domingo, 31 de julio de 2016

artículos de opinión

 

¿Cómo debo vestirme para ser un buen creyente?

 

 

 

Muchas personas peguntan por qué Dios permite que este mundo se haya vuelto tan caótico, y la respuesta en muchas ocasiones llega de forma resignada por quienes han confiado su conducción a los guías eclesiásticos, que dice: «Eso son misterios de Dios». Puede que más de uno siga reflexionando poco convencido del siguiente modo: «He profundizado en muchas religiones creyendo encontrar aquí y allá destellos de la verdad; en alguna incluso hallé una verdadera lluvia de destellos, y creí ilusionado haber llegado a la meta, por lo que me adscribí a aquella religión. Pero pronto me sobrevinieron las dudas, pues me pregunté: ¿de qué me sirven los destellos de la verdad si no me he convertido en una persona diferente, es decir en una mejor persona? En mí justificado escepticismo y receloso pensé: seguro que todas las religiones tienen más destellos de la Verdad eterna, si se juntasen todos los destellos de todas las religiones igual se encontraría así a Dios. Pero en mí creció el desencanto: he buscado y rebuscado, estuve en esta y aquella religión, y no he encontrado a Dios».

 

Ciertamente muchos buscadores de Dios a lo largo de su peregrinaje han llegado desencantados a la siguiente conclusión: «Seguro que no soy el único que se pregunta dónde está Dios, y por qué se oculta Él, pero es que mis dudas sobre la existencia de Dios van creciendo cuanto más reflexiono sobre las vestiduras de sus representantes, es decir de sus trajes religiosos, también sobre la escenificación que se hace en las ceremonias y ritos, también en la liturgia. Y reflexiono: si ellos que van envueltos en sus llamativas vestiduras predican la humildad cuando tantas personas pasan hambre y necesidades, algo debe estar fallando».

 

Si por último te decides a conversar con los «expertos» sobre Dios, rápidamente llegas a la lamentable conclusión de que ellos están más lejos de Dios que quienes buscamos. Además todo representante religioso, también todo fiel arraigo en el fanatismo opinará que su religión es la única que salva, y que sólo en su religión se anuncia la verdad, el resto son falsas.

 

Estimado lector, nadie necesita dar ni un paso externo para encontrar a Dios, porque el Espíritu eterno a quien en occidente llamamos Dios es omnipresente, de modo que también está en el alma de cada ser humano. El omnipresente y libre Espíritu del Infinito, Dios, está en los reinos de la naturaleza, en cada árbol, en cada planta, en la hierba, en el animal y en la piedra. Y en el poderoso cosmos Él es el Espíritu eterno soberano. Los seres humanos no necesitamos ir a ningún lugar determinado para encontrar a Dios. Tampoco nos tenemos que vestir de forma especial para rezarle. Recordemos las palabras de Jesús de Nazaret: «Mirad los lirios en el campo cómo crecen, no trabajan ni hilan, y en cambio os digo que Salomón en todo su esplendor y gloria, no estaba tan bien ataviado como ellos». Dios por tanto está en nosotros. Dios está a nuestro alrededor. Dios está sobre nosotros. Él está entre nosotros, Él está a nuestra izquierda y a nuestra derecha. Él es el Espíritu Libre, la vida en todo.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

Del programa: "Encontrar a Dios" que se emite por Sophia TV América

www.radio-santec.com

 

¿Qué ocurre durante el sueño?

 

 

La vida para el ser humano es nueva cada día. Todas las mañanas, poco antes de que despiertes, tu alma vuelve de un viaje y regresa a su vestido terrenal. Cuando despiertas piensas que tu alma ha estado en tu cuerpo mientras dormías sin embargo no es así. El nuevo día te trae acontecimientos e impresiones muy distintos a los del día anterior. Por la noche si tu cuerpo duerme profundamente, tu alma va de viaje, si bien se queda unida a tu cuerpo mediante el llamado cordón de plata o de información. Este cordón mantiene la unión entre el alma y tu cuerpo que está durmiendo.

 

Tal vez dirás: "Sería interesante saber dónde ha estado el alma durante la noche, saber qué ha hecho, conocer las impresiones que trae". Pero estos acontecimientos no tienen que quedar ocultos para ti si purificas tu alma de las sombras de tus pecados y mantienes a tu subconsciente a y a tu consciente, en gran medida libres de grandes cargas, de pensamientos humanos y excitaciones corporales. Es decir si estás tranquilo y mayormente libre de los deseos que te preocupan y te has desprendido de problemas, preocupaciones y pensamientos humanos sobre tu prójimo, tu alma puede reflejar sus impresiones en tu persona, entonces tu subconsciente y tu consciente libres perciben en el lenguaje de imágenes del ama, las impresiones que el alma ha traído de otros mundos como ayuda para ti en este día.

 

José Vicente Cobo (45277997j)

De la publicación: "El Día tu amigo"

www.editorialvidauniversal.com

 

 

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