martes, 7 de octubre de 2014

Artículos de opinión


 

Cada ser humano forja su propia suerte

 

Precisamente en la época materialista actual, el ser humano se entrega sin reparo a las muchas ofertas orientadas a lo mundano. Inconscientemente y por desconocimiento se carga a sí mismo, es decir carga su alma, la que después de la muerte puede quedar atada a la tierra precisamente por dichas cargas, puesto que el mundo materialista de deseos es un grabado, una marca en la persona y en el alma. Este alma después de desencarnar y en base a las cargas que su ser humano le impuso, aspirará una y otra vez a una nueva encarnación es decir a tomar un nuevo cuerpo material para vivir como ser humano sus deseos y sus adicciones. Por eso los seres humanos deberíamos hacernos conscientes más a menudo de que lo igual atrae a lo igual, y que lo igual tiende hacia lo igual.

 

Si la persona no ha aprovechado su tiempo terrenal, es posible que su alma permanezca cercana a la Tierra después de la muerte, pues lo negativo que no ha sido trabajado es el futuro de la persona y de su alma. En los lugares de expiación el alma tiene que expiar a menudo dolorosamente aquello con lo que la cargó el ser humano y que permanece activo en ella. La contabilidad cósmica es exacta. El Debe y el Haber del ser humano y de su alma están en comunicación constante con el Universo y están registrados en el mismo. El Debe y el Haber es algo decisivo a cada instante, pues sopesa y mide. El pasado que el ser humano ha puesto en orden es el futuro del alma, cada ser humano es por tanto quien forja su propia suerte. Nadie puede imponer a otro su energía, pues lo que cada cual emite lo recibirá de forma justa él mismo.

 

Está escrito que el ser humano no debe engañarse, pues lo que él siembre es lo que cosechará. A menudo cada persona debería reflexionar acerca de la justa contabilidad de Dios, pues cada persona recibe únicamente lo que él mismo ha sembrado, sin embargo en ocasiones culpamos a Dios de cada golpe del destino, de cada contrariedad, sin embargo Dios no es el dios castigador de las iglesias.

 

Un peregrino que camina alerta por esta Tierra es consciente de que no existen las casualidades y de que todo tiene algo que decirnos. Él sabe también que un poder más elevado le asiste, de tal modo que le es posible arrepentirse y pedir perdón a tiempo sobre lo que aún está pendiente, y si además está dispuesto a no volver a cometer lo mismo o algo parecido, aquello que aconteció puede ser anulado o transformado en positivo. En este punto pueden servirnos las palabras de Jesús de Nazaret en su Sermón de la Montaña que dicen: "Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él de camino, no sea que tu adversario te entregue al juez y este al alguacil y termines en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de allí hasta haber pagado hasta el último céntimo".

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W )

De la Publicación: "La palabra de los astros al ser humano"

www.editorialvidauniversal.com

 

Volvernos altruistas para sanar

 

 

Los pensamientos negativos son fuerzas que tienen efecto sobre el sistema nervioso y el alma. Por consiguiente depende de nosotros lo que hacemos de nuestra vida. Del mismo modo actúan también sobre el sistema nervioso y el alma los sentimientos positivos de bondad, amor, amabilidad y benevolencia. Estos relajan los nervios y llevan a la armonía, purifican el organismo y dejan fluir en el cuerpo las corrientes donantes de vida. Así sentimos que los canales de vida están abiertos y las fuerzas de vida fluyen en el organismo.

 

Estas fuerzas sanadoras y de vida se vuelven efectivas en el organismo, lo desintoxican de tal manera que supera las influencias de una enfermedad. Un cuerpo enfermo puede transformarse en un cuerpo sano, comprobando que con Dios, con la energía divina, es más fácil vivir. Esto significa que si refinamos nuestros pensamientos, sí nuestro altruismo se mantiene durante todo el día, la corriente de fuerza transformará lo negativo, llenará el alma con luz y purificará el cuerpo de las sustancias dañinas, lo dejará volverse sano, lo sanará.

 

Para alcanzar una sanación interna duradera a través del Espíritu, el que busca sanación debería situarse en sensaciones y pensamientos en un ámbito superior y esforzarse en permanecer allí. Esto es lo que daba a entender Jesús de Nazaret con las palabras: "Tus pecados te son perdonados, ve y en adelante no peques más". Con  ello aludía a que cada enfermedad o sufrimiento son la consecuencia de infracciones contra las leyes divinas.

 

José Vicente Cobo (45277997j)

www.vida-universal.org

 

 

¿Y sí de verdad no somos de este mundo?

 

 

 

La búsqueda de amor, acogimiento y hogar tiene siempre un motivo profundo, mas en este mundo jamás nos sentiremos acogidos, porque no somos de este mundo. Millones de personas buscan el acogimiento en la pareja y en la familia y la mayoría cree que sentirse acogido en el matrimonio o en la familia es lo mismo que haber alcanzado un puerto seguro de plenitud, hogar y acogimiento. La mayoría de las personas buscan en los demás aquello que ellos mismos no tienen. Proyectan todos sus deseos a unos cuantos aspectos que el otro parece poseer y creen que con esta persona que representa la imagen de sus deseos. La realidad es que el hombre sólo atrae lo que él mismo es y no lo que quiere tener, puesto que lo igual atrae siempre a lo igual.

 

Sea como fuere, muchas personas mayores están solas. En lugar de haber logrado sentirse acogido se está expuesto al miedo y a la preocupación de cómo seguirá todo. De vez en cuando se sueña con el pasado, pero también esos recuerdos incitan a la amargura, uno se había imaginado esta vida como algo diferente. En lugar de sentirse pleno, sobreviene un gran vacío. A más tardar en la vejez se reconoce que el "sentirse en casa" era una ilusión, un engaño que deja un amargo sabor. ¿Somos sinceros si decimos: yo he logrado sentirme plenamente acogido? En este mundo nunca llegaremos a tener un sentimiento tal porque no somos de este mundo. Jesús ya nos advirtió diciéndonos: "En la Casa de Mi Padre hay muchas moradas vacías. Si no fuese así ¿no os habría dicho que os precedo para prepararos un lugar?"

 

 

José Vicente Cobo (45277997)

www.radio-santec.com


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