¿Qué significa realmente aprovechar la vida?
Nuestro mañana depende única y exclusivamente de nuestro hoy. El como pensamos, sentimos y obramos hoy es lo realmente decisivo, lo que tiene valor, pues sólo esto influye en nuestra vida actual configurándola. Estamos en esta vida para superar lo que reconocemos ahora, es decir para arreglar lo que se nos hace consciente sobre nosotros mismos, sobre nuestra relación con los demás, con la naturaleza, con los animales, por eso lo decisivo no es preguntar como fue el ayer o como será el mañana, sino aprovechar el presente para acercarnos a nuestro origen divino, a lo que somos en nuestro interior, un hijo, una hija de Dios.
El nacimiento contiene en sí la muerte. Quien tenga presente esto vivirá conscientemente, por eso deberíamos reconocer que cada instante no empleado o mal aprovechado es un tesoro perdido. Igualmente cada pensamiento vano o negativo, cada acto infructuoso y cada palabra inútil es fuerza desperdiciada. La muerte es sólo el paso a otra forma de existencia, pues dejamos de ser una persona para convertirnos en alma. Nuestro cuerpo de materia fina se encontrará en otro estado físico de sustancia sutil que no puede ser visto con los ojos terrenales.
No podemos imaginarnos la vida del alma en los ámbitos del Más allá. Allí existe una diferencia esencial entre la vida de aquellos que pasan dormidos espiritualmente y la vida de las almas que llevan consigo una consciencia más elevada, es decir que han aprovechado su vida terrenal para reconocerse y purificar y acercarse así a Dios.
José Vicente Cobo (45277997j)
De la Publicación: "Vive el instante"
www.editorialvidauniversal.com
¿Por qué no interesan las experiencias cercanas a la muerte?
Para la mayoría de las personas hablar sobre la muerte es tratar un tema tabú, algo sobre lo que apenas se reflexiona y mucho menos se habla. Además presuponer que la vida continúa tras la muerte, es arriesgarse a tratar un tema considerado filosófico. En todas las épocas y en todas las religiones ha habido conceptos e ideas en las que se podía creer o no, sin embargo sobre este tema hace tan sólo 30 años que se comenzaron a hacer aproximaciones científicas. A mediados de los 70 se publicaron los primeros libros de la autora suiza Kügler-Ross y del psiquiatra americano Raymond A. Moody, quienes por primera vez entrevistaron a personas que habían tenido experiencias cercanas a la muerte y cuyos relatos se documentaron, descubriendo que de forma estandarizada se producían elementos comunes a todos los entrevistados.
En la actualidad se sabe que alrededor de 25 millones de personas han pasado por una experiencia cercana a la muerte en los últimos 50 años. Y de acuerdo con datos obtenidos en EE.UU y Alemania aproximadamente el 4,2 % de la población ha estado confrontada con este tipo de experiencias, por cierto poco documentadas, puesto que los médicos por regla general no quieren tener nada que ver con este tipo de temas ya que consideran que traspasan su ámbito profesional.
Sin embargo no parece ser un problema exclusivo de los médicos, sino también social. Por ejemplo en Europa es un tema al que apenas se le da importancia o que incluso se evita, no se quiere hablar de la muerte. Es como si esta vida nos fuera a durar siempre y no necesitáramos confrontarnos con el morir. El motivo de estos reparos radica en la educación, también tiene su condicionante cultural, sin embargo las grande Iglesias que son las que habrían tenido la tarea de ocuparse de este tema y de prepararnos para el tránsito que toda persona algún día recorrerá, trasmiten más bien ideas nebulosas y confusas, y aunque hablan de una vida eterna, cuando se refieren al cielo realmente no saben nada sobre lo que sucede allí. Sin embargo a la hora de hablar sobre el purgatorio y la posibilidad de permancer allí, incluso sobre la condenación eterna en el infierno, convierten este tema en algo realmente amenazador que produce temor, motivo por el cual a casi nadie le apetece hablar sobre ello.
Sin embargo en la actualidad todo este conocimiento oculto y abstracto ha sido puesto bajo la luz de la verdad, con una claridad hasta ahora desconocida, pues Dios, El Eterno, no calla. Desde hace 40 años, Gabriele, una mujer a quien Dios denomina Su profeta y enviada, manifiesta en profundidad todo lo que las personas necesitan saber sobre la vida después de la muerte, y sobre cómo transcurre la vida en el Más allá, también sobre el cielo y el infierno, en definitiva sobre todo lo que es importante. Aquello sobre lo que millones de personas se han preguntado a lo largo de la historia. Sin lugar a dudas un conocimiento que merece la pena descubrir en toda su amplitud.
Ana Sáez Ramirez (45.271.959 R)
Del programa: "La vida después de la muerte"
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