Estimado Director:
Le envío estos artículos de la semana 11 de 2015, para que lo publiquen en su medio de Comunicación.
Les estoy muy agradecida.
Saludos.
Mª José Navarro
24.764.815w
¿Hasta dónde es peligroso el magnetismo religioso?
Quien durante su vida se ata a determinadas opiniones, ideas, dogmas, ritos y actividades religiosas, quien a través de ritos de iniciación como por ejemplo el bautizo se ató o se deja atar a una determinada religión, debería saber que esa atadura tiene su continuidad en los mundos del Más allá, donde querrá pensar, sentir y practicar otra vez lo mismo o algo parecido a lo que pensó, sintió e hizo como hombre en la Tierra.
Los mundos religiosos imaginativos del hombre conducen a éste, como alma, otra vez a lo mismo, al grupo del que formó parte ya durante su vida terrenal puesto que la pertenencia a un grupo, las formas a menudo muy intensas de practicar la religión a través de oraciones establecidas, de ritos, de misas, de cultos religiosos, determinan el carácter del alma de quien vive ahora en el Más allá. Él tiende nuevamente a lo mismo, lo busca y es atraído energéticamente por agrupaciones y prácticas religiosas semejantes.
La agrupación religiosa forma en el Más allá un lugar en el que el alma puede seguir practicando todo lo que está grabado en sí, en cuanto a ideas, ritos, dogmas, credos, cultos religiosos, oraciones y tradiciones implantadas. Allí también se anhelan y se forman otra vez jerarquías religiosas. A través de procesos iguales a los que se producen en la Tierra, estos grupos religiosos siguen rindiendo homenaje a sus ideas tal como sintieron, pensaron y actuaron en la Tierra.
Los cultos religiosos, los dogmas, los ritos, las fórmulas establecidas de orar, las ceremonias, los ropajes y los objetos del culto son aspectos relativos a la práctica de una religión que se han grabado plásticamente en el alma, y que tras la muerte despiertan una resonancia en el mundo de imágenes del alma que llega hasta al ámbito del Más allá, atrayéndola. De esta forma el alma ve confirmado todo aquello en lo que creía en su existencia terrenal. Por eso es muy difícil para ella liberarse de todas estas imágenes anímicas fijas y reconocer la verdadera realidad que es la existencia de un mundo espiritual superior.
Lo que al alma le parece real, no es la realidad de la verdadera existencia. La ilusión continúa tal como fue para el hombre en traje terrenal. Por eso puede suceder que un alma, debido al sello que ella misma se creó como ser humano, busque una y otra vez lo mismo, por lo que incluso cuando seres de una consciencia superior tratan de explicárselo, de conducirle y orientarle a Dios, ella lo rechaza así como lo rechazó el hombre.
Mª José Navarro (24764815W)
De la publicación: "La unidad universal que habla"
www.editorialvidauniversal.com
¿Por qué es importante celebrar el Día Internacional sin carne?
A pesar de las muchas voces a favor de los animales, lamentablemente aún sigue siendo importante celebrar el Día Internacional sin carne. En la actualidad también en el seno la Iglesia aparecen voces que defienden la vida animal, por ejemplo el teólogo y catedrático católico Erich Grässer quien a la pregunta: ¿Cómo entiende la Iglesia la protección de animales?, contesto: "En este sentido tengo que decir que cuando se escriba la actual historia de nuestra Iglesia, el tema Iglesia-protección animal, será un capítulo tan oscuro como el tema Iglesia-quema de brujas".
Sin embargo que contradictoria fue la postura del Papa Benedicto cuando otorgó una bendición a los cazadores, deseándoles que 'su apego a la naturaleza se conservara estando al servicio de la maravillosa creación de Dios', reiterando así oficialmente la bendición papal para todos aquellos que matan animales "para preservar la creación", cuando realmente sólo se caza por placer o por satisfacer el paladar.
Además hace ya mucho tiempo que la medicina comprobó que una alimentación sin carne es más sana; que la crianza de animales de consumo daña la naturaleza y el clima, y que el trato que se da en muchos casos a los animales es cruel e inhumano. En la actualidad el ser humano se baña en la sangre de sus congéneres animales para saciar su apetito por la carne, y en la caza su deseo de matar. A la mayoría esto les parece algo natural, pues piensan que los animales están aquí para ser criados, matados y comidos.
Mª José Navarro (24764815W)
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