Estimados amigos:
Les envío este artículo de opinión de la semana 25, para que lo publiquen en su medio de comunicación.
Saludos de Mª José Navarro
DNI: 24764815w
¿Regresar a la Tierra o regresar al cielo?
Si Dios nos quitara de un plumazo nuestros pecados, ¿qué ganaríamos con ello? Si por ejemplo transformara en apacible a una persona violenta o si le quitara la culpa sin arrepentirse. Pues que sin propio razonamiento y reconocimiento esa persona no se enmendaría, y volvería a hacer lo mismo. Si Dios mantuviese apacible a la persona, el ser humano no sería más que una marioneta.
Cada uno se decide libremente por una nueva encarnación en un cuerpo físico o por el regreso al Hogar eterno. Por eso el Eterno nos enseñó a través de Moisés los Diez Mandamientos y por eso vino Jesús. Él nos enseñó el amor a Dios y el camino de vuelta al Padre. Si vivimos de acuerdo con los Mandamientos de Dios y con la enseñanza de Jesús entonces no son necesarias otras encarnaciones.
Y que sea repetido claramente una vez más: No es la voluntad de Dios que un alma pase por muchas encarnaciones. Su voluntad es que el hombre se purifique en cuerpo y alma en esta vida terrenal. ¡En la reencarnación no está implicada ninguna presión, sino el libre albedrío del alma! Cuanto más cargada de pecados esté un alma más se sentirá atraída a encarnarse en un cuerpo humano. Cuanto más luminosa se torne un alma en el cuerpo de un ser humano, menos pensará en una reencarnación después de la muerte del cuerpo, sino que hará todo lo posible por volver lo antes posible a la eternidad, a Dios.
Vida Universal
www.editorialvidauniversal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario