domingo, 29 de abril de 2012

Artículos de opinión


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Reconocernos como parte de la naturaleza

 

 

El cuerpo humano es un cuerpo natural cuyos elementos básicos son de la naturaleza, por eso debería vivir con la naturaleza y reconocer la fuerza propulsora, la vida, el Espíritu. Así podría reconocer que El Espíritu de Dios está más cerca que sus brazos y piernas. Si el ser humano se reconoce como parte de la naturaleza comprenderá el efecto del Espíritu en la materia, así también reconocerá que en su cuerpo existe un cuerpo espiritual que vive en su interior y que el cuerpo material es sólo el vehículo de éste ser espiritual interno.

 

El alma está encarnada para expiar en esta encarnación sus sombras, las cargas de encarnaciones anteriores. Por eso para el ser humano debería ser un mandamiento mantener su cuerpo sano en base a alimentos sanos provenientes de la naturaleza, por medio de pensamientos desinteresados y de una vida ordenada.

 

Únete con cada órgano dándole las sustancias alimenticias necesarias contenidas en la naturaleza, en los frutos del campo y del bosque. Vivifica el alma y el cuerpo con pensamientos positivos y alcanza así la unidad con el Espíritu. Los órganos absorben gustosamente las sustancias de la naturaleza si llevas una vida positiva y armoniosa. Quien quiera alcanzar la armonía con las fuerzas del Espíritu, tiene que transformarse en vencedor de su naturaleza animal, de sus pasiones y de sus sentimientos humanos. Tiene que romper las cadenas del odio, de la envidia y de la ambición, las cuales impiden a las fuerzas divinas servir y ayudar al hombre".

 

 

Radio Santec

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Una piedra de molino al cuello llamada riqueza

 

 

 

Si observamos la historia de este mundo, comprobaremos que la codicia ha sido un  problema constante en todas las épocas. Los insaciables ricos saquean los recursos naturales de la Tierra, por lo que en muchos países los nativos caen en la pobreza cuando sus recursos naturales les han sido quitados. En la actualidad los ricos se vuelven cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. El acaudalado "camello" del que Jesús habló, precisamente en nuestra época sombría no tiene respeto por nada, a pesar de que Jesús por medio de la parábola del camello y del ojo de la aguja, les explicó a los ricos de forma inequivoca que tras su muerte no regresarían al Reino de Dios. Y esta afirmación de Jesús de Nazaret tiene validez tanto para el pasado como para el presente.

 

El equilibrio entre ricos y pobres no sólo está distorsionado, sino que las diferencias entre unos y otros se han vuelto tan grandes que apenas pueden ya reducirse. En este punto hay que decir que en nuestro tiempo se cometen muchos abusos con la denominación de "cristianos", pues el nombre del Maestro del Sermón de la Montaña, Jesús, es utilizado para muy diversos fines en los que lo único importante es conseguir los objetivos deseados. Por eso quien sienta que forma parte del espejismo de la riqueza caerá en la fosa junto con sus guías ciegos. Esa podría ser la recompensa de la que habló Jesús de Nazaret: "...porque ya habéis recibido en esta vida vuestra recompensa". ¿Qué suerte les tocará después del fallecimiento de sus cuerpos?

 

Hace 2000 años Jesús de Nazaret enseñó que la riqueza es como una piedra de molino al cuello de los que se aferran a sus bienes materiales. La parábola del joven rico nos puede llevar a reflexionar sobre ello: "En esto se Le acercó uno y Le dijo: "Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna? El le dijo: ¿Por qué Me preguntas acerca de lo bueno? Uno sólo es el Bueno. Más si quieres entrar en la vida guarda los mandamientos. ¿Cuáles?- Le dice él. Y Jesús dijo. No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Le dice el joven: Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta? Entonces Jesús le dice: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en los cielos; luego sígueme. Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido porque tenía muchos bienes".

 

Ninguno de los ricos, incluidos los predicadores de una iglesia institucional inconcebiblemente rica, quiere intentar en su vida seguir al sencillo carpintero Jesús y abandonar todo aquello que le sobra. Más bien se abusa de Su nombre para obtener beneficios propios.

