lunes, 28 de septiembre de 2015

Artículos de opinión


 

El mar subirá un metro durante este siglo

 

 

 

El grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático ha pronosticado ya cifras aproximativas sobre los efectos que se podrán sentir en el planeta. En el mejor de los casos la temperatura subirá entre 1,1º y 2,9º Celsius. Pero entretanto han surgido nuevos reconocimientos que muestran que el desarrollo del clima ha tomado una dirección más drástica de lo que fue pronosticado en el informe climático.

 

Las señales que indican que la humanidad ha llegado al límite del punto sostenible del clima, o que incluso ya lo ha sobrepasado, son evidentes. Se ha corroborado que la subida del nivel del mar, que los expertos habían calculado en 59 cm., será mucho más dramática ya que el deshielo se está produciendo más rápido de lo que se había pronosticado. El director del Instituto de Postdam para la investigación del clima, el profesor Joachim Schellenhuber, dijo: «En realidad, tenemos que prepararnos para un aumento del nivel del mar de 1 m. durante este siglo».

 

Alguno opina que es mejor no pensar en un futuro tan pesimista, pues es posible que las cosas no se pongan tan mal. Sin embargo no hay nada que indique que todo vaya a ir a mejor. Pero ¿por qué no se reconoció a tiempo el peligro de la catástrofe climática, el peligro de la quiebra del sistema económico mundial, el problema del hambre o el de la inmigración? ¿Nadie advirtió a tiempo sobre los comportamientos que estaban llevando a la humanidad a un callejón sin salida? Algunos científicos de forma aislada advirtieron de los peligros que conlleva la explotación abusiva de la Tierra, sin embargo apenas fueron escuchados.

 

No obstante de otra fuente llegaron en los últimos 37 años advertencias muy precisas y fundamentadas, pues nos encontramos en un cambio de era y como en todos ellos ha habido profetas y personas iluminadas que advirtieron a la humanidad sobre aquello que se avecinaba, hoy también es así. A través de Gabriele, la profeta de Dios para nuestro tiempo, Él ha advertido a la humanidad con precisión llamando a cada persona a realizar un cambio interno en sí mismo. Hoy toma más que nunca validez la frase: «Que se salve quien quiera dejarse salvar antes de que este mundo se acabe».

 

 

Mª José Navarro (24764815w)

Del programa: "Que se salve quien se quiera dejar salvar"

www.radio-santec.com

 

 

 

Los alimentos transgénicos, un alud impredecible

 

 

 

Nuestro material genetico está relacionado de alguna forma con nuestra alma, es como una sintonía de vibración. La persona se encarna en un cuerpo que se adecúa a su estructura anímica. Ahora bien, si en un período de 30 ó 40 años acogemos en nuestro cuerpo un material alimenticio ajeno, la estructura genética no se transformará de forma natural, sino que se transformará de forma artificial. ¿Qué sucede entonces con el nivel de los sentimientos? ¿Estaré aún en condiciones de sentirme a mí mismo, o de sentir qué alimentos tengo que tomar y cuáles no ? Algo que los animales pueden hacer.

 

A las personas se nos dio la Tierra, toda la naturaleza, y se nos regaló alimentos con los cuales hemos vivido sanos desde hace miles de años, sin embargo ahora de pronto, creemos poder mejorar la Creación de Dios y ponernos por encima de Él sin saber el alcance de nuestras manipulaciones. Posiblemente lo que hayamos echado a rodar sea como una avalancha, como un alud que no podremos detener. ¿Qué ocurrirá si dentro de 10, 20 ó 30 años nos damos cuenta de que era una equivocación? ¿Qué dirán entonces los científicos?

 

Ése es el motivo por el cual los cristianos originarios tenemos una forma pacífica de cultivar la Tierra, que está libre de tecnología genética, exenta de venenos agrarios y de abonos artificiales, tampoco practicamos la explotación ganadera. Y todo simplemente porque apreciamos a la madre Tierra, porque la cuidamos y no la queremos manipular.

