domingo, 30 de agosto de 2015

Artículos de opinión

El magnetismo terrestre influye en nuestra salud

 

 

 

La mayoría de las personas no poseemos información precisa sobre cuánto tiempo dura la radioactividad una vez escapada al medioambiente. Los recurrentes informes y estudios realizados en Chernóbil nos sirven para saber que hoy, casi treinta años después del accidente nuclear, aún muchas clases de hierbas y hongos están contaminados en las inmediaciones del escape radioactivo. Incluso en el sur de Alemania hace diez años aún se podían encontrar castañas silvestres y carne de jabalí altamente contaminada por la radioactividad.

 

Sin embargo existe otra irradiación también invisible y de la que sabemos menos aún: se trata del magnetismo. Sobre esto se dijeron cosas muy interesantes provenientes de otra fuente, por ejemplo a través de la manifestación divina dada a través de Gabriele para el tiempo actual, y esto en una época en la que apenas se sabía nada al respecto. Por ejemplo en el libro 'Origen y formación de las enfermedades' se pudo leer hace aproximadamente 25 años lo siguiente: «Los campos magnéticos terrestres traspasan toda la materia, todo organismo, toda planta y toda piedra. Todo lo que hay en la Tierra está sometido a la influencia de los campos magnéticos».

 

Hoy día se sabe que los campos magnéticos tienen una influencia mucho mayor de lo que se creía sobre los organismos vivos ya sean plantas, animales o personas, mucho más grande que la de todos los campos eléctricos. Un campo magnético débil puede producir en el cuerpo efectos muchos más intensos que un campo eléctrico fuerte. No hay que obviar que cuando suceden perturbaciones importantes en el campo magnético terrestre, aumenta el número de personas que ingresan en centros psiquiátricos y también el de personas que sufren ataques de epilepsia.

 

Cuando tuvieron lugar las llamadas tormentas geomagnéticas aumentaron los casos de personas con problemas de salud, por ejemplo en el ámbito de las enfermedades circulatorias y cardíacas, en forma de dolores de cabeza, perturbaciones del equilibrio, alteraciones del sueño, aumento de la tensión ocular, etc. Además se observa un aumento de las perturbaciones psíquicas violentas como criminalidad, agresividad, miedo, depresión, falta de concentración y de memoria. De hecho existen estudios publicados en los últimos años que demuestran que durante las tormentas geomagnéticas aumenta la tasa de suicidios.

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa: «Siembra y cosecha»

www.radio-santec.com

 

Toda nuestra vida está registrada ¿Por qué?

 

 

Nada de lo que nos sucede nos es ajeno, es decir ni es casualidad ni los causantes son los demás. Solamente nos sucede aquello que en vidas anteriores habíamos grabado en los astros, en la computadora cósmica, y que hemos de reconocer y purificar en esta vida terrenal. Esto significa que la irradiación de aquellos planetas que llevan una parte determinada de nuestras causas y que se han activado, nos conduce a la encarnación. Por lo tanto nosotros siendo almas traemos el plan de vida activado, en el cual está contenido el plan de construcción del cuerpo.

 

Somos nosotros mismos los responsables por nuestra vida en la Tierra. Lo que sembremos también lo cosecharemos. Si nos comportamos de forma insensata actuando contra nuestra herencia divina, la ley del amor a Dios, al prójimo y la libertad, tendremos que soportar también lo que resulta de ello. El destino de cada uno se compone de su sentir, percibir, pensar, hablar, querer y hacer individual. No se graba el pensamiento o la palabra "adornada" sino los contenidos. Todo lo que introducimos en nuestros sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras y actos son los elementos que constituyen nuestro destino. Estos los almacenamos en nuestra alma y en los astros correspondientes.

 

Si nuestra alma vuelve a encarnarse se acoplará de acuerdo con su plan de vida a su árbol genealógico, a partir del cual se inicia su nuevo ciclo de vida con situaciones, problemas, avisos, destinos y encuentros con personas.