 

De hecho las Iglesias institucionales proyectan el Sermón de la Montaña como algo utópico en nuestra época. Pero las enseñanzas de Jesús son siempre válidas pues en el Reino de Dios no hay pobres ni ricos, no hay paganismo ni tradiciones, tampoco sacerdotes. Cada vez se entiende mejor lo que dijo Juan de Patmos: "Sal de ella pueblo Mio, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas".

 

De la publicación: ¡Déjate guiar!

 

Vida Universal

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domingo, 22 de abril de 2012

Artículos de opinión



 


 

 

¿Puede determinar un aborto nuestro propio futuro?

 

 

Las personas que han decidido llevar a cabo un aborto, no solamente irrumpen en su propio plan de vida, de lo cual puede resultar para ellos una nueva ramificación kármica para una o más encarnaciones, sino que también impiden que un alma que está conectada a sus cadenas de comunicación pueda cumplir su plan de vida. De ahí surgirá –sobre todo para los padres que ahora abortan- una nueva cadena causal que va a conducirlos según las circunstancias a otra encarnación, en la cual estas grabaciones pecaminosas se fusionarán en un punto culminante formando un complejo de culpas que volverá a ellos como un golpe de destino. Es decir, el destino de ambos conlleva como efecto lo que han causado en encarnaciones previas. Sin embargo, antes de que sus grabaciones caigan sobre ellos fortuitamente, la misericordia de Dios les da señales que a su vez naturalmente corresponden al plan de vida que han traído, es decir, que son aspectos de su destino. Lo que cada uno hace de ello, lo determinará otra vez él mismo mediante la ley del libre albedrío.

 

Cada día recibimos señales avisadoras que proceden de nuestro plan de vida. No existen las casualidades, sino que todo con lo que nos encontramos está en conexión con nuestro plan de vida, de otra manera no podría sucedernos. Todo, cada acontecimiento, cada situación tiene algo que decirnos personalmente para que podamos dar los pasos de aprendizaje antes de que el destino caiga sobre nosotros.

 

 

 

Vida Universal

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Cuando la vida pasa y no se ha cumplido

 

 

 

Mientras no desarrollemos nuestro ser espiritual, tampoco alcanzaremos ninguna estabilidad interna, de hecho iremos "dando tumbos" siempre a la búsqueda de nuevas personas, puestos de trabajo y comunidades, que creemos podrían darnos lo que al fin y al cabo nosotros no poseemos y tampoco queremos desarrollar. Mientras no seamos fieles a nosotros mismos y no desarrollemos nuestro ser espiritual, nuestro verdadero yo, esperaremos siempre de nuestro prójimo lo que nosotros no tenemos y que por tanto tampoco podemos dar.

 

En el otoño de nuestra vida nos encontraremos entonces con las manos vacías, pero con una abundante experiencia negativa, la que ha dado lugar a una especie de telaraña formada por incontables nudos e hilos que otra vez tenemos que deshacer, ya sea como almas en los ámbitos de purificación o nuevamente en la Tierra en posteriores encarnaciones.  

 

Quien no da frutos maduros, quien no ha aprovechado su verano, tampoco alcanzará soberanía en el otoño, será un viejo infantil que mirará retrospectivamente su existencia terrenal humanamente espectacular que cita una y otra vez, tal vez para recibir de alguna persona más joven el reconocimiento por sus desenfrenados apetitos que no han dado buenos frutos de amor a Dios y al prójimo, sino sólo el Yo-yo-yo en la red de los sentimientos, anhelos, pasiones, apetitos instintivos e inconstancia del ir de una persona a otra, de un lugar de trabajo a otro, de una comunidad de personas a otra. Y ¿qué ha quedado? Un vacío, una vida que no se ha cumplido, una existencia avejentada que gira en torno a sí mismo. Tal como fue con esa persona en la primavera y en el verano, será entonces también en el otoño.

