domingo, 5 de noviembre de 2017

Artículos de opinión



La humanidad se destruye a sí misma

 

 

 

Las irradiaciones de los armamentos nucleares almacenados y de las centrales nucleares, así como al enorme nivel de sonoridad de esta Tierra, en el mar y el aire, desquebrajan y dislocan los campos magnéticos de la Tierra. Por ello, la irradiación cósmica de los planetas alcanza otras partes del campo magnético de la Tierra. Este acontecimiento contribuye a la transformación de la humanidad, de los reinos animal y vegetal así como de todo el planeta Tierra, ya que todas las formas de vida son traspasadas por las corrientes magnéticas.

 

La culpa de esta paulatina destrucción, tanto del hombre como de toda la Tierra, la tiene al fin y al cabo la ciencia orientada solo a lo material, así como las autoridades eclesiásticas muy desviadas hacia lo mundano. Las Iglesias cristianas y también la ciencia han llevado y llevan a la humanidad hacia el sendero de la ignorancia espiritual. Por su pretensión de autoridad, la masa ahora ciega para las leyes divinas, se fija cada vez más en su modo de actuar y hablar. Así se está abriendo cada vez más la fosa de ignorancia, necedad y arrogancia humana. Pronto muchos de estos ciegos caerán en ella, es decir todos aquellos que creen en estas sabidurías terrenales y que solo se han atado y atan a la materia.

 

Si todos los esfuerzos y afanes del hombre están solo basados en la vida externa, frecuentemente ya no es capaz de aplicar las leyes del Señor. Con esta constante actitud errónea y su forma de actuar contraria a las leyes del Señor, el hombre reduce las fuerzas etéreas que fluyen por su cuerpo, por lo que depende de mayores cantidades de alimento para poder tomar las energías, sustancias minerales, hidratos de carbono, etc. que necesita.

 

El hombre ha perdido la justa medida para con todas las cosas de la vida. Por ello la Tierra, el planeta de la humanidad, es saqueada y explotada. El causante, el hombre, recibe la cuenta por ello y cree que Dios, el Señor, la debería pagar. Oh no, la factura la recibe el hombre, y él mismo tiene que pagarla.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W) 

Extracto de  la publicación: "Reconócete y cúrate por la fuerza del Espíritu"

www.editorialgabriele.com

 

¿Es la Biblia realmente un libro sobrenatural?

 

 

Las Iglesias se esfuerzan en convencer a los fieles de que la Biblia es la palabra absoluta de Dios. Pero los escritos fueron falsificados desde el principio con intención o inconscientemente, por ignorancia o por descuido. Jerónimo, que es el autor de la Biblia, cambió la Escritura en 3500 partes.

 

Cuando Jerónimo recibió alrededor del año 370 la tarea del papa Dámaso de traducir al latín todos los textos existentes y de ordenarlos en una obra dando como resultado lo que conocemos como Biblia, sufrió una gran desesperación puesto que ni siquiera existían dos textos cuyo contenido fuera semejante. Todos se diferenciaban. Intuyendo lo que podía suceder, Jerónimo le escribe al Papa lo siguiente: ¿No habrá por lo menos uno, que a mí, en cuanto tome este volumen en la mano…, no me califique de falsificador y sacrílego, porque tuve la osadía de agregar, modificar o corregir algunas cosas en los viejos libros?

 

En 1590 la Vulgata fue publicada por el Vaticano como "Editio Sextina" y declarada sin faltas. En realidad estaba llena de errores. En 1592 fue reemplazaba por la publicación sin faltas llamada "Editio Clementina", pero ésta también contenía muchos errores. En 1598 se volvió a revisar y aunque también con faltas, permaneció siendo obligatoria.

 

¿Por qué entonces durante el Primer Concilio Vaticano podemos leer: "Esta manifestación sobrenatural está contenida en libros escritos y en transmisiones no escritas, que fueron recibidos por los apóstoles directamente de la boca de Cristo o dictados por el Espíritu Santo  y transmitidos por los apóstoles hasta llegar a nosotros"?

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación. "¿Quién está sentado en la silla de Pedro"

www.editorialvidauniversal.com

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