 

 

 José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación gratuita: ""El Profeta – Las piruetas de la vida"

www.ediorialvidauniversal.com

 

 

 




domingo, 23 de agosto de 2015

Artículos de opinión

La ciencia lo confirma: El ser humano es culpable

 

 

El ser humano pone cada vez más en juego su propia base existencial. Según un análisis de la asociación de protección del medio ambiente IUCN, la Tierra se dirige hacia una extinción masiva de especies. Sin embargo culpable de ello no es el cambio climático, que parece algo anónimo y ajeno a nosotros, como si el cambio climático fuera el asesino principal, cuando lo son la tala abusiva, la contaminación del medio ambiente y la sobrepesca, en definitiva el ser humano. Sobre la pesca incontrolada el periódico alemán SPEGEL ONLINE publicó al respecto: «Advertencias dramáticas de la ONU. Un 80% de las existencias pesqueras de los mares están esquilmadas o son explotadas hasta el límite, y la tendencia va en aumento

 

Sobre la crisis del hambre el periódico FOCUS ONLINE publicaba en Octubre de 2009 un artículo con el título: «Una de cada seis personas lucha por sobrevivir», donde se leía que a causa de la crisis financiera la situación de los países pobres ha empeorado. Más de 1000 millones de personas padecen hambre, no porque la Tierra no de suficientes alimentos para todos, sino por el desequilibrio a la hora de repartirlos. Los ricos se comen textualmente la comida de los platos de los pobres, es decir que nuevamente es el hombre el culpable.

 

En relación a los venenos medioambientales nuevamente FOCUS Online publicaba ya en 2008 una lista de los diez principales contaminantes a nivel mundial, entre los que se encuentran: basura radioactiva, aguas contaminadas de superficie y subterráneas, contaminación del aire en los edificios, envenenamiento por la explotación minera, la industria metalúrgica, contaminación del aire de las grandes ciudades etc. y de todo el causante una y otra vez, el hombre mismo. Es decir un número demasiado grande de causas provocadas por las personas que en algún momento y de algún modo tendrán su efecto.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

www.radio-santec.com

 

¿Cuántos palacios posee la Iglesia en Roma?

 

 

El Vaticano es propietario de tantos inmuebles que es mejor no hablar de ellos de forma individual, sino más bien de forma global o de ciudades o barrios. En Roma ¼  de la ciudad está en manos del Vaticano, así lo investigó Paolo Ojetti en la revista "L´Europeo" en 1977. El periodista Ojetti también investigó en Verona donde más o menos la mitad de las propiedades son de la Iglesia católica. Luego indicó que las listas de propiedades en otras ciudades deberían ser similares. Esto fue intolerable para el Vaticano, que calificó el artículo como confuso, irresponsable, escandaloso, anticlerical, inculto y tonto. Poco después el director de la revista fue despedido de forma inmediata. Max Parisi investigó 21 años más tarde para el periódico "La Padania" las circunstancias en torno a las propiedades en Roma, y en 1998 llegó a una conclusión similar. 

 

Estos inmuebles de valor incalculable se encuentran según sus investigaciones en las mejores zonas. Se trata casi de la mitad del centro histórico, donde posee más de 2.500 palacios. La totalidad de los inmuebles no aparecen en el registro de la propiedad, y Parisi se pregunta al final: "¿Qué relación guardan la fe y 160.000 millones en propiedades inmuebles?, ¿Qué tiene que ver Jesús de Nazaret con las viviendas más caras de Roma?"

 

Tan esclarecedores datos explica el sentido de la antigua profecía que dice que los romanos algún día se hartarán de tanta injusticia y los prelados tendrán que tirar sus sotanas al Tiber para no ser reconocidos.

 

 

José Vicente Cobo (45.277.997j)

www.freie-christen.com

 

 



lunes, 17 de agosto de 2015

Artículos de opinión


 

¿Cuándo reconoceremos a los animales su capacidad de sentir?

 

 

 

En la actualidad son pocos los científicos que atribuyen a los animales sentimientos, y los que lo hacen frecuentemente tienen que aguantar las burlas de sus colegas. Esto lo vivió en primera persona la investigadora Jane Goodall, cuando hace 30 años expuso el primer informe sobre la vida de los chimpancés en libertad. Ella misma expresó de la siguiente manera lo que vivió: «Yo cometí el peor pecado de los Fundamentos Biológicos de la Conducta, el antropomorfismo, es decir, la humanización de los animales».