 

Pero en una única vida terrenal orientada en gran medida a llevar a la práctica las enseñanzas del Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret en la vida cotidiana, podríamos deshacer muchos nudos y disolver muchos hilos de la red de nuestras analogías. Si perseguimos de forma consecuente una meta de vida más elevada, prestaremos atención a la energía del día y aprovecharemos las oportunidades que nos ofrece cada día de nuestra vida. Por el contrario en una única encarnación también podemos ampliar considerablemente nuestra red de lo pecaminoso, es decir acumular situaciones sin resolver con las personas que han pasado por nuestra vida.

 

Precisamente nuestra pareja, en la ley de Siembra y cosecha, está muy cerca de nosotros. Por decirlo de modo especial, es nuestro más cercano prójimo. Si resolvemos con el o ella lo que hay pendiente, la misericordia de Dios disuelve a la vez otros muchos hilos de culpa y ataduras, siempre en caso de que nuestro prójimo nos perdone. De la ley de la vida sabemos que si damos un paso hacia Cristo, haciendo lo que Él nos ha encomendado, Él dará varios pasos hacia nosotros, lo que significa que su ayuda y misericordia están siempre presentes.

 

De la publicación: "Yo, yo, yo, la araña en su telaraña"

 

Vida Universal

Ana Saez Ramirez

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                                                                                                                                                                                                www.editorialvidauniversal.com

domingo, 15 de abril de 2012

Artículos de opinión


 

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¿De dónde vienen los miedos?

 

 

 

Se podría decir de forma general que los miedos vienen de antiguas experiencias desagradables o negativas, por ejemplo fracasos, golpes del destino, preocupaciones, sufrimientos, decepciones y desavenencias que la persona temerosa aún no ha superado o perdonado. Aunque también el miedo puede venir de las capas del alma, en las cuales hay todavía algo que no ha sido expiado. El que siente temor no debería tildarlo simplemente de superfluo pensando que podría venir de vidas anteriores, puesto que la vida de cada uno es una totalidad. No hay separación entre aquí y allí, entre el pasado cargado y el presente. El pasado afecta al presente, en tanto aún haya algo que no haya sido expiado.

 

El miedo como tal puede ser también un indicativo de que el pasado, lo que no ha sido reparado, empieza a aparecer y ahora tiene que ser purificado. Realmente no es otra cosa que un complejo de pensamientos en el que, bajo ciertas circunstancias, se manifiestan envidia, codicia, odio y celos. Estos pensamientos, palabras y obras aun no reparados, que tal vez tuvieron lugar en vidas pasadas, afectan ahora al alma y al hombre y quieren advertirle de que tiene que reparar lo que está pendiente.

 

Temor, manifestaciones de la conciencia o pensamientos negativos pueden ser a menudo advertencias que quieren mover a la persona a perdonar lo que ha reconocido. Quien reconoce y acepta estas advertencias, aquel que purifica lo reconocido, camina por un camino más luminoso y ya no tendrá que sufrir o soportar muchas cosas.

             

 

Vida Universal

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El Ser Humano. Un enorme emisor

El diálogo universal de las partículas elementales

 

Cada ser humano y su alma son una enorme emisora que emite y recibe. Esto es igualmente válido para el alma desencarnada, es decir aquella que ya no habita un cuerpo humano. Todo aquello que el ser humano piensa, siente y hace tiene una energía determinada, es el potencial de emisión y recepción que el ser humano constantemente graba y actualiza. A través de éste, la persona recibe cada instante indicaciones provenientes de su potencial de registro, es decir del lugar de registro donde está grabado y acumulado todo lo que un día pensó, habló, hizo o sintió. Estas indicaciones quieren llamar su atención para purifique. Lo que significa que la tarea para cada uno es poner en orden en esta existencia aquello que no sirve al bien común, a la unidad, a la paz ni a la libertad, como por ejemplo nuestros comportamientos egoístas que no beneficiaron a nuestro entorno, que dañaron a las personas a los animales y a la naturaleza.

 

No existe interrupción en los procesos de emitir y recibir, tampoco cuando el cuerpo astral, el alma del ser humano, está desencarnado. En cuanto el cuerpo ha fallecido, sucede lo mismo: el alma emite su fluido, sus frecuencias y recibe lo que precisamente es activo en el alma, es decir, es actual.

