domingo, 8 de mayo de 2016

Artículos de opinión


 

D, ¿La vitamina que lo puede todo?

La vitamina D es una molécula pequeña con un gran efecto que parece que lo puede casi todo. Un estudio de 2009 vino a demostrar que si nos falta vitamina D tenemos más probabilidades de contraer catarros y resfriados. La noticia es que la vitamina D tiene también efectos positivos en lo relativo a la inmunidad. Esto lo corroboró la universidad de Colorado que comprobó que las personas con menos vitamina D tenían un 40% más de probabilidades de resfriarse. La vitamina D es especialmente importante para los asmáticos, quienes ya de por sí tienen más probabilidades de resfriarse, y que según el referido estudio su riesgo aumentaba 5 veces cuando los participantes tenían un nivel bajo de vitamina D.

Por otro lado la universidad de Oxford descubrió que la propensión a padecer esclerosis múltiple tiene que ver con la vitamina D. Por ejemplo si las futuras madres tienen poca vitamina D los hijos tienen un riesgo más elevado de padecer esta enfermedad. Por eso se recomienda tomar vitamina D para proteger al niño durante el embarazo y durante la niñez.

Otra enfermedad relacionada con la vitamina D es la demencia. Un interesante estudio realizado con 2000 personas mayores de 65 años demostró la relación entre las aptitudes cognitivas, es decir, la capacidad de rendimiento del cerebro y el nivel de vitamina D. Hoy se sabe que la vitamina D juega un papel importante para el metabolismo en el cerebro. Pero también juega un papel importante en los huesos. Un estudio intentó aclarar qué es más importante para los huesos: el calcio o la vitamina D. Se concluyó que el suplemento recomendado de calcio sólo aporta resultados o sólo es necesario si el nivel de vitamina D es muy bajo, o sea, que si el nivel de vitamina D en las mujeres es suficiente no es necesario un suplemento de calcio adicional. O sea que la vitamina D es un factor decisivo para la densidad de los huesos.

En mujeres jóvenes obesas la cantidad de grasa abdominal aumenta cuando el nivel de vitamina D es bajo. Y para las personas con problemas de corazón les resultará interesante saber que la universidad de Graz ha demostrado que con concentraciones de vitamina D menores a 30 nanogramos por mililitro, las personas tenemos un riesgo 3 veces mayor de morir por fallo cardiaco.

Por si fuera poco la empresa Merz Pharmaceuticals ha realizado un estudio que demostró que la carencia de vitamina D podría elevar el riesgo de sufrir depresión. Siendo las mujeres con sobrepeso y con un nivel bajo de vitamina D las que sufren un riesgo más elevado de padecerla. Por otra parte la diabetes es también un problema de salud que se relaciona con la carencia de vitamina D. Hace tiempo que se sabe que la vitamina D puede evitar la diabetes del tipo I, y estudios más recientes indicaron que la diabetes del tipo 2 también depende del nivel de vitamina D. Parece ser que la vitamina D juega un papel importante en la intensidad y en la secreción de insulina por parte del páncreas. En resumen se puede afirmar que las personas que la toman adicionalmente tienen un 7% menos de riesgo de muerte por alguna de las enfermedades mencionadas.

 

 

Mª José Navarro (24764815W)

Del programa: "La Vitamina D"

www.radio-santec.com

El ser humano necesita una transformación radical

 

La violencia del hombre frente a las otras criaturas, le viene de vuelta recayendo sobre él en forma de golpes del destino, terrorismo, guerras, catástrofes, plagas, enfermedades y pestes. Mientras no reconozcamos los trasfondos de este mal amenazante y sólo hablemos de los sucesos casuales, no se nos podrá ayudar. Por eso deberíamos echar una mirada al último libro de la Biblia, El apocalipsis de san Juan, donde se lee que esta civilización finaliza apocalípticamente.

No se trata meramente de unos pequeños cambios como talar menos bosques, usar moderadamente las energías, una agricultura ecológica y reducir las torturas hacia los animales. ¡No!, se trata de una transformación fundamental de nuestra postura hacia la naturaleza y los animales, es decir despedirnos de todo tipo de tradición desesperante procedente de las enseñanzas eclesiásticas y filosóficas, que descomponen la unidad de la vida y que han separado todo lo que corresponde a la unidad, pues no existe la vida inanimada: el espíritu no existe solamente en las células cerebrales humanas, puesto que también las plantas sienten y los animales sienten alegría y dolor.

Existe una unidad entre todo lo que vive, incluso una unidad entre todo lo que existe. Y no se trata de una ilusión, sino que es ya un componente de la física cuántica, la que hace tiempo superó la visión del mundo materialista. Max Planck intuyó que detrás de toda la materia hay una forma de energía de un espíritu consciente e inteligente que actúa como sustento de todo lo que existe.

 

 

Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)

Del programa: "Perspectivas para un futuro mejor"

www.editorialvidauniversal.com


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