¿Existe alguna fortaleza donde sentirnos seguros?
Dar pasos reales en lo que se denomina la fe activa, nos da la fuerza para hacernos conscientes de que somos hijos de Dios, hijos e hijas de nuestro Padre eterno. Así nuestra forma de actuar será cada vez más seria, y la fe se habrá convertido en confianza. Nos habremos confiado a Jesús, el Cristo, y sentiremos en nosotros mismos que nos estamos acercando a Él. Se da un cambio total en nuestra forma de pensar y en todo nuestro comportamiento: felicidad interna, seguridad interna y alegría interna nos hacen sentir que no estamos solos: es el gran Espíritu del Universo que se ha vuelto vivo en nosotros.
De pronto percibimos la naturaleza de un modo diferente, nos damos cuenta de que cada flor, cada árbol y cada animal tienen su leguaje, es el lenguaje del Espíritu todopoderoso. Notamos lo que necesitan la naturaleza y los animales, y sentimos en el corazón cómo se encuentra nuestro prójimo y cómo le podemos ayudar. Es el gran Espíritu que se acerca a nosotros, que nos guía. Tenemos menos miedos y temores, pues sabemos que en nosotros hay una fortaleza: es el Espíritu de Dios, el gran Amor, al cual podemos regresar en todo momento para repostar, porque paso a paso vamos hacia El ya que nuestra forma de actuar, pensar, hablar y obrar ha cambiado. Nos hemos transformado positivamente.
Jesús dijo: "sed perfectos como perfecto es vuestro Padre en el Cielo". Esto significa dar los pasos hacia Cristo, haciéndonos conscientes de los Mandamientos de Dios y de las enseñanzas de Jesús, tomándonos un momento de tiempo para captar la esencia y realizar aquello que hemos reconocido.
Lo que sucede en nosotros no se lo podemos demostrar a los demás. Los otros tal vez vean que hemos cambiado, que somos como personas completamente diferentes. Y si es un grupo el que sigue los pasos de este gran Espíritu, de Jesús el Cristo, los demás lo notarán en el grupo, en las obras de esta comunidad, pero nadie podrá demostrarlo, pues la prueba de que Dios existe se encuentra únicamente en nosotros.
Tan sólo con tener fe, que es igual a una fe pasiva, con el tiempo nos insensibiliza y llena de dudas, sin embargo la fe activa nos da la seguridad de que en nosotros hay una fortaleza en la que en cualquier momento podemos entrar. En esta fortaleza está el amor que nos da la fuerza para dar los pasos siguientes, es el gran Espíritu del amor que actúa en Su casa –que somos nosotros, ya que nosotros somos el templo de Dios- y que nos muestra el siguiente paso a dar. Por tanto no necesitamos iglesias de piedra. Necesitamos a Jesús, el Cristo, y con la buena voluntad de seguirle, podremos afrontar lo que sea.
Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)
De la publicación. "Déjate guiar"
www.editorialvidauniversal.com
La maldad del ser humano nos ha hecho fracasar
El hombre quita a los animales la dignidad que él considera para sí mismo como algo inviolable, los denigra con crueles experimentos, y dice hacer deporte mientras los persigue y acorrala por campos y bosques; les niega el derecho a un libre desarrollo que naturalmente reclama para sí mismo; los tortura en estrechas jaulas para hacer posible la producción industrializada de carne; les niega el derecho a la familia quitándoles a las madres sus hijos nada más nacer; y sobre todo les niega el derecho a vivir a pesar de que se ha demostrado que para una alimentación sana los alimentos cárnicos no son de ninguna manera necesarios, sino más bien son perjudiciales.
A pesar de que el hombre y sus obras se acercan a su ocaso, él aún piensa que tiene que hacer uso de su pretensión de poder para con los que cree tener por debajo, sin darse cuenta de que está fracasando en su comportamiento contra la ley de la vida. Durante milenios ha dado rienda suelta a su maldad pero ahora los efectos están llegando de vuelta.
José Vicente Cobo (45277997j)
De la publicación: "El asesinato a los animales es la muerte de los hombres"
www.editorialvidauniversal.com
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