 

La revista alemana Focus Online publicó un artículo titulado «Los sentimientos de los animales» en el que se lee lo siguiente: «Quien defiende este tema, arriesga su credibilidad. La dificultad está en el tema mismo, pues los sentimientos no se pueden medir con exactitud, están estrechamente relacionados con la experiencia personal y por eso se consideran como imposibles de explorar». Sin embargo ahora la ciencia está en proceso de apertura y transformación, habiendo cada vez más científicos progresistas que recorren nuevos caminos e investigan cada vez más en el mundo de los sentimientos en los animales.

 

Fras de Waal, un biólogo conductual holandés, atribuye a los animales incluso una instancia moral. En el Parque Nacional Tahi observó cómo los chimpancés se ocupaban unos de otros. Por ejemplo a uno que había sido herido por un leopardo le espantaban las moscas, curaban sus heridas e incluso tenían consideración a la hora de desplazarse.

 

Es realmente esperanzador que haya científicos que investiguen los sentimientos de los animales y que los expongan como hechos demostrados. Aunque lo verdaderamente positivo será cuando, de los resultados de estas investigaciones, los animales puedan obtener algún beneficio, por ejemplo que las personas encontremos una forma diferente de relacionarnos con ellos.

 

¿Pero qué sucedería si los seres humanos admitiéramos que los animales tienen sentimientos, que tienen la capacidad de sentir alegría y también dolor? ¿Qué sucedería si aceptamos que son capaces de amar y que poseen un sentido comunitario social-amistoso? Si admitiésemos todo eso estaríamos hablando de una revolución social, con ello ya no se podría practicar más la ganadería intensiva, ni criar animales para consumo humano, tampoco estaría permitido el maltrato animal de cualquier índole, ni tampoco habría transportes de animales de matanza, ni experimentación en animales, ni producción cárnica, ni granjas peleteras, ni caza, corridas de toros, ni espectáculos con animales.

 

Depende de cada uno de nosotros que este momento llegue pronto, es decir depende de que cada uno examine su postura frente a los animales y viva en consecuencia. Qué duda cabe de que para los animales no sólo sería un gran beneficio, además la humanidad daría un paso de gigante en cuanto al respeto, al amor y a la compasión. Sin lugar a dudas un enorme paso evolutivo.

 

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

Del programa: Animales y sentimientos

www.radio-santec.com

 

 

Los experimentos con animales no sirven para nada

 

 

 

Muchos animales son criados para experimentación porque los científicos son de la opinión de que los animales no poseen la capacidad de sentir. Con ello se persigue investigar determinadas enfermedades o probar en animales la reacción de medicamentos de nueva creación, y analizar así cómo reaccionan éstos. Se sabe que cuando los hombres reaccionan es que sienten, por lo que cuando los animales reaccionan, es que también sienten. Ellos de forma similar a nosotros sienten, sufren y tienen miedo ante la muerte antinatural.

 

El hombre se ha hecho culpable a causa de su comportamiento contrario a las leyes cósmicas eternas. Quien ha sembrado y siembra recogerá aquello que ha sembrado en el campo de su alma. La simiente se abre primero en su alma e irradia después a su cuerpo. Los efectos que se hacen notar en el cuerpo del hombre pueden ser enfermedades, padecimientos, golpes del destino, soledad, abandono y muchas cosas más.

 

¿Qué culpa tiene entonces el animal inocente si el hombre se autodestruye por sus propias causas, por su siembra negativa? ¿Pueden servir de algo los experimentos cuando las causas de la enfermedad del hombre no se encuentran en su cuerpo, si no en su alma que es desde donde fluye la enfermedad? Un medicamento testado en el cuerpo de un animal y aceptado como bueno, no puede curar la causa en el alma del hombre. Por ello ningún medicamento proporcionará verdadera y definitiva ayuda al cuerpo, puesto que las causas se encuentran en el alma.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "Tú, el animal. Tú, el hombre"

www.editorialvidauniversal.com

 

 

domingo, 9 de agosto de 2015

artículos de opinión


 

La energía nuclear de nuevo a examen

 

 

 

En 1986 explotó uno de los reactores de la central nuclear de Chernobil, un gigantesco accidente en el que escaparon a la atmósfera varias toneladas de material radioactivo, compuesto en parte por radioactividad muy concentrada. Dichas emisiones se extendieron hasta amplias regiones europeas, no sabiéndose con certeza cuántas personas han muerto a causa de la radioactividad escapada, pero se calcula que ya sólo en las regiones más próximas, es decir Bielorrusia, Rusia y Ucrania, entre 1990 y 2004 murieron más de 200.000 personas. Siendo muchísimas las que continúan enfermas, entre ellas muchas de cáncer.