 

De forma similar a como lo fue su ser humano, también el alma desencarnada será estimulada a eliminar lo excesivamente humano, sus infracciones –las personas hablamos de pecados– contra la ley cósmica del amor a Dios y al prójimo. Correspondientemente a lo que es activo en ese momento, es decir haya que purificar, se desarrollan en el alma las respectivas imágenes, provenientes de las introducciones del que fue su ser humano. Podría decirse que dichas imágenes dan a entender al alma cuáles fueron los procesos pecaminosos a través de los que su ser humano obtuvo sus cargas. Las imágenes muestran luz y sombras, estimulando con ello al alma a reconocer lo pecaminoso, a arrepentirse de ello y purificarlo. Así el alma razonable y de buena voluntad puede poner en el orden legítimo lo que está pendiente de ser superado.

 

Las personas que creen en una vida después de la muerte y en un Ser superior, no importa si lo llamamos Creador o Dios, deberían ser conscientes de que este mundo no está separado del Más allá. El físico nuclear francés Jean Charon (1920-1998) habló de un «diálogo universal de las partículas elementales», donde se observa lo que los místicos han descrito desde tiempos inmemoriales como amor divino omnipresente. Así Dios ya no es un Creador separado de Su Creación pues Él está en ella, y este mundo y el Más allá no estarían tan separados como creemos.

 

Del programa de TV: "Horror astral 1"

 

 

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Ana Saez Ramirez

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lunes, 9 de abril de 2012

Artículo de opinión


 

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Los verdaderos profetas no fundaron religión alguna

 

 

 

A la encarnación de Cristo en un cuerpo humano le precedió un acontecimiento poderoso, tanto en el Reino de Dios como también en una parte de la Tierra que tuvo que ser preparada para tal fin. Se podría decir que los ángeles de la Ley prepararon los caminos para la venida de Cristo. Éstos se encarnaron en diferentes épocas para transmitir Su palabra Santa del cielo a los seres humanos. Así traducían la Palabra del Eterno, la palabra pura para llamar y movilizar a Sus hijos e hijas, para que encontraran el camino de regreso a casa, a la unidad en el Reino de Dios. Esto ha sido y es la llamada de los profetas de Dios y es la Palabra del Eterno a través de Sus grandes príncipes de los cielos encarnados en verdaderos profetas: Abraham, Moisés, Elías e Isaías.

 

Todos los intentos de salvamento para mover a los hijos e hijas renegados a ponerse de nuevo en camino hacia el Hogar eterno, fueron rechazados por los sacerdotes (siempre hombres) atados a los cultos. Las palabras de los príncipes del cielo, de los ángeles de la ley como seres humanos, se las llevó el viento. Las tradiciones y costumbres de los sacerdotes eran más valiosas para las personas que la palabra de Dios. ¿Pero quien quería que esto fuera así y quien lo sigue queriendo aún en la actualidad? Aquellos que abusaron del nombre de Dios en todos los tiempos para sacar provecho para sí mismos, que tomaron sus tradiciones paganas y las antepusieron a la Palabra del Eterno, aquellos que invirtieron el sentido de las palabras de Dios como parte de su plan, los que utilizaron la tergiversación de la palabra de Dios para sus fines. Aquellos que querían la falsificación, tergiversación y sustracción de la palabra de Dios, pues a la palabra del Eterno, que está a favor de la vida, le fue añadida desde dictados asesinos, hasta llamamientos al asesinato y al genocidio.

 

Las verdaderas palabras de los príncipes de la paz, que fueron profetas de Dios siendo seres humanos, enseñaban la ley de la vida a las personas. Pero ésta fue ignorada en beneficio de cultos, dogmas, preceptos, rituales, así mismo se instrumentalizó para los fines del ejercicio del poder religioso. Por lo tanto se puede afirmar que las religiones con sus tradiciones paganas no fueron fundadas por los profetas de Dios; han sido y son la obra de los sacerdotes, engañosas invenciones humanas que conscientemente deforman la visión del espíritu libre de la vida.

