Mejorar la comunicación con nuestras mascotas
El hombre que está enredado en su mundo del Yo vive vegetando. Con ello también se olvida del cuidado de sí mismo y de sus propias necesidades y así también del cuidado y las necesidades del animal que ha acogido en casa. El animal va viviendo entonces igual de embrutecido y pobre en comunicación que el hombre. A causa de este comportamiento aletargado, contrario a las leyes universales de la vida, muchos hombres no solamente se han olvidado de la vida con su prójimo y del estar a favor de él, si no que también han excluido de su interior a los reinos de la naturaleza. Así muchos hombres, animales, plantas y minerales se han convertido en prendas de uso corriente, en objetos que han sido y son utilizados, aprovechados y explotados.
A causa del egocentrismo de los hombres, es decir al tenerse en cuenta sólo a sí mismo, la comunicación positiva con el prójimo ha disminuido cada vez más. Pero la ley del amor desinteresado es la ley del servir a los demás, del estar con y a favor del otro, del regalarse y del recibir mutuamente. El Eterno no habló de explotación y brutalidad con respecto a todos y a todo lo que vive sobre la Tierra, ya Jesús de Nazaret dijo: “Aquello que hagáis a la más pequeña de mis criaturas eso me hacéis a mi”.
Maximiliano Corradi
De la publicación: “Tú, el animal. Tú, el hombre”
www.editorialvidauniversal.com
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