 

En todo el mundo los reactores atómicos producen anualmente 8300 toneladas de material radioactivo, del que una parte es material altamente radioactivo, y el resto material de baja radioactividad. Hasta la actualidad se han producido 290.000 toneladas de residuos radioactivos de alta radioactividad y un número mucho más elevado de residuos de radioactividad inferior. Una cifra enorme cuyo potencial dañino no nos podemos ni imaginar.

 

La vida media (T½) es la cantidad de tiempo necesaria para la disminución, a la mitad, del material radioactivo, es decir, que la radioactividad total después de esta vida media se reduce a la mitad. Por ejemplo en la actualidad existen unas 1000 toneladas de plutonio, una de las sustancias más venenosas que existen. El plutonio tiene una vida medida de 24.000 años, un período de tiempo enorme. Por lo tanto las 1000 toneladas de plutonio se descompondrían tras ese período de tiempo, aunque después de 100.000 años contendrían aún 6 Kg. Parece una cantidad irrisoria, sin embargo con 6 kilos de plutonio se podrían  construir 1200 bombas o provocar cáncer de pulmón en 6.000 millones de personas. Se trata por tanto de un material altamente venenoso que el ser humano apenas puede dominar.


Por lo tanto en base a estos pocos datos aportados, ¿cómo se puede decir que la energía nuclear es la energía más limpia? Argumento al que echan mano actualmente los políticos para continuar con dicha actividad, a pesar de los riesgos que entraña. Naturalmente que hay que reconocer que las plantas nucleares como tal, producen un tipo de energía limpia, pero sólo mientras las sustancias radioactivas contenidas en el reactor nuclear se mantienen dentro del mismo, y siempre que la basura que genera no tuviera que ser depositada en ningún tipo de cementerio que no garantice, a la larga, la completa seguridad de que no escapará al medioambiente.

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa: «Siembra y cosecha»

www.radio-santec.com

 

 

 

 

 

El reloj de la humanidad está a punto de dar las doce

 

 

Una mirada real del mundo con sus sobredimensionadas catástrofes, nos demuestra que el hombre, convertido en rey de la cadena alimenticia, efectivamente lo ha hecho todo mal respecto al trato con la naturaleza y los animales. La factura de la naturaleza ya nos ha sido presentada y pronto vendrá el recibo. Pero allí donde la naturaleza exige pagos por las deudas acumuladas, se escucha siempre el clamor de por qué permite Dios algo así. Pero Dios no deja que sus hijos se aboquen sin más a las dificultades creadas por ellos mismos. Los seres humanos nos hemos apartado cada vez más del fondo primario de toda Existencia que está en cada uno, también de Dios quien quiere conducirnos. Y aunque Dios no pueda alcanzarnos porque hemos acallado nuestra conciencia, tampoco permite que Sus hijos humanos sucumban sin avisos ni advertencias ante el efecto de la ley de Siembra y cosecha.

 

Dios, el Eterno, nuestro Padre celestial, nos advirtió en todos los tiempo a través de hombres y mujeres iluminados y a través de Sus portadores de la palabra, los verdaderos profetas de Dios. Él llamó y llama a la humanidad, que está enredada en sus culpas, para que cambie su modo de conducirse. Así lo hace también en la actualidad, pues hace casi 40 años Dios llama a cada persona en este tiempo a través de Su instrumento, la profeta y enviada de Dios, Gabriele de Würzburg. Él advierte una y otra vez de las consecuencias de todas las obras que están contra Su ley de la vida. Ya en el año 1977 Cristo manifestó a través de la Palabra profética: «Son las doce menos cinco».