 

El Espíritu libre, la existencia eterna, irradió e irradia Su palabra también en la actualidad, hacia toda la humanidad a través de los verdaderos profetas, en todos los tiempos y sin fundar religión alguna. Si las personas de aquel entonces hubieran acogido la Palabra de Dios dada a través de los profetas Abraham, Moisés, Elías e Isaías, si hubieran cumplido Su palabra, si hubieran seguido la llamada del Eterno habrían acogido en su conciencia el formar el fundamento para el Reino de la Paz de Jesucristo y habrían acogido a Cristo con alegría y agradecimiento.

 

Del programa: "Cristianismo, paganismo, barbarismo"

 

Radio Santec

Mª José Navarro

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miércoles, 4 de abril de 2012

Artículos de opinión


El regalo de Jesús en el Gólgota es la Victoria

 

 

 

Para Jesús de Nazaret no fue necesario presentarse en opulencia y lujo ante los hombres, pues El es el Corregente de Reino de Dios. Pero la  presencia sencilla de este gran hombre no hizo ni hace posible todavía en la actualidad, valorar qué elevadísimo ser estuvo entre los hombres en la Tierra y lo que llevó a cabo en beneficio de la creación.

 

El terrible e indigno camino que tuvo que recorrer Jesús hasta el Gólgota, no habria sido necesario si las personas lo hubieran reconocido y acogido, todo podría haber sido de otra forma. Pero como las personas se cargaron cada vez más por su manera contraria de pensar, sentir y actuar, tuvo que intervenir el reino divino y Su venida fue necesaria, más no Su muerte atroz. El Espíritu libre y eterno, Dios, no quita a sus hijos el libre albedrío: El no nos obliga a cambiar, no castiga ni sanciona, tampoco ha dispuesto un lugar para la condenación eterna. Tales ideas nacen de las religiones externas que antepusieron el culto pagano a la palabra de Dios y permitieron el barbarismo.

 

Jesús de Nazaret es el camino del amor a Dios y al prójimo. No importa que sentimientos, emociones, pensamientos o actuaciones tenga el hombre, en lo más interno de su alma está protegida por el gran amor de Dios, por la luz re dentora que nos donó Su hijo. La palabra de Jesús "Seguidme" es la llamada de Su amor y golpea incesantemente en nuestra alma y nos insta a que pongamos en orden todo lo que hacemos contra la vida, contra la ley del amor y cumplamos Sus maravillosas enseñanzas

 

Jesús dijo: "Nadie llega al Padre sino a través de Mi", Cristo es el camino, la verdad y la vida, El es la fuerza redentora en nosotros y con ello la luz que ilumina el camino a la casa del Padre. Por lo tanto la festividad de Semana Santa acaparada para sí por las religiones, mas bien parece burla y escarnio del verdadero significado del acto redentor de Cristo. Las festividades eclesiales tradicionales reflejan no sólo la ignorancia del modo de pensar institucional, sino también la ridiculización consciente del acontecimiento de la redención.

 

El cadáver maltratado y vejado en la cruz del Gólgota es expuesto en las Iglesias y año tras año procesionado en miles de ciudades de todo el mundo. El cadaver en la cruz es también mostrado en muchas aulas, oficinas públicas e incluso en los tribunales de justicia, sin embargo la imagen del crucificado es el símbolo de la derrota y la cruz sin el cuerpo es el símbolo de la victoria. ¿Y quién sino el adversario de Dios tendría tanto interés en exponer el cadaver de Jesús colgado en la cruz durante 2000 años?  Jesús no constituye el trofeo de las maquinaciones satánicas, todo lo contrario, El venció ante la intención de las tinieblas de disolver la creación de Dios. Con Sus palabras "Está consumado" regaló a cada alma y hombre una parte de Su herencia, la chispa redentora, que posibilita a cada uno regresar de vuelta al hogar eterno, y protegió así de la disolución a toda la creación, tanto a las almas cargadas de los seres humanos como a los ambitos de la creación de la existencia divina, la cuna del Reino de Dios.

