Estimados amigos:
Les envíamos estos dos artículos en la semana 11 de 2012 , para que los publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.
Saludos de Mª José Navarro
DNI: 24764815W
Aprender a integrarse en el equilibrio natural
La naturaleza se preocupa por cada animal, le proporciona alimento y cobijo. Ofrece ramas a los pájaros para sus nidos. Regala hierba, frutos y granos que los habitantes de las praderas y bosques toman como alimento. La naturaleza se ocupa de que los animales tengan en invierno un vestido caliente y de que en verano les salga uno más ligero. La naturaleza mantiene siempre la armonía y el equilibrio y cuida de todos los seres vivos, hasta de los más pequeños.
El ser humano se ha excluido durante siglos de esta unidad. Con las ansias de riqueza y poder ha quitado a los animales cada vez más su espacio vital e interviene manipulando el fino funcionamiento de la naturaleza. La naturaleza y los animales sufren lo indecible a causa del ser humano, que hace de las suyas en este planeta como ladrón y asesino.
La factura de nuestro comportamiento nos esta llegando. Es necesario y urgente dar un cambio para lograr, aunque sea en parte, reparar el daño causado y aprender de nuevo a integrarnos en ese sensible equilibrio de los reinos de la naturaleza.
Sin embargo quien ha observado las actividades de la Fundación Gabriele (Alemania) y ha mirado cara a cara a un animal en esta tierra pacífica, ha podido percibir que estamos a tiempo de reparar mucho mal causado, allí vuelve a respirar aliviada la naturaleza y se respira una paz inusitada. Muchos han empezado a creer que es posible traer a nuestro planeta un reino de la paz.
Fundación Gabriele
De regreso al hogar
El ser humano no es otra cosa que una especie de vestido para su alma, formado por muchas capas. Una solidificación que reluce y cambia de matices según sea la carga del alma. Por eso los caracteres de los seres humanos son tan diferentes, ya que cada persona tiene sus propias cargas.
Después de la muerte, el alma pasa a los ámbitos del más allá. Si va a niveles inferiores porque está muy cargada, entonces se encuentra aún en la rueda de la reencarnación, es decir del nacer y morir repetidamente. Si se ha tornado más luminosa, entonces se ha liberado de la rueda de la reencarnación y asciende a niveles más altos, a los llamados niveles de preparación, para dirigirse desde allí paso a paso al Hogar eterno.
Ninguna energía se pierde, tampoco la energía de nuestros pensamientos positivos o negativos, la de nuestras palabras o formas de actuar. Las energías que hemos emitido ya sean positivas o negativas, tienen un efecto en nosotros mismos, pues con ellas hemos impreso un sello en nuestra alma. Este sello o grabado energético permanece en el alma también después de la muerte. De hecho cada alma está envuelta por todos los grabados que como hombre realizó y a estas envolturas las llamamos «vestidos» del alma.
¿Pero cómo salimos del ciclo de morir y nacer, de permanecer al otro lado en los reinos de las almas, de volver a nacer y de volver a morir? El Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret es la clave, la norma de conducta ideal para nuestra forma de pensar y de vivir cada día. Hemos recibido reglas valiosas: Los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Jesús, si las seguimos paso a paso se purifica entonces nuestra alma. Un lema simple pero eficaz podría ser: Lo que no queremos que nos suceda a nosotros, no debemos causarlo ni a nuestro prójimo ni a los animales ni a la naturaleza. Si obramos de forma correspondiente, nuestra alma se va liberando lentamente de sus cargas.
Tan pronto como el alma esté más clara y no tienda más a una nueva vida en la Tierra, se podrá limpiar en los ámbitos de purificación que están destinados en el más allá para las almas, desde allí puede volver paso a paso al Hogar del Padre, a su eterna existencia primaria, a su eterno Hogar originario.
Basado en el programa de TV: "La reencarnación"
Radio Santec
Teresa Antequera Cerverón
73891412-W
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