especialmente importante dejar de cazarlos, un enorme paso para que los animales pierdan el miedo al ser humano y recuperen así la confianza en él. Con el tiempo podríamos conseguir acercarnos a ellos, pues ellos sabrán que ya no les queremos hacer daño, con esto además de poder observarlos mejor, podríamos lograr una relación más cercana.

 

El ser humano se considera a sí mismo como antiguo recolector y cazador. Lo de recolector hace mucho que dejamos de serlo, ¿por qué no lo de cazador? ¿No será que la caza es una forma de ir a la guerra, tal como dijo el famoso poeta alemán Goethe? Lo cierto es que en la actualidad da la impresión que cada vez más personas notan que esto es así, es decir que se trata del gusto por matar, pues ciertamente la caza tal y como la defienden los cazadores, no controla la población de animales, ésta se ha regulado sola desde tiempos inmemoriales.

 

Pues bien, si abandonamos definitivamente la edad de piedra y nos comportamos como personas civilizadas, también respecto a los animales, pronto percibiremos que es un anacronismo que haya personas en pleno siglo XXI que practiquen hobbies tan sangrientos y arcaicos como la caza. Y para quienes arguyen que los animales son solo animales, se les podría decir que ya la ciencia ha constatado que al igual que los seres humanos, los animales sienten dolor.

 

Con toda razón, cuando se contempla la exposición de cadáveres de animales que se realiza en algunos países durante la festividad de san Huberto, en la que se bendicen los animales cazados, muchas personas se preguntan ¿cuándo entrarán los seres humanos en razón y viviremos en la Tierra en paz con los animales? Un buen comienzo para ello sería seguir el ejemplo del citado santo cuya leyenda cuenta que un día de viernes santo, en la cornamenta de un ciervo que se detuvo ante él, el conde Huberto contempló una cruz radiante. En ese momento interpretó que era una advertencia de Cristo para que dejara de cazar, y así lo hizo para el resto de su vida. Sin embargo los cazadores actuales, en vez de seguir el ejemplo de su patrón, incomprensiblemente lo reclaman cada año para bendecir sus sangrientas cacerías así como a las presas abatidas.

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

          Del programa para radio y TV:  Naturaleza sin caza

www.vida-universal.org

 

 

 

La profunda indiferencia sobre Dios

 

 

Hay científicos que creen que pueden crear vida, pero pocos se paran a pensar que sin la sustancia base de la vida no pueden crear ninguna forma de vida. El ser humano puede matar, pero no crear vida. Él mata a seres humanos, destruye la naturaleza y maltrata al planeta Tierra, por lo que en algún momento habrá un cambio, pues tal y como el ser humano es hoy día no puede existir a la larga y no será sustentado por el Espíritu de Dios, que también es la vida sobre la Tierra.

 

El ser humano visto en general se ha alejado mucho de Dios. Con sus esquemas de pensamiento primitivos ha suprimido también la voz de su conciencia. Debido a su falta de conciencia, destruye lo que le estorba para disfrutar y vivir sin impedimentos aquello que él llama "vida".

 

Muchos reflexionan acerca de Dios que es la vida y analizan también al ser humano, encontrando raras veces cosas buenas en él. El cerebro del ser humano no está entrenado, por eso muchas células cerebrales están sin utilizar. Toda la existencia terrenal del ser humano transcurre año tras año por carriles estrechos, con estrechez de miras en la forma de pensar, hablar y obrar.

 

Cada cual piensa sólo en sí mismo y quiere lo mejor para sí mismo, los demás le dan igual. Una y otra vez transcurre todo según el mismo esquema, siempre pensamientos y palabras iguales o parecidos, centrados en la materia, en el mundo, egocéntricos, intelectuales. La realidad del Espíritu que lo traspasa todo es excluida. También el comportamiento del ser humano está en muchos casos marcado por esta forma externalizada de pensar y hablar. Esto no tiene nada que ver con la vida, es un mero vegetar. Ésta es la causa, entre otras, de la indiferencia y de la dejadez en lo que concierne al pensar, al investigar y a la búsqueda más profunda de Dios.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

www.editorial-la-palabra.com

 

 

 


domingo, 7 de septiembre de 2014

Artículos de opinión


          Cuantos más jabalís se cazan más se reproducen

 

 

 

En ocasiones los cazadores defienden su actividad alegando que se deben controlar las poblaciones de animales salvajes para evitar su superpoblación. Sin embargo si se dejara de cazar, las poblaciones de animales se regularían por si solas, incluso descenderían, lo contrario de lo que sucede en la actualidad, ya que los contingentes de animales salvajes crecen descontroladamente a causa de la caza. Esto a su vez causa perjuicios en las cosechas, lo que desemboca nuevamente en más cacerías. Esto que parece contradictorio podría ser una solución ante las quejas de los agricultores.

