miércoles, 1 de abril de 2015

Artículos especiales para semana santa


 

 

¿Cuánto de cristianismo hay en las procesiones?

Miercoles

 

 

 "Quien piensa en el crucificado y adora al cuerpo colgado en la cruz de la resurrección, aún está colgado él mismo en la cruz del pecado. No Me ha aceptado ni acogido aún en su corazón. Es decir que quien dice que sí al hecho del cuerpo en la cruz, aferrándose aún a la cruz con el cuerpo martirizado, no ha resucitado aún en Mí, el Cristo. Da testimonio de sí mismo, de que vive aún en la servidumbre del pecado y de que se deja influenciar por lo pecaminoso. Pues los demonios quieren ver al crucificado, la cruz con el cuerpo, que para ellos significa la derrota del Nazareno, no la victoria del Cristo. Con el cuerpo muerto en la cruz, quieren inculcar a la humanidad la idea de que el Hijo de Dios ha sucumbido al pecado. Pero Yo he resucitado y he regresado al Eterno. Os he traído la Redención. La cruz sin el cuerpo muerto simboliza la resurrección y la victoria sobre las tinieblas. Por eso todos los hombres que viven en Mí, y a través de los cuales Yo vivo, se atendrán a la cruz de la victoria, que no lleva cuerpo; pues al igual que Yo conquisté la victoria sobre las tinieblas, los hombres y las almas que conscientemente creen en Mí y hacen cada día más la voluntad del Santísimo, han conquistado la victoria sobre el pecado". Hasta aquí una cita de la manifestación de Cristo en el libro «Esta es Mi Palabra»

 

Sin embargo muchas personas no sólo se aferran al culto de las Iglesias sobre la muerte, a las procesiones y las tradiciones, que poco tienen de cristianas, sino que ni siquiera son conscientes del verdadero significado de los sucesos de Semana Santa. Siguen creyendo que Jesús de Nazaret tuvo que ser sacrificado como chivo expiatorio para apaciguar a un Dios encolerizado. ¿Quien sabe tan siquiera que la muerte en la cruz no hubiera sido necesaria si las personas hubieran aceptado a Jesús de Nazaret?  Ya en aquel entonces, hubiera podido el Nazareno traer el Reino de Dios a la Tierra, si aquellos que se decían sus seguidores hubieran cumplido las enseñanzas verdaderas del cristianismo.

 

¿Y como es la actualidad? La mayoría de las personas que, en la creencia de seguir a Cristo, participan en las procesiones, no son conscientes de que con ello dan fuerza y apoyan la imagen que el demonio quiere, la derrota del Nazareno, pero que además siguen apoyando a una institución, que ya abrumada por los casos de sacerdotes pedófilos, pone al descubierto quienes son y que justamente ahora por Semana Santa, vuelve a utilizar el recuerdo de la vida del Nazareno, para tratar de encubrir con ritos y procesiones lo ya inocultable.

Para muchos se trata de una situación de conflicto interno, pues por un lado desean participar de una festividad pero también desean seguir a Cristo, y sin embargo van descubriendo que El, el maestro de la paz y de la humildad, hace tiempo que ya no está en las iglesias, tampoco en sus ritos ni en sus celebraciones. 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

www.vidauniversal.com

 

 

¡El verdadero cristiano sólo rememora Mi resurrección!

Viernes

 

 

Los cristianos llevan 2000 años recordando la muerte de Jesús de Nazaret, cuando el simple recordar no nos conduce a nada. ¿De qué sirve estar de duelo porque Jesús fue crucificado? Sería mejor que estuviéramos más bien tristes por nuestros propios pecados, pues ellos oscurecen nuestra alma y nos alejan de Dios, la vida. Si paso a paso vivimos según los Diez Mandamientos y el Sermón de la Montaña, no necesitaremos preguntar a qué religión pertenecemos, podremos decir con razón que somos los de Jesús, los del Cristo vivo y que seguimos Sus Enseñanzas y por tanto somos cristianos.

 

Todo lo demás, dogmas, ritos y cosas por el estilo son sólo flores aparentemente cristianas. Pero quien sabe y cree que el Espíritu de Cristo vive en nosotros, que Dios, el gran Amor, nos ama a cada uno de nosotros, o que el Padre Eterno jamás nos condena, ese, con todo su corazón, dirá sí a Cristo y a Sus Enseñanzas.

 

Todos los cristianos creemos que Cristo resucitó. Pero ¿qué diría el Espíritu vivo del Cristo de Dios en la actualidad sobre el corpus que adoramos y sacamos en procesión cada Semana Santa? Un extracto del libro Mensajes del Infinito de la Editorial Vida Universal y trasmitido en la actualidad a través de Gabriele de Würzburg nos revela el significado de la cruz con las siguientes palabras:

 

"Sólo clama, "crucifícale, crucifícale", quien todavía está sujeto a la cruz de su pecado. Quien se ha crucificado a sí mismo mediante el pecado, sólo ve a través del ojo del pecado y quiere ver a todos allí donde todavía está el mismo: en la cruz del pecado.

 

La cruz fue erigida con el cuerpo de Jesús, pero el cuerpo fue bajado de la cruz y el Resucitado se ha mostrado y manifestado. Esto significa que Yo, Cristo, Soy la vida resucitada en todas las almas y hombres. El verdadero cristiano ve la cruz sin el crucificado, como signo de la Redención y como resurrección en Dios. La cruz sin el cuerpo simboliza también el camino de la Tierra a los Cielos, al corazón de Dios. Sólo toma en consideración la cruz con el crucificado aquel hombre que aún no ha crucificado su yo y desea aferrarse a lo humano que hay en él.

 

Los demonios han creado la cruz con el cuerpo, un crucifijo. Con ello quieren simbolizar Mi derrota. Pero la cruz y el crucificado llegaron a ser y son su cruz y su derrota. El verdadero cristiano se acuerda de Mi resurrección, ya que ha resucitado en y a través de Mí. Sólo lamenta Mi muerte en Jesús quien aún no ha resucitado conscientemente en Mí, el Cristo. Quien aún no ha resucitado conscientemente en Mí, es decir quien vive aún en el pecado, clama una y otra vez: "Crucificadle, crucificadle". Por eso mantienen en alto la cruz con el cuerpo aquellos hombres que todavía mantienen en alto sus pecados, que aprecian su yo inferior.

 

El hombre que ama su pecado y a este mundo pecaminoso, piensa en el crucificado y no en el Resucitado, porque él mismo aún no ha resucitado en Mí". Los pioneros para el Nuevo Tiempo, para el tiempo del Cristo, son los Amigos de Cristo en todo el mundo. Quien permanece en Mí, es Mi discípulo o Mi discípula en el presente y en el futuro".

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

   www.editorialvidauniversal.com

 



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