¿Cura el tiempo realmente todas las heridas?
Toda persona tiene su propio pasado, y si reflexionamos sobre el mismo comprobaremos que hay muchos detalles que ya apenas podemos recordar. Así más de uno dice de forma lapidaria: «Lo que pasó se olvida». Pero puesto que ninguna energía se pierde, ¿dónde están entonces las energías, por ejemplo nuestros sentimientos, sensaciones, pensamientos, palabras, todo lo positivo y negativo de nuestra vida, también nuestras costumbres, es decir, todos nuestros esquemas de comportamiento, todo aquello que incluimos bajo la categoría de «olvidado» o de «lo pasado»?
Frecuentemente desechamos o consideramos una nimiedad el hecho de si las personas a las que hemos ofendido o incluso perjudicado nos han perdonado o no, o si tal vez aún sufren por ello. Sin embargo lo que no está superado, es decir perdonado, sigue existiendo, también en el caso de que hayamos olvidado aquellas situaciones no aclaradas. Los seres humanos pasamos por alto con mucha facilidad el factor «energía», pero toda energía que proviene de cada uno de nosotros sigue existiendo, está registrada en nosotros, en el microcosmos y en el macrocosmos.
Las personas a las que por ejemplo les cuesta superar un golpe del destino escuchan a menudo de sus conocidos el dicho popular que dice: «El tiempo cura muchas heridas». Y es cierto, pero solo si en el otro no hemos dejado ninguna herida, ninguna culpa. Jesús de Nazaret enseñó a los seres humanos de todas las generaciones lo siguiente: «Haz enseguida las paces con tu adversario mientras vayas con él por el camino, no sea que tu adversario te entrega al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel».
José Vicente Cobo (45277997j)
De la publicación: "El camino del olvido"
¿Se puede reparar el daño hecho a la naturaleza?
La naturaleza mantiene siempre la armonía y el equilibrio, y cuida de los seres vivos, hasta de los más pequeños. Es el ser humano quien se ha excluido de esta unidad y con sus ansias de riqueza y poder ha quitado a los animales cada vez más su espacio vital e interviene manipulando el fino funcionamiento de la naturaleza. La naturaleza y los animales sufren lo indecible a causa del ser humano. La factura de nuestro comportamiento nos esta llegando cada vez mas evidentemente, y esto hasta que nos hagamos conscientes de ello y logremos, aunque sea en parte, reparar el daño causado y aprender de nuevo a integrarnos en ese sensible equilibrio de los reinos de la naturaleza.
La Fundación Gabriele, la Obra del amor al prójimo animal y a la naturaleza, se creó para poder reparar el daño hecho a las plantas, animales y a la naturaleza. Así hace unos años, se empezaron a crear espacios en lo que pueden vivir los animales, devolviéndoles su hábitat natural, además en esta Tierra de paz ellos encuentran comida no contaminada.
Quien ha observado las actividades de la Fundación Gabriele y ha mirado cara a cara a un animal en la tierra pacífica, ha podido percibir que aun estamos a tiempo de reparar mucho mal causado y ha podido sentir cómo allí vuelve a respirar aliviada toda la naturaleza. Allí se respira una paz inusitada y muchos han empezado a creer que es posible traer a nuestro planeta un reino de paz.
Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)
De la publicación: "La Fundación Gabriele"
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