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W9

De la revista La Fundación Gabriele

www.nueva-jerusalen.tv

 

 




domingo, 20 de septiembre de 2015

Artículos de opinión

 

 

El éxodo jamás registrado se espera para 2070

 

 

 

El Instituto de Postdam ha pronosticado un aumento del nivel del mar de 1 metro de altura para este siglo. Lo que significará para un país como Egipto, donde doce millones de personas vivien en las inmediaciones del delta del Nilo, que con un aumento tan sólo de la mitad, es decir, de 50 cm., toda esa población tendría que trasladarse al interior del pais huyendo de las aguas. Sí la subida fuera de 1 metro, setenta millones de personas en Bangladesh serían las que huirían de las inundaciones.

 

La OECD, que es la organización para la cooperación y el desarrollo económico, pronostica que para el año 2070 se producirá un aumento considerable de la población en las grandes urbes costeras, con lo que de producirse una subida del nivel del mar de tan solo 50 cm., serían casi 700 millones de personas las que se verían afectadas. ¿Pero qué sucedería de derretirse todo el hielo acumulado en los glaciares, en el antártico y en el ártico? Según la NASA se produciría un aumento del nivel del mar de 70 metros. De descongerlarse tan solo  Groelandia, estariamos hablando de 7 metros. Pero sea cual sea el aumento del nivel del mar, lo que sí es seguro es que se originarán cientos de millones de desplazados y refugiados, es más, podría tratarse del éxodo de pueblos más grande jamás registado en la Tierra, con los consiguientes conflictos, guerras y enfrentamientos.

 

Según un estudio de Adena del año 2006, se prevé que entre el 30-60% de la sabana amazónica se convertirá en estepa y la Cordillera de los Alpes mantendrá sus glariares sólo  hasta el año 2070. De producirse un aumento de 3ºC, en los Alpes desaparecerá el 80% de los glaciares. Aunque algunas voces afirman que todo esto sucederá antes de lo previsto. Lo cierto es que los mismos expertos en la materia concluyen que el cambio climático se sucede cada vez más rápidamente.

 

Un estudio publicado en la revista "The Lancet" venía a decir que en los próximos decenios tendrán lugar enormes olas de calor en Estados Unidos y en Europa. Y especialmente afectadas por esto serán las personas que viven en grandes ciudades, porque viven en zonas más densas de población, y curiosamente aumentarán las enfermedades infecciosas originarias de los trópicos y la proliferación de insectos de otras latitudes.

 

No obstante, y aunque estemos expuestos sin amparo a un grave desarrollo de los sucesos, existe aún alguna posibilidad a la mano de cualquiera con la que poder contrarrestar una cadena de acontecimientos apocalipticos. Se trata de renunciar al consumo de carne, pues tal como la Organización Mundial para la Alimentación (FAO) ha confirmado, el 18% de las emisiones de efecto invernadero se producen por la ganadería intensiva. Un sector que se halla cinco puntos por encima en el promedio de emisión de todo el transporte terrestre, marítimo y aéreo junto.

 

Además esta reducción del consumo de carne sería beneficiosa para la solución del gran problema del hambre mundial, ya que la mayor parte de la cosecha de cereales se utiliza para la alimentación del ganado, necesitándose entre 7 y 16 kilos de cereal para producir 1 kilo de carne. Pero ¿cuántas personas podrían alimentarse con ese cereal? Por otra parte el consumo de carne es uno de los principales motivos para la tala de selva tropical, ya que aproximadamente el 90% de la superficie talada se utiliza para el cultivo de soja, como zona de pasto o para la obtención de aceite de palma. Pero el número de personas que muere de hambre ha aumentado con respecto al año pasado, se ha pasado de 848 a 923 millones de personas muertas por el hambre o sus consecuencias.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "Cambio climático"

www.radio-santec.com

 

Cada alteración en la Tierra produce un cambio en el ser humano

 

 

 

Los cuatro elementos forman el sistema de respiración de la Tierra. Si este ritmo regular es perturbado vez por el ser humano, con el correr del tiem­po todo el organismo terrestre será altera­do. A raíz de esto tanto los campos magnéticos de la Tierra, como las corrientes magnéticas se­rán influenciados. Y a su vez cada cambio en la Tierra produce un cambio en el ser humano, en el mundo ani­mal, vegetal y mineral.

