domingo, 9 de septiembre de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: 

                            Les envíamos esto dos artículos en la semana 36 de 2012,  para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815W

 

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La clave para salir de la rueda de la reencarnación

 

El ser humano no es otra cosa que una especie de vestido para su alma, formado por muchas capas. Una solidificación que reluce y cambia de matices según sea la carga del alma. Por eso los caracteres de los seres humanos son tan diferentes, ya que cada persona tiene sus propias cargas.

Después de la muerte, el alma pasa a los ámbitos del más allá. Si va a niveles inferiores porque está muy cargada, entonces se encuentra aún en la rueda de la reencarnación, del nacer y morir repetidamente. Si se ha tornado más luminosa asciende a niveles más altos, a los llamados niveles de preparación, para dirigirse paso a paso al Hogar eterno.

Ninguna energía se pierde, tampoco la energía de nuestros pensamientos, palabras o formas de actuar. Las energías que hemos emitido ya sean positivas o negativas, tienen un efecto en nosotros mismos, pues con ellas hemos impreso un sello en nuestra alma. Este sello o grabado energético permanece en el alma también después de la muerte. De hecho cada alma está envuelta por todos los grabados que como hombre realizó y a estas envolturas las llamamos «vestidos» del alma.

¿Pero cómo salimos del ciclo de morir y nacer, de permanecer al otro lado en los reinos de las almas, de volver a nacer y de volver a morir? El Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret es la clave, la norma de conducta ideal para nuestra forma de pensar y de vivir cada día.

 

 

Radio Santec

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Del vegetar al vivir

 

 

Hay científicos que creen que pueden crear vida, pero pocos se paran a pensar que sin la sustancia base de la vida no pueden crear ninguna forma de vida. El ser humano puede matar, pero no crear vida. Él mata a seres humanos, destruye la naturaleza y maltrata al planeta Tierra. En algún momento habrá un cambio, pues tal y como el ser humano es hoy día no puede existir a la larga y no será sustentado por el Espíritu de Dios, que también es la vida sobre la Tierra.

 

El ser humano, visto en general, se ha alejado mucho de Dios. Con sus esquemas de pensamiento primitivos ha suprimido también la voz de su conciencia. Debido a su falta de conciencia, destruye lo que le estorba para disfrutar y vivir sin impedimentos lo que él llama "vida".

 

Muchos reflexionan acerca de Dios, que es la vida y analizan también al ser humano, encontrando raras veces cosas buenas en él. El cerebro del ser humano no está entrenado, por eso muchas células cerebrales están sin utilizar. Toda la existencia terrenal del ser humano transcurre año tras año por carriles estrechos, con estrechez de miras en la forma de pensar, hablar y obrar.

 

Cada cual piensa sólo en sí y cada cual quiere sólo para sí mismo, los demás le dan igual. Una y otra vez transcurre todo según el mismo esquema, siempre pensamientos y palabras iguales o parecidos, centrados en la materia, en el mundo, egocéntricos, intelectuales. La realidad del Espíritu que lo traspasa todo, es excluida. También el comportamiento del ser humano está en muchos casos marcado por esta forma externalizada de pensar y hablar. Esto no tiene nada que ver con la vida, es un mero vegetar. Ésta es la causa, entre otras, de la indiferencia y de la dejadez en lo que concierne al pensar, al investigar y a la búsqueda más profunda de Dios.

 

 

Vida Universal

Teresa Antequera Cerverón

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