 

Del programa: "Cristianismo, paganismo, barbarismo"

 

Radio Santec

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Jesús sufrió los dolores más terribles que conoce

la humanidad

 

 

 

En la revista "Der Spiegel Historia", en referencia a Jesús de Nazaret, el patólogo Frederik Zugibe informa sobre la posible causa de Su muerte en la cruz desde un punto de vista científico. En el estudio realizado por Zugibe se describe lo siguiente: "Fue un conjunto de diferentes causas lo que llevó a Jesús a la muerte. Evidentemente Jesús sentía con intranquilidad como se sucederían las horas venideras, por ello durante un momento con sus discípulos sudó sangre, algo que los médicos conocen como un claro síntoma de estar bajo un grandísimo estrés o incluso de angustia de muerte".

 

Ser apaleado y vejado por fanáticos, como le sucedió a Jesús en casa de Caifás, habría inquietado fuertemente también a la persona más valiente. No obstante, en comparación Jesús salió relativamente a salvo de esta prueba. Mucho más dramática fue la tortura que siguió y que se llevó a cabo con el flagran, una especie de fusta con varias correas de cuero, a cuyos extremos iban entretejidos trozos de huesos o bolas de plomo. "Eso es como si a uno le dieran un golpe en las costillas con extrema violencia con un bate de béisbol, provocando un intenso dolor durante semanas", relata Zugibe. Posiblemente Jesús fue castigado con 40 golpes, que es la cantidad máxima que tolera la ley judía. "Casi sin lugar a dudas, el brutal azote influyó determinantemente en su temprana muerte". Especialmente el tórax y los pulmones sufrieron grandes daños.

 

Cubierto de sangre y vómitos Jesús fue conducido a un martirio que había sido maquinado exclusivamente para él. Los soldados romanos le pusieron una corona de espinas y le golpearon la cabeza con una caña. Zugibe opina que este suplicio ha sido infravalorado al ser considerado una simple burla al "Rey de los judíos", pero lo cierto es que la sádica coronación de Jesús lo llevó ineludiblemente al borde de la muerte; se podría comparar como si se aplicara sobre la carne un atizador de hierro candente.

 

El ultrajado Salvador ya estaba pronto a morir cuando sus torturadores lo clavaron en la cruz. Los romanos usaron gruesos clavos de hierro de 12 centímetros de largo, que al ser clavados en los talones rompieron dolorosamente muchos nervios. "Jesús sufrió los dolores más terribles que conoce la humanidad", concluye Zugibe, agregando: "Con el más mínimo movimiento en la cruz el dolor se extendía por todo el cuerpo como un golpe de corriente. Sólo después de un sufrimiento eterno le llegó la muerte liberadora".

 

No quedan dudas de que el adversario de Dios utilizó las más brutales opciones a su alcance para obligar a Jesús a rendirse sin cumplir Su misión de redimir a todas las almas y hombres y salvar la cuna de la creación, pero Jesús el Cristo venció, de ahí que la cursilería de la representación eclesial de la Semana Santa deba ser calificada de ridiculización. El adversario de Dios expone el cadáver de Jesús muerto en la cruz durante 2000 años como signo de victoria, y los llamados cristianos lo veneran sin cuestionarse apenas que Jesús resucitó y con ello redimió a humanidad, por lo tanto ¿quién tiene tanto interés en mantenerlo clavado en la cruz?, aquel que abogó y determinó el calvario de Jesús de Nazaret y Su crucifixión convirtiéndolo hasta el día de hoy en folklore.

 

Los cultos de Navidad y Semana Santa son sin lugar a dudas paganismo puro. Quien todavía no se haya apercibido de la crueldad de la Semana Santa en nuestros días que piense en el indecible calvario y crucifixión tal como ha sido descrito por el doctor Zugibe. Luego se le debería preguntar si pertenece al paganismo o al barbarismo, ya que con el verdadero cristianismo todo esto no tiene nada que ver.

 

Del programa: "Cristianismo, paganismo, barbarismo"

 

 

Radio Santec

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domingo, 1 de abril de 2012

Artículos de opinion


 

 

¿Está Jesús con las celebraciones de Semana Santa?