 

Lo que sucedió en tiempos remotos sucede tam­bién actualmente: quien altera las siete fuerzas básicas del infinito por medio de pen­sa­mientos erróneos y de un modo de actuar contrario a la ley, crea disonancias no sólo en la Tierra, sino también en sí mismo.

 

Las constantes interacciones, las disonancias en todas las formas de vida tu­vieron influencia en el curso del tiempo en los seres humanos, en los reinos de la natu­ra­leza y en todo el sistema solar. Debido al comportamiento contrario a la ley, por el cual se abusó y se abusa de las fuerzas cósmicas, se produjeron agrietamientos polares, erupciones y cosas semejantes. La Tierra no se tranquilizó ni ha llegado a tranquilizarse inclu­so en el tiempo actual.

 

Quien interviene en las leyes cós­micas y las altera, crea disonancias en todos los planos de vida de la Tierra. Debido a que cada pensa­mien­to, cada palabra y cada acto es energía y como ninguna energía se pierde, tanto la positi­va como la negativa, recaerá entonces sobre el cau­sante, o sea sobre el hombre y sobre su alma.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

www.editorialvidauniversal.com

 



domingo, 13 de septiembre de 2015

Artículos de opinión


 

¡Hombre no te confíes! Da un giro hacia lo bueno

 

 

 

El hombre puramente intelectual y racional no posee La Inteligencia, es decir la fuerza de la conciencia despertada. En él la inteligencia divina está todavía oculta en su mayor parte, que es el Logos que sabe de todas las cosas y que eleva al hombre a la sabiduría verdadera y a la ética y moral elevadas, a la vida desinteresada.

 

A algunas personas durante esta vida terrenal les afecta el destino, es decir en ellas se han hecho efectivas las causas que estaban latentes en ellos hasta ahora. Otros sin embargo caminan aparentemente por la vida terrenal sin preocupación, sin que les afecten las causas que quizás todavía yacen en sus almas. Esto hace que un hombre a pesar de su alma ensombrecida puede poseer en esta vida todo lo que desee, y satisfacer así todas sus apetencias en la creencia de que los buenos espíritus están de su lado, lo que no significa que sea así a pesar de que su vida terrenal todavía no demuestre ninguna carga. En algún momento las cargas pueden activarse en su alma y en los astros de registro, en el caso de que no las haya reconocido y purificado a tiempo, de forma que se harán efectivos en él golpes del destino, enfermedades, problemas o accidentes.

 

Un hombre que por el momento no reconoce los efectos de las causas que todavía descansan latentes en su alma puede, a pesar de ello, trasformar su vida terrenal de forma provechosa para el desarrollo de su alma, si vive y actúa según el mandamiento del amor desinteresado. Lo bueno que realice y cumpla se reflejará como luz en su alma y podrá iluminar muchos ensombrecimientos que yacen todavía en lo profundo, incluso podrá disolverlos parcial o totalmente. Este hombre ya no tendrá que sobrellevar ni sentir todos los efectos que tendrían que haber ido surgiendo en él.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

            De la Publicación: "Lo qué comes y cómo comes muestra quién eres"

www.editorialvidauniversal.com

 

 

 

 

 

 

¡Ponte en seguida a buenas con tu adversario!

 

 

No deberíamos dejarnos engañar por las beaterías hipócritas de las que se leen en más de un epitafio y que dicen cosas como estas: "Reposa junto a Dios" o "Ya ha hallado la paz". No crea tampoco en los sonoros sermones del sacerdote que ante la tumba ponen el teatral punto final, diciendo: "Dios ha devuelto a Fulano al Hogar".

 

En el Apocalipsis de San Juan está escrito: "Luego oí una voz que decía desde el Cielo: dichosos los muertos que mueren en el Señor. Desde ahora, sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, porque sus obras les acompañan". Pero ¿cuáles son esas obras que acompañan al alma? Son los malos actos que están esperando ser purificados. Es así de sencillo: ¡tras el fallecimiento, el alma es lo que antes fue su ser humano! No se ha vuelto divino tan sólo por fallecer.

 

Tras el fallecimiento del cuerpo físico las obras del ser humano permanecen en su alma como correspondiente impronta, a menos que la persona haya reconocido a tiempo su comportamiento negativo, muchas veces bestial y sus vicios y los haya remediado dando los pasos que Jesús de Nazaret indicó: "Ponte en seguida a buenas con tu adversario mientras vayas aún de camino con él, no sea que te entregue al alguacil y este al juez, y termines en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo".

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W) 

Del libro: "Horror astral"

www.editorialvidauniversal.org

 

 

 

domingo, 6 de septiembre de 2015

Artículo de opinión


 

 

Ha llegado la hora de pensar de forma altruista

 

 

 

Las consecuencias de nuestro comportamiento como seres humanos en la Tierra, por ejemplo la destrucción de nuestro medio ambiente, el cambio climático, el derretimiento de los polos y las consecuencias que esto acarreará, han de verse desde una perspectiva mucho más a largo plazo de lo que nos podemos imaginar hoy. Pues incluso la ciencia actual no puede comprender del todo lo que a través de otras fuentes, por ejemplo la profecía para el tiempo actual, nos ha venido manifestando y con ello advirtiendo desde hace casi 40 años. Por ejemplo que las enfermedades tienen que ver con la destrucción del planeta Tierra, y que si a los animales les va mal al ser humano también le irá mal. Por otra parte si destruimos los campos magnéticos de la Tierra, destruimos también nuestro cuerpo. Correlaciones sobre las que deberíamos reflexionar.

 

El hombre es una parte de la naturaleza, un componente de la Tierra. Por eso para toda persona que piense sensatamente debería ser lógico entender que lo que hacemos a la Tierra, nuestro lugar de origen, nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. Por eso es hora de pensar más allá de nuestra propia existencia limitada, pues con nuestra actuación descontrolada influimos en la vida de millones de animales, influimos en el clima, en nuestra propia alimentación y con ello en nuestra salud y enfermedad, y sobre todo influiremos en la vida futura del planeta y de las generaciones venideras.

 

Una y otra vez escuchamos que las ballenas encallan en las playas, que las aves migratorias pierden su orientación en sus rutas migratorias o que bandadas de insectos se desorientan, comportamientos extraños que vienen provocados por la alteración de los campos magnéticos que sirven a los animales a modo de brújula. ¿Somos acaso conscientes de que ejercemos una enorme influencia sobre todo lo que acontece en la naturaleza, y que sin embargo somos incapaces de corregir las consecuencias?

 

Sin ir más lejos la energía atómica y el almacenamiento de sus desechos radioactivos está tomando una dimensión que escapa a nuestro control, un problema que se desborda a pesar de que es apenas perceptible para el ciudadano de a pie. Sin embargo tendrá consecuencias por siglos, por milenios o tal vez por millones de años, épocas en las que nuestros descendientes tendrán que sufrir las consecuencias de nuestro egoísmo, falta de altruismo y de sentido común. ¿No es acaso tiempo de pararse, reflexionar y cambiar la hoja de ruta de la humanidad?

 

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "Siembra y cosecha"

www.radio-santec.com