domingo, 15 de enero de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: Les envío dos artículos de la semana 3 del año 2012,  para que los publiquen en su medio de comunicación.
Les agradezco por su constancia.

Saludos de Mª José Navarro
DNI: 24764815W






¿Son las depresiones producto del egoísmo?

 

 

Muchas personas sufren por su egoísmo, otras son conscientes de lo absurdo y vacío de su exis­­tencia egoísta, de la que resulta su comportamiento, luego corren donde el psiquiatra porque su ego no recibe la resonancia esperada. Pero muchos podrían ayudarse y sanarse si ayudasen desin­te­resadamente a sus semejantes. Quien piensa sólo en sí mismo se aísla y pierde la comunicación, es decir, el ac­ceso a su prójimo.

 

Muchas personas que se encuentran de paseo con su ego, no saben qué hacer con su vida inútil y creen que el psiquiatra les debería  ayudar a tener una vida con más sentido. En esas consultas se culpa de muchas maneras a los demás de la soledad y del vacío de la existencia de uno mismo, pero todo el que se apegue a la idea de que el otro es culpable, sigue ad­herido a la «cinta velcro» de su des­gracia.

 

En cada etapa de la vida toda per­sona tiene altibajos. Precisamente cuan­do nos sentimos hundidos deberíamos dirigirnos a la fuen­te interna de fuerza, que nos ayuda a re­co­nocer las depresiones, que son un con­cepto equivocado de nuestros pensa­mien­tos, para disiparlas con la ayuda del Espíritu y volver así a un nivel más alto, de modo que de nuevo nos ilumine el sol de la vida y podamos dar nuestros pa­­sos siguientes hacia la existencia su­perior.

 

Si usted tiene una depresión, no cavile mucho tiempo, ¡diríjase a Dios en una oración! Él le ayuda a sondear dentro del ensimismamiento, para subsanarlo.

 

 

Vida Universal

                                                                                                                                                                                              www.editorialvidauniversal.com

 

 

Un caótico cambio global en la Tierra

 

 

 

Existen diferentes indicaciones científicas que afirman que el campo magnético terrestre tiene una importancia fundamental para la vida en la Tierra y todas coinciden y demuestran que a causa de una reducción del campo magnético terrestre se llega a un desacoplamiento de los biorritmos en el ser humano. En 1994 una universidad inglesa dio a conocer un estudio que demostraba que cuando se producían variaciones de los campos magnéticos, se producía un pequeño pero significativo aumento de las depresiones en las personas, lo que justamente también hacía que aumentara el número de ingresos en clínicas psiquiátricas.

 

Aunque esto no queda aquí, algunos científicos también algunas otras fuentes anuncian un cambio global del campo magnético terrestre, lo que llevaría a una reversión de los polos, algo que ha sucedido en diversos momentos de la historia del planeta Tierra y cuyas consecuencias sólo se pueden imaginar. Una reversión geomagnética es una rápida reducción de la fuerza del campo magnético, lo que llevaría a una inversión de los polos, es decir, el polo norte estaría ubicado en el polo sur y viceversa. Con esto el ser humano estaría expuesto a una intensa radiación solar por la perdida de capacidad del planeta de rechazar los rayos Gamma, es decir, la Tierra perdería su escudo protector. Los satélites que orbitan y muchos aviones caerían sobre la Tierra sumándose al caos reinante. Un proceso tal en el planeta traería sin lugar a dudas hambrunas, guerras, colapso económico y un sinfín de conflictos sociales.

Lo cierto es que los científicos no pueden afirmar con precisión cuando podría ocurrir algo así, aunque algunos se atreven a afirmar que esto podría ocurrir en pocos años, resulta imposible predecirlo con exactitud. Sin embargo hace más de dos décadas que escuchamos de otra fuente advertencias serias, palabras que muchas personas rechazaron sin más pero que hoy son corroboradas por científicos e institutos de renombre.

Seguramente algunos lectores se preguntarán: "¿Cómo puede permitir Dios estas catástrofes, también las desgracias y las muertes? ¿Por qué no interviene El?" Pero Dios no envía ninguna catástrofe a los hombres; por el contrario, Dios advirtió oportunamente. En todos los tiempos Dios habló a través de hombres y mujeres justos, a través de Sus profetas. En nuestro tiempo Dios volvió a enviar a un gran profeta a los hombres; se trata de Gabriele, la profeta y mensajera de Dios, a través de la cual El anunció y sigue anunciando Su mensaje, dando advertencias a la humanidad de una manera que ya nadie las puede desoír. Sin embargo, la mayoría de los hombres, encabezados por la casta sacerdotal, que estuvo en todas las épocas en contra de los profetas de Dios, ni hizo caso ni escuchó la palabra de Dios.

 

Como en todos los tiempos Dios advirtió a los hombres sobre las causas que creaban, las cuales les alcanzarían en forma de efecto si no cambiaban a tiempo. Sin embargo los teólogos se comportaron como siempre lo han hecho. Pero hoy ya no se oye más reír a los teólogos, pues ahora también los científicos confirman aquello que el Espíritu de Dios ya había manifestado hace muchos años por boca profética. Hoy día la ciencia apenas puede ocultar las transformaciones que tienen lugar sobre la Tierra, pues los efectos no sólo son visibles para muchos, si no que también se pueden sentir.

 

 

 

Radio Santec

Ana Saez Ramirez

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