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

www.radio-santec.com

 

 


domingo, 2 de agosto de 2015

Artículos de opinión

 

La voracidad por la carne está consumiendo la selva virgen

 

 

 

La selva tropical es un sistema ecológico que en su mayor parte se ha mantenido intacto, es decir sin alterar por la mano del hombre, sin embargo el cinturón verde que antes rodeaba la Tierra ha sido reducido a mucho menos de la mitad desde comienzos del siglo pasado. Aún así las selvas tropicales siguen siendo los tesoros de la naturaleza, pues allí rebosa la vida, es decir allí se registra la variedad biológica más grande del planeta Tierra. Pudiéndose afirmar que aún hay muchas especies de animales y plantas por descubrir, un secreto que posiblemente se mantenga oculto para siempre, pues debido a la incursión hostil del ser humano en dichos ecosistemas, se calcula que posiblemente ya se han perdido más de 1 millón de especies, es decir 1 millón de plantas y animales que el ser humano nunca vio ni verá jamás. Cada año se siguen destruyendo superficies gigantescas de selva tropical. Según informes del Fondo Mundial para la Naturaleza se calcula que se destruye una superficie de entre 150.000 y 200.000 kilómetros cuadrados. Solo en Brasil desde hace 25 años esta cifra supone entre 15.000 y 30.000 km2 anuales.

 

Greenpeace dice que la mitad de la emisión de carbono brasileña proviene de la roturación a fuego de la región del Amazonas. Los terrenos ganados de este modo se aprovechan por unos pocos años, especialmente para el cultivo de soja y maíz, pero no para alimentar a la población de los países afectados, sino para obtener forrajes para la cría intensiva de millones de animales útiles en Estados Unidos, Europa y Japón.

 

Hace mucho tiempo que los animales de corral y de granja de Europa ya no reciben alimentos producidos en sus respectivos países. Por lo que se necesita que, a través de costosos transportes de mercancías de medio mundo, los cuales consumen grandes cantidades de energía, llegue el alimento suficiente que servirá para cebar a los animales que luego terminarán en la mesa del consumidor ávido del primer mundo.

 

Se podría decir por lo tanto que la voracidad del hombre por la carne está consumiendo  la selva virgen. Comer carne significa una destrucción consciente de demasiados medios nutritivos y un enorme desperdicio de agua. Por otra parte los científicos confirman que comer animales supone una contaminación extrema para el clima, mayor que la suma de todas las industrias y automóviles. A lo que hay que sumar el gas metano procedente de la panza de los animales, y el CO2 procedente de los excrementos.

 

Sin embargo alimentos vegetales como la soja y el maíz son alimentos muy ricos en proteínas, de los que los seres humanos se podrían alimentar directamente sin tener que dar ese enorme y costoso rodeo a través de la producción de carne, la cual demanda un caudal incalculable de recursos naturales. A esto hay que agregar que la alimentación vegetariana o vegana es mucho más sana y valiosa. Actualmente médicos y nutricionistas de todo el mundo documentan con precisión que los vegetarianos se enferman menos y en general viven más tiempo.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "La selva tropical"

www.radio-santec.com

 

 

 

 

 

¿Se debería reconsiderar el consumo de pescado?

 

 

 

El periódico alemán SPIEGEL publicaba ya en 2009 que las reservas de peces se agotan. De hecho la ONU advirtió sobre que los mares están esquilmados ya en un 80%, lo que ya confirman otras fuentes que presuponen que en el año 2050 no se verá un solo pez en el mar.

 

Desde hace algunos años se ha convertido en parte imprescindible de la dieta occidental los ácidos grasos Omega 3, sin embargo existen voces críticas que lo cuestionan. El Süddeutsche Zeitung publicó un informe científico que afirmaba que el pescado no es necesario para evitar enfermedades cardiovasculares, es decir que las supuestas bondades médicas del consumo de pescado estaría en entredicho. Esto significa que se podría eliminar el pescado del menú sin sufrir consecuencia alguna para la salud, lo que nos evitaría además absorber las grandes cantidades de mercurio que está siendo encontrado en los peces capturados. Y quien opte por recurrir al pescado de piscifactoría debería saber que no es la solución, además de que no se le hace ningún favor a los océanos, pues estos peces son alimentados con la harina obtenida de sus congéneres salvajes.

 

Existen indicaciones de que la humanidad está a punto de dañar gravemente los reinos naturales y la Tierra en su conjunto. Lo que significa que el ser humano no podrá tener la posibilidad de vivir una vida feliz en esta Tierra. Llegados a este punto se hace imprescindible un cambio en la forma de pensar y un cambio en la relación para con el Planeta Tierra.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

www.radio-santec.com