 

Un estudio realizado en el estado federal de Baviera (Alemania) demuestra que la caza de jabalís ha aumentado de 5.000 a 60.000 ejemplares en pocos años. Sin embargo, la población de estos animales en vez de descender ha aumentado y sigue aumentando, lo que conlleva a que curiosamente el número de cazadores también haya aumentado en el mismo periodo de tiempo. Lo que el conocido zoólogo y ecólogo Joseph H. Reichof explica de la siguiente forma: "Cuantos más jabalís se cazan, tanto más se reproducen". En la conferencia que dio en la Universidad de Basilea en octubre de 2013 dijo literalmente: "La caza no regula sino que crea existencias elevadísimas y oprimidas".

 

Un estudio francés del año 2009 llega a la misma conclusión. Sabrina Sawanti, científica e investigadora, comparó una zona francesa de caza en un período de 22 años con otra zona de los pirineos donde apenas se caza. De dichas observaciones obtuvo los siguientes resultados: «Cuando aumenta la presión de la caza, la fertilidad de las jabalinas es mucho más elevada en las zonas en las que se practica la caza. Además, con la caza intensiva se adelanta la madurez sexual, que se alcanza a finales del primer año de vida, de modo que jabatas jóvenes quedan preñadas. En las zonas donde hay menos cazadores el índice de reproducción de los jabalíes es más bajo, puesto que la madurez sexual de las jabalinas llega más tarde.» Con dicho estudio quedó demostrado que la intensa reproducción de jabalíes no solo depende de facilidad para obtener alimento, sino en gran medida de la forma en que se practica la caza.

 

Por suerte existen cada vez más estudios que demuestran que sin la caza se puede restablecer un equilibrio natural. Esto se ha podido comprobar en el parque natural italiano  de Gran Paradiso o en el parque nacional suizo de Graubunden, también en el cantón de Ginebra donde la caza está prohibida desde 1974. Allí los animales se comportan tal como lo hacían antes de que allí se practicara la caza, es decir las poblaciones se regulan de forma autónoma y sin la intervención del hombre. Y lo que es más interesante: los animales van perdiendo su temor al ser humano, con lo que los seres humanos tenemos la gran oportunidad de percibir otras correlaciones de la naturaleza, las que no obstante son imposibles cuando se practica la caza, porque ante el miedo a ser cazados, los animales se vuelven nocturnos y son imposibles de divisar de día.

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959R)

Del Programa para radio y TV: Naturaleza sin caza

www.radio-santec.com

 

 

 

"Todo para mí a cualquier precio" tiene consecuencias

 

 

Las personas queremos que todo nos vaya bien, queremos tener una buena vida, una vida sana, también logros, éxitos y bienes, no importa a qué precio, ni si hay que explotar y saquear a la madre Tierra, "todo para mí", sin embargo tratamos a los animales de un modo brutal y malintencionado, olvidando que ellos sienten como nosotros las personas. El ser humano es hoy día cruel e insensible y ante el dolor de los animales, ante la crueldad de los mataderos, suele mirar hacia otro lado, por lo que habría que preguntarse si esto no es ya una especie de esquizofrenia.

 

El querer todo lo bueno para mí pero causarle sólo lo malo a la naturaleza y a los otros seres vivos del planeta no parece muy ético. Quizás no sea extraño que la naturaleza cada cierto tiempo devuelva el golpe de este modo. La Regla de oro de Jesús de Nazaret que dice: haz a tu prójimo lo que te gustaría que te hicieran a ti, que es lo mismo que decir: no hagas a tu prójimo lo que no te gustaría que te hicieran a ti, podría otorgarnos la medida justa para ser más respetuosos también con la Madre Tierra y con los animales.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

                                                                                                                                                          www.radio-santec.com