jueves, 17 de diciembre de 2015

Artículo especial previo a la Navidad

 

¿Es compatible con la Navidad el matar animales y talar árboles?

 

 

 

Este año el árbol de Navidad que se instalará en la puerta del Vaticano será un abeto de 32 metros de la región alemana de Baviera. Noticia que llevan publicando algunos medios alemanes desde el mes de Noviembre con el tratamiento de un feliz acontecimiento, pues el árbol escogido procede del distrito bávaro de Amberg-Sulzbach. Ya en el mes de junio el alcalde de Hirschau era informado a través de una llamada desde la nunciatura en Berlín, con el siguiente mensaje: «Ustedes han sido escogidos para enviar a Roma el árbol navideño. Su santidad espera con alegría su entrega». Esto significa que 285 personas han viajado a Roma acompañando al obispo de Ratisbona y dos políticos del parlamento regional con el fin de ser recibidos en audiencia privada por el Papa. Esto sucederá antes de que se coloque el abeto seleccionado en la Plaza de San Pedro. Demasiado bombo y platillo alrededor de un árbol de navidad. ¿Pero es cristiana esta tradición navideña?, la respuesta es no.

 

Jesús de Nazaret, un verdadero revolucionario espiritual, considerado como el príncipe de la paz, es decir el maestro del pacifismo, cuyo nacimiento celebramos en Navidad, nada tiene que ver con la costumbre de talar árboles para luego ser adornados, esto se trata más bien de la épocas pre-cristianas de Egipto, Babilonia y Roma, culturas que adornaban árboles para celebrar el solsticio de invierno, en la que se veneraban a deidades como Amón, Atis y Tamuz o Baal respectivamente. La casta sacerdotal de las diferentes épocas y culturas citadas, a través de sus cultos de sacrificio, no pretendían otra cosa que apaciguar a sus respectivos dioses iracundos. En el siglo IV d.C. la iglesia fijó el 25 de diciembre como fecha de nacimiento de Cristo, curiosamente el mismo día que se celebraba el nacimiento del dios Mitra. Evidentemente no se trataba de una coincidencia, la intención no era otra que la de ganarse a las masas que adoraban a este Dios. Por cierto una iglesia que Jesús de Nazaret nunca fundó.

 

La enseñanza de la Iglesia establece que los animales y las plantas son seres sin entendimiento. Pero no solo los animales sino también las plantas poseen cierto grado de inteligencia, hoy día se sabe que se comunican y avisan entre sí y que reaccionan al dolor. Sin embargo por Navidad se matarán millones de animales y se talarán millones de árboles en plena savia sólo para ser decorados. Y mientras agonizan, las personas están de fiesta.

 

Jesús nos trajo el Sermón de la Montaña donde se encuentra la Regla de Oro, que dice: trata a los demás como quieras que te traten a ti. Lo que también es válido para la naturaleza y los animales. La Navidad está llena de comportamientos, tradiciones y costumbres llenas de desprecio hacia los animales y las plantas, y esto no es cristiano. Por fuentes históricas se sabe que los primeros cristianos eran vegetarianos y que los cazadores no podían formar parte de las primeras comunidades cristianas. O sea que respetaban y valoraban a los animales y a la naturaleza. ¿Hasta qué punto es compatible que precisamente por Navidad se consuma tanta carne y tanto pescado en el denominado occidente cristiano? ¿Cuán compatible es que se talen millones de árboles o que se celebre de forma triunfal la colocación de un árbol navideño en la Plaza de San Pedro?

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W) 

Del programa: "Un árbol muerto en la Plaza de San Pedro"

www.radio-santec.com

 

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