La Navidad que está llegando será una farsa
El pasado 19 de Noviembre, el Papa Francisco durante su homilía matutina en la residencia de Santa Marta lo dijo tal cual: «La Navidad que está llegando será una farsa». Más tarde la cadena Focus-TV ampliaba la noticia de la siguiente forma: «Ante los terribles atentados en Paris y las tragedias de las últimas semanas, el Papa Francisco dijo que no existen motivos para celebraciones aunque sea Navidad. En su discurso el Sumo Pontífice afirmó: "Todo se llenará de luces, árboles y belenes, pero todo será falso porque el mundo continuará en guerra. Todo esto es una farsa. El mundo no ha comprendido el camino de la paz. El mundo entero está en guerra, y las guerras dejan ruina, miles de niños sin educación y muertos inocentes, además de mucho dinero en los bolsillos de los traficantes de armas". Según Radio Vaticano el Papa aún citó la frase de Jesús de Nazaret que podemos leer en la Biblia: "Nadie puede servir a dos señores, a Dios y al dinero", y la guerra siempre es decidirse por la riqueza.
Sin embargo de la declaración del Papa no sorprende únicamente el término "farsa", pues es algo que cada vez más personas comparten. Si nos detenemos a observar las numerosas costumbres navideñas, el bullicio en las calles y comercios, los abusos culinarios, los excesos de todo tipo y lo superficial que se muestra todo, ¿no deberíamos tal vez reflexionar sobre si todo esto que rodea a la Navidad no es realmente una farsa, aunque no se vea afectada por la sombra del terrorismo o de la guerra?
El Papa dice estar convencido de que este año no existen motivos para celebraciones aunque sea Navidad, ¿pero ha sido diferente en años pasados?, ¿Acaso los pavos, terneras, corderos, besugos, cigalas, langostas, gallinas, ovejas y el resto de animales que mueren a millones para acabar sobre la mesa como cena festiva tienen algo que celebrar? ¿Es así como se debe conmemorar a Jesús, el Cristo, quien nació entre animales porque fueron los únicos que le ofrecieron protección y calor? ¿O quizás tienen algo que celebrar los millones de árboles que se talarán para adornar los hogares y que se tirarán después a la basura nada más terminar la "bella" Navidad? Realmente todos estos motivos, por citar algunos, son más bien motivos de lamentación y no de celebración, pues la Navidad debería ser otra cosa. Si el Papa califica muy acertadamente todo este montaje navideño como farsa, ¿por qué no interviene para que realmente la Navidad sea la fiesta de la paz para todos, también para los animales y los arboles, la fiesta de la alegría interna, de la fraternidad entre todos los hombres, la fiesta de la unidad entre todos los pueblos y la fiesta del nacimiento de Jesús, el hijo de Dios, quien vino a la Tierra por amor?
Mª José Navarro (24764815W)
Del programa: "Un árbol muerto en la Plaza de San Pedro"
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