Los sacerdotes que abusan de menores asesinan su alma
El abuso sexual realizado por sacerdotes, tal como afirman las personas afectadas y también los terapeutas experimentados, es asesinar al alma, pero la iglesia intenta por todos los medios seguir diciendo que ellos, de alguna forma, están aliados con Jesús y eso es un grave engaño.
Por la percepción infantil de la posición sobrevalorada de un cura, cuando este hace algo así, el niño piensa que el buen Dios así lo ha querido, porque se trata del sacerdote, quien a los ojos del niño aparece como representante de Dios. Y las personas afectadas no podrán comprender ni siquiera a lo largo de toda una vida, cómo es posible que el buen Dios permitiera algo así, llegando a creer que El les castiga o les odia. Esas personas tendrán dificultades para volver a establecer una relación interna con el buen Dios, porque desde su más temprana infancia van arrastrando lo que él supuestamente les hizo.
La expresión «asesinato del alma» significa que será casi imposible para estas personas, volver a construir una relación de confianza con el buen Dios. Eso es lo más grave, es algo que se extiende a una dimensión existencial. Va más allá de lo que sucede cuando otra persona abusa sexualmente de un niño. Si lo hace el sacerdote, tiene un cariz que supera por mucho cualquier otro abuso sexual, pues se trata del asesinato del alma.
Radio Santec
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