 

 

 

Muchas personas no sólo se aferran al culto eclesial sobre la muerte, a las procesiones y a las tradiciones que poco tienen de cristianas, sino que ni siquiera son conscientes del significado de los sucesos de Semana Santa. Siguen creyendo que Jesús de Nazaret tuvo que ser sacrificado como chivo expiatorio para apaciguar a un Dios encolerizado. ¿Quién sabe tan siquiera que la muerte en la cruz no hubiera sido necesaria si las personas hubieran aceptado a Jesús de Nazaret?  Ya en aquel entonces, hubiera podido el Nazareno traer el Reino de Dios a la Tierra, si aquellos que se decían sus seguidores hubieran cumplido las enseñanzas verdaderas del cristianismo.

 

¿Y cómo es la actualidad? La mayoría de las personas que, en la creencia de seguir a Cristo, participan en las procesiones, no son conscientes de que con ello dan fuerza y apoyan la imagen que el demonio quiere: la derrota del Nazareno, pero que además siguen apoyando a una institución, que abrumada por los casos de sacerdotes pedófilos, pone al descubierto quiénes son y que justamente ahora por Semana Santa, reutiliza el recuerdo de la vida del Nazareno, para tratar de encubrir con ritos y procesiones lo ya inocultable.

Para muchos supone un conflicto interno, pues por un lado desean participar de una festividad pero también desean seguir a Cristo, y sin embargo van descubriendo que El, el maestro de la paz y de la humildad, hace tiempo que no está en las iglesias y en sus ritos y celebraciones. 

 

Radio Santec

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La cruz de la victoria o la cruz de la derrota

 

 

 

"Quien piensa en el crucificado y adora al cuerpo colgado en la cruz de la resurrección, aún está colgado él mismo en la cruz del pecado. No Me ha aceptado ni acogido aún en su corazón. Es decir que quien dice que sí al hecho del cuerpo en la cruz, aferrándose aún a la cruz con el cuerpo martirizado, no ha resucitado aún en Mí, el Cristo. Da testimonio de sí mismo, de que vive aún en la servidumbre del pecado y de que se deja influenciar por lo pecaminoso. Pues los demonios quieren ver al crucificado, la cruz con el cuerpo, que para ellos significa la derrota del Nazareno, no la victoria del Cristo. Con el cuerpo muerto en la cruz, quieren inculcar a la humanidad la idea de que el Hijo de Dios ha sucumbido al pecado. Pero Yo he resucitado y he regresado al Eterno. Os he traído la Redención. La cruz sin el cuerpo muerto simboliza la resurrección y la victoria sobre las tinieblas. Por eso todos los hombres que viven en Mí, y a través de los cuales Yo vivo, se atendrán a la cruz de la victoria, que no lleva cuerpo; pues al igual que Yo conquisté la victoria sobre las tinieblas, los hombres y las almas que conscientemente creen en Mí y hacen cada día más la voluntad del Santísimo, han conquistado la victoria sobre el pecado". Hasta aquí una cita de la manifestación de Cristo en el libro «Esta es Mi Palabra»

 

Sin embargo muchas personas no sólo se aferran al culto de las Iglesias sobre la muerte, a las procesiones y a las tradiciones, que poco tienen de cristianas, sino que ni siquiera son conscientes del verdadero significado de los sucesos de Semana Santa. Muchos siguen creyendo que Jesús de Nazaret tuvo que ser sacrificado como chivo expiatorio para apaciguar a un Dios encolerizado. ¿Quien sabe tan siquiera que la muerte en la cruz no hubiera sido necesaria si las personas hubieran aceptado a Jesús de Nazaret?  Ya en aquel entonces, hubiera podido el Nazareno traer el Reino de Dios a la Tierra, si aquellos que se decían sus seguidores hubieran cumplido las enseñanzas verdaderas del cristianismo.

 

¿Y como es la actualidad? Muchas de las personas que, en la creencia de seguir a Cristo, participan en las procesiones, no son conscientes de que con ello dan fuerza y apoyan la imagen que el demonio quiere: la derrota del Nazareno, pero que además siguen apoyando a una institución, que ya abrumada por los casos de sacerdotes pedófilos, pone al descubierto quienes son y que justamente ahora por Semana Santa, vuelve a utilizar el recuerdo de la vida del Nazareno, para tratar de encubrir con ritos y procesiones lo ya inocultable.

