La clave para un año nuevo realmente feliz
Un nuevo año se presenta ante nosotros, la Navidad parece ya lejana. Para aquellos que tienen esperanzas en que las cosas se van a poner mejor, el hacer un balance del año que termina puede ser desalentador. En muchas ocasiones solemos calificar a los medios de comunicación como catastrofistas, sin embargo hay muchas situaciones que son mucho peor de lo que se nos informa, o simplemente mucho peor de lo que personalmente conocemos al respecto. Realmente no todo el mundo sabe que más de dos millones de personas mueren anualmente en África de SIDA, todavía son más los que mueren de malaria y más de medio millón a causa de enfermedades que podrían evitarse con una simple vacuna. Otros fallecen por guerras, desnutrición o por vivir en condiciones inhumanas. En España la situación no es tan dramática, pero empiezan a darse casos que deberían tocar las conciencias de quienes nos gobiernan, para ello sería aconsejable ponerse en la situación de quienes se han quedado sin nada y deben seguir adelante como puedan.
Cálculos recientes indican que con los alimentos que se tiran a la basura en los países industrializados, se podría alimentar 7 veces a los que sufren hambre. Tal vez este hecho es lo que ha motivado al sociólogo suizo Jean Ziegler a declarar que cada niño que muere de hambre, en realidad es un niño que ha sido asesinado. Y en el mundo cada 5 segundos muere un niño de hambre a pesar de que en el año 2000 Naciones Unidas aprobó lo que se llamó las Metas del Milenio, que habrían de ser alcanzadas en 2015 y entre las que se encontraban: combatir el hambre y la pobreza, educación primaria para todos los niños, equiparación de los derechos de la mujer, reducción de la mortalidad infantil, etc. Pero la codicia no sólo de los magos norteamericanos de las finanzas echó sin embargo todo por tierra.
Entonces ¿para quien va a ser un Feliz Año, y quién traerá la solución para este panorama tan sombrío? Hay muchos que han empezado a preguntarse por qué Dios calla ante esta situación y no comprenden cómo los que dicen representarlo en la Tierra, no dan respuestas convincentes. Por lo visto el sólo rezar no trae soluciones, ni tampoco las muchas ceremonias y declaraciones teológicas. Muchos se preguntan por qué la iglesia no reconoce al fin que con haber dispuesto que la voz profética terminó con la venida de Jesucristo, cortó al mismo tiempo el diálogo directo que Dios tenía con sus hijos a través de sus profetas. Que la jerarquía eclesial en los últimos 2000 años perdió con ello definitivamente ese contacto con el mundo divino, lo demuestran los hechos de la historia, tal como lo ha documentado el gran historiador alemán Karlheinz Deschner.
Y sin embargo todo aquel que sienta en su corazón que es imposible que el Creador haya abandonado a sus hijos y desee descubrir de forma independiente la mordaza impuesta por la tradición eclesial, puede descubrir que Dios sí habla y ayuda en este tiempo, aunque no dentro de la institución eclesiástica. En la oferta dada por la profecía del tiempo actual, lo que prima es la libertad de decisión y el libre albedrío de cada uno, bajo el lema: "quien quiera creer que lo crea y quien quiera dejarlo que lo deje". Para aquel que se atreva a creer en ello más con el corazón que con el intelecto, sí podría ser entonces el comienzo de un Año Nuevo realmente feliz.
Radio Santec
Teresa Antequera Cerverón
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¿Cómo pasar con éxito del viejo al nuevo año?
Las personas nos solemos hacer muchos propósitos para el nuevo año, sin embargo el mejor propósito y el más grande es realizar lo que Dios espera de nosotros. Pero no tema, no es al dios de la iglesia a quien se refiere este artículo, rodeado de dogmas, paganismo y ritos. Es al verdadero Dios que vive en usted a quien podemos entregarnos en la confianza de que nos protege con Su luz, con Su amor y con Su fuerza. Esta entrega libre que se realiza en el corazón del hijo y dirigida al padre eterno, al Espíritu creador, se lleva a cabo mediante el cumplimiento paulatino de los Mandamientos de Dios y del Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret. Entonces se sorprenderá porque sentirá que cada día es un día nuevo y que cada día es su día.
Cada día trae a cada persona nuevos sucesos y a cada uno los suyos propios. Sepa que aquello que le trae su día, tiene que ver directamente con todo lo que en algún momento usted mismo le impuso a su consciente y a su subconsciente, tanto lo positivo como lo negativo. Lo positivo le estimula, lo negativo le quiere abatir. ¡No lo permita! ¡Levántese! Una vida nueva le saluda.
Después de estas breves indicaciones sobre cómo pasar con éxito del viejo año al año nuevo, tal vez se plantee la pregunta de sí merece la pena hacer una especie de examen de conciencia, pero tampoco tema, no se trata de entonar el mea culpa de la iglesia, si no más bien estar dispuestos a recogerse en un lugar tranquilo para reflexionar sobre cómo hemos terminado el año, si hemos estado a favor de la Madre Tierra y de la vida de los animales, a favor o en contra de nuestro prójimo más cercano o si por el contrario nos hemos ocupado tan sólo de nosotros, del mío y para mí.
Este examen de conciencia libre y relajado, en la confianza de que no estamos solos significa aprovechar el día, nuestro día. Significa también reorientar nuestra vida dirigiéndonos a El, al buen Dios que es quien nos apoya y nos conduce en nuestras sombras trayendo luz en la oscuridad y ayudándonos a llegar al arrepentimiento de nuestros errores y posteriormente a pedir perdón y a perdonar.
Los que se creen grandes en este mundo dirán: Esto no es para mí, yo me siento seguro con mis bienes, con mi dinero, y me aferro a la bolsa para conseguir aún más. Pero estos que se creen grandes son quienes más se quejan puesto que no encuentran seguridad en este mundo. De ahí la llamada de Jesús, ¡seguidme!, pues seguir a Cristo es seguir el camino de la seguridad, es el camino a Dios, nuestro Padre al que nos podemos aferrar porque nunca nos abandona. No importa si muchos creen que Dios nos ha abandonado, El vive en nosotros, El está más cerca de nosotros que nuestros brazos y piernas.
De esta forma los ricos y poderosos de este mundo se dirán: ¿de dónde saca aquella persona humilde y sencilla la seguridad y la estabilidad? ¿Por qué no se lamenta, por qué no se queja? Y habrá quien diga: esa persona para mí es un ejemplo a seguir, es mi deseo pensar y actuar del mismo modo.¡Haga la prueba! En usted surge el Reino de Dios y usted será un ejemplo para algunos que pisotean y ridiculizan el verdadero mensaje de la navidad, el mensaje del amor que trajo Jesús de Nazaret. El reino de Dios está dentro de cada uno de nosotros y surgirá en la Tierra que se está purificando, tal y como fue anunciado.
Radio Santec
Ana Sáez Ramirez
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