Navidad es la fiesta del agradecimiento
El Ángel Gabriel hablaba el lenguaje del cielo, así como todos los seres espirituales hablan el lenguaje del cielo, del Reino de Dios. María lo vio, y a José se le mostró en sueños. El quiso mostrar a María en palabras e imágenes lo que Dios el Eterno deseaba de ella; seguramente que así también fue para José en sus sueños. Podemos comprender que María al principio se asustara, pues ella era una mujer sencilla, así como José el carpintero era un hombre sencillo, pero ambos aspiraban en su vida a dar los pasos en el camino hacia el Padre Celestial, de modo que el Ángel pudo anunciárseles. Internamente ambos estaban preparados para lo que ahora les llegaba, o sea que María y José eran buenos. Sí, ellos vivían el gran mandamiento del amor a Dios y al prójimo.
No obstante el hombre actual, en base al mensaje del ángel a María y a José, podríamos reflexionar también sobre nosotros mismos, por ejemplo ¿son María y José un ejemplo de vida para nosotros? Desde el punto de vista espiritual para el ser humano de hoy en día es válido lo que paso hace 2000 años, pues cada uno de nosotros podría ser alcanzado por el mensaje del ángel. Por lo tanto por qué no preguntarse: ¿podría mi ser protector, a quien a menudo solemos llamar ángel, acercarse a mí? ¿Cumplo para ello la voluntad de Dios?
Preguntas como éstas se las hacen muchas personas también en la actualidad, son quienes han decidido conscientemente tomar a Jesús como a un ejemplo a seguir, y no sólo en Navidad, sino cada día. Navidad es por tanto para muchas personas que aspiran a Dios una fiesta de adoración, es más, una fiesta de agradecimiento. Por esto los cristianos deberían de tener a Jesús, María y José como a grandes ejemplos a seguir.
Es posible que para la humanidad estos hechos se hayan convertido en algo banal, sin embargo para los verdaderos seguidores de Jesús no es así. Por ejemplo los cristianos originarios en Vida Universal somos conscientes del suceso que supuso la venida de Jesús a la tierra, y de las dimensiones cósmicas inconmensurables que tuvo lugar en aquel tiempo, por supuesto también del gran cambio que se iniciaba. Nosotros sentimos y sabemos que hay ángeles a nuestro lado, son los llamados seres espirituales o seres protectores que nos acompañan y que quieren acercarse cada vez más a nosotros; pero esto les es posible cuando nos orientamos a nuestro Redentor, Cristo. ¿Como?, cumpliendo lo que Dios, el Eterno, nos enseñó a través de Moisés y lo que Jesús, El Cristo, nos trajo en Su Sermón de la Montaña, donde se incluye la adoración a Dios en el Padre Nuestro.
Ana Sáez Ramírez (45271959R)
Basado en el programa: "Adviento y Navidad"
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