Para muchos se trata de una situación de conflicto interno, pues por un lado desean participar de una festividad pero también desean seguir a Cristo, y sin embargo van descubriendo que El, el maestro de la paz y de la humildad, hace tiempo que no está en las iglesias y en sus ritos y celebraciones. 

 

Vida Universal

José Vicente Cobo

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La tradición nubla el acontecimiento cósmico

de la Semana Santa

 

 

Año tras año la llamada cristiandad repite las mismas costumbres de carácter institucional-eclesiástico, ¿es cristianismo, paganismo o barbarismo?. La masa de la humanidad se deja llevar en el remolino de los ritos prescritos y apenas nadie pregunta por el sentido de la Navidad o de la Semana Santa. La reflexión casi siempre es: ¡Bueno, ésa es la tradición, ésa es la costumbre! Conforme a eso se celebra también el acontecimiento de la Pascua, de la que se podría decir que es una especie de escenificación, una minimización que resta importancia y denigra el calvario de Jesús de Nazaret y Su crucifixión.

 

Desde hace aproximadamente dos mil años, en el tiempo de Navidad y de Pascua lo que se exterioriza en las instituciones eclesiásticas que se denominan a si mismas "cristianas" parece más bien burla y escarnio del poderoso acontecimiento cósmico acontecido. Muy pocas personas saben que lo que tomó sobre sí el Hijo de Dios fue un acto de rescate cósmico. Un acontecimiento cósmico que partió desde el Reino de Dios, pues a pesar de todas las amenazas, El vino, se encarnó en el niño Jesús e hizo frente al adversario de Dios, el demonio. Jesús de Nazaret soportó los métodos de tortura más sofisticados y dolorosos para cumplir su misión traída del Reino de Dios: Salvar la cuna de la creación y de ese modo también el Reino de Dios, el maravilloso hogar Eterno.

 

Jesús dejó que le maltrataran y torturaran con métodos inimaginables, El se dejó maltratar hasta la extenuación, pues Su conciencia decía: "Padre, en Tus manos quiero poner la salvación de la creación". El siguió el horrible camino de la tortura que Satanás había tramado y permitió que le crucificaran. Torturado, maltratado e irreconocible dijo en la cruz: "¡Está consumado! ¡Padre en Tus manos encomiendo Mi espíritu!"

 

La creación de Dios ha sido salvada. Con las palabras: « ¡Está consumando!» se desprendió una parte de Su herencia divina que traspasó por partes iguales a todas las almas y hombres. A ese regalo del Cristo de Dios en el alma y el ser humano lo llamamos la luz redentora. El "Está consumando" abarca a todos los ámbitos de la caída incluida la Tierra con sus animales y plantas. Para que la cuna cósmica de la creación del Reino de Dios no pudiera ser conquistada por el adversario de Dios, para que no pudiera degerarse mas llegando hasta disolución de toda la creación divina, Cristo nos dio a todas las almas y seres humanos, también una parte de Su herencia divina. A cada alma le prestó una cantidad de esa fuerza inextinguible como un soporte espiritual incargable. Por lo tanto cada alma ha sido salvada por medio del poderoso acto redentor del Hijo de Dios, que es el corregente del Reino de Dios.

 

Sin embargo de lo que se escenifica en la Semana Santa es casi imposible rescatar lo más interno, el hecho de la redención, el acontecimiento cósmico poderoso de dimensiones inimaginables que tuvo lugar en la cruz. Cristo el Corregente del Reino de Dios salvó lo más interno en nuestra alma, al ser divino. Él evitó que toda la creación se disolviera y nos posibilita el camino de regreso al hogar eterno, a nuestro origen divino, que ya no puede ser disuelto porque El ha traído el «stop», es decir: ¡Hasta aquí y no más! En este punto simplemente se podría decir: Quien lo pueda captar que lo capte, y quien lo quiere dejar... ¿y seguirá minimizando la Semana Santa?

 

 

Vida Universal

José Vicente Cobo

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