domingo, 13 de octubre de 2013

Artículo de opinión

María, una víctima de la Iglesia

Una encuesta realizada en Centroeuropa vino a decir que el 83% de los alemanes y el 78% de los austriacos ya no creen en el dogma católico que dice que "Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo de la siempre virgen María". Algo que para una mente moderna y actual no deja de ser un disparate, de una dimensión semejante a la de la creencia en la condenación eterna de todos aquellos que no crean en ello.

Para la iglesia católica uno de sus pilares más importantes es la virginidad, esto quedó plasmado en un escrito de Juan Pablo II del año 1998 sobre la "Dignidad de la mujer", donde el pontífice manifestó que la novedad que trajo el cristianismo fue el mensaje principal de Jesús, es decir, la virginidad. Algo que dejó estupefactos a quienes realmente se consideran cristianos y seguidores de Jesús de Nazaret, puesto que la enseñanza principal de Jesús es la enseñanza del amor a Dios y al prójimo, así como las elevadas enseñanzas del Sermón de la Montaña, pero en ningún caso la virginidad, algo sobre lo que Jesús jamás habló.

La adoración de una virgen es cualquier cosa menos cristiano, es un concepto asimilado por la iglesia católica procedente del paganismo donde las madres-diosas eran habituales. En muchas religiones anteriores y/o coetáneas del cristianismo, la diosa pertinente daba a luz a un hijo sin participación de ningún hombre, por ejemplo la diosa egipcia Isis, quien dio a luz a Horus, igualmente también nacieron así Platón, Hércules y Alejandro Magno.

Pero Dios se atiene a sus leyes naturales, lo que significa que El no es un donante de semen, por lo que tuvo que ser necesaria la intervención de José, lo que viene a concluir que no hubo virgen alguna ni tampoco inseminación espiritual, todo sucedió de la manera más sencilla que la naturaleza ha previsto para las personas. Aunque para la Iglesialo sencillo no sea lo habitual, de hecho en la doctrina sobre el supuesto nacimiento de una madre-virgen se lee: «María concibió a la sombra del Espíritu Santo, sin embargo no se debe creer por ello que el Espíritu Santo sea el Padre del Hijo». Como se ve, ni rastro de claridad.

El dogma de la inmaculada concepción es algo que produce confusión incluso entre muchos católicos, además de que fue inventado por Pío IX en 1854; siendo raro que Dios necesitara 1900 años para manifestarle eso a un Papa. La pregunta al respecto es por qué no lo manifestó ya a Ana, la madre de María.

Erde und Mensch

Mª José Navarro

                                                                                                                                                                                                              24764815w

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