lunes, 17 de marzo de 2014

Artículo de opinión


 

Mejorar la comunicación con nuestras mascotas

 

 

El hombre que está enredado en su mundo del Yo vive vegetando. Con ello también se olvida del cuidado de sí mismo y de sus propias necesidades y así también del cuidado y las necesidades del animal que ha acogido en casa. El animal va viviendo entonces igual de embrutecido y pobre en comunicación que el hombre. A causa de este comportamiento aletargado, contrario a las leyes universales de la vida, muchos hombres no solamente se han olvidado de la vida con su prójimo y del estar a favor de él, si no que también han excluido de su interior a los reinos de la naturaleza. Así muchos hombres, animales, plantas y minerales se han convertido en prendas de uso corriente, en objetos que han sido y son utilizados, aprovechados y explotados.

 

A causa del egocentrismo de los hombres, es decir al tenerse en cuenta sólo a sí mismo, la comunicación positiva con el prójimo ha disminuido cada vez más. Pero la ley del amor desinteresado es la ley del servir a los demás, del estar con y a favor del otro, del regalarse y del recibir mutuamente. El Eterno no habló de explotación y brutalidad con respecto a todos y a todo lo que vive sobre la Tierra, ya Jesús de Nazaret dijo: “Aquello que hagáis a la más pequeña de mis criaturas eso me hacéis a mi”.

 

 

Maximiliano Corradi

De la publicación: “Tú, el animal. Tú, el hombre”

            www.editorialvidauniversal.com




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