domingo, 17 de diciembre de 2017

Artículos de opinión



Para los primeros cristianos la Navidad no era relevante

 

 

 

En un folleto editado por la Obra Bíblica Católica  y titulado: "Mundo y ambiente de la Biblia", encontramos algunos párrafos dedicados a la Navidad que ponen al descubierto no de forma explícita pero sí orientativa, los orígenes de la Navidad. Allí leemos: "Durante los primeros 300 años los cristianos no tuvieron motivo para celebrar con una fiesta, el nacimiento de Jesús". Es decir que durante 300 años pudo existir el cristianismo sin una fiesta que hoy nos parece imprescindible.

 

¿Pero qué aconteció en el siglo IV para que se comenzara con esta tradición que a la vista queda, no dejó instaurada Jesús? Parece ser que el dios-Sol Mitra, se convirtió en un formidable rival de Jesús, quien según dice la tradición nació de una virgen y era representado con unos brillantes rayos sobre su cabeza, casualmente fue en esa época cuando se comenzó a representar la imagen de Cristo también con unos rayos sobre su cabeza, imagen que el emperador Constantino también utilizó para sí. El emperador, que prohibió la herejía y el paganismo, no obstante permitió  a comienzos del siglo IV que la incipiente iglesia católica escindida de los primeros cristianos originarios, sí incorporaran costumbres, relatos y prácticas de otras religiones lo que les debía servir para obtener ventaja frente al arrasador poder de Mitra. Todo el plagio del culto a Mitra incorporado al cristianismo se utilizó por lo tanto como una estrategia para atraer a más personas a las iglesias.

 

En la Enciclopedia de Costumbres religiosas (Charles Panati) leemos: "La idea de celebrar el nacimiento del Señor el 25 de Diciembre fue una astuta estratagema de los padres de la Iglesia que querían eclipsar la festividad de una religión rival y pagana, la del culto a Mitra, ya que este también cumplía años supuestamente en Diciembre. No hay que perder de vista que antiguamente nadie conocía la fecha exacta de su nacimiento y que casi nadie se interesaba por este asunto. Los natalicios no tenían importancia. Valían eso sí, los aniversarios de muerte.» Con esto una vez más se pone de relieve que para los primeros cristianos, la celebración del nacimiento de Jesús no era relevante, para ellos lo importante fue saber quién fue Jesús de Nazaret, qué trajo a la humanidad y cómo vivió, no cómo nació.

 

Curiosamente el culto a Mitra llevaba aparejado ruidosas fiestas por el solsticio de invierno, cayendo en notables exageraciones como las que vivimos actualmente. Además esta fiesta pagana en que se ha convertido el nacimiento de Jesús de Nazaret, va unida a mucha muerte: los árboles navideños son tal vez la muerte más inofensiva, sin embargo qué se puede decir de la orgía carnívora que se lleva a cabo por Navidad en donde millones de animales han de morir para que nosotros, las personas, podamos celebrar la Navidad "como corresponde". Esto sigue recordando una vez más a los cultos de sacrificio de la antigüedad en donde sin embargo Dios decía una y otra vez: "Vuestros sacrificios son para mí una atrocidad".

 

 

Mª Jose Navarro (24764815W)

Del programa: "Navidad"

www.radio-santec.com

 

¿Por qué deben estar los animales disponibles para todas las fiestas?

 

 

El Adviento y la Navidad se han transformado en una cos­tumbre tradicional pagana. El Occidente cristiano, su­mergido en el torbellino navideño, en el delirio de los rega­los, del resplandor y centelleo, ha olvidado el hecho sin igual que sucedió hace 2000 años: La encarnación del Hijo de Dios en un cuerpo humano. El Hijo de Dios vino a noso­tros los hombres. El Adviento y la Navidad, sin embargo, ya no tienen nada que ver actualmente con la venida del Se­ñor y con Su enseñanza. El "rebaño cristiano" de la Igle­sia, que se ha tornado insensible e indiferente, celebra una fiesta pagana eclesiástica tradicional, cuyas raíces se en­cuen­tran en la creencia en ídolos de tiempos pasados, y sólo unos pocos desean que se les recuerde el gran acontecimiento cósmico que aconteció en Belén.

 

Durante estas fies­tas "santas", sobre el altar de la tradición eclesiástica, se lleva a cabo una matanza de millones de animales con el fin de mantener durante unas pocas horas el sentimental resurgimiento del sentido de familia. ¡Se trata, claro está, de la Navidad! Quien observe este mundo con los ojos muy abiertos, descubrirá que la perversión no es ilimitada, pero sí mundial. De­bido a esta sociedad pervertida sufre también la Madre-Tierra y muy especialmente sufren los animales. ¿Por qué tienen que estar los animales a disposición para cualquiera fiesta? Porque no se han dejado adoctrinar impositiva y dogmáticamente como los hombres. Los animales no son ni católicos ni luteranos, no pertenecen a ninguna institu­ción eclesiástica, ellos permanecen fieles al verdadero Dios.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del programa: "Navidad"

www.radio-santec.com

 

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