sábado, 3 de noviembre de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos:

Les envíamos estos artículos en la semana 44 de 2012, para que lo publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815W

www.radio-santec.com

 

 

¿Existe realmente el infierno?

 

 

 

Si miramos nuestro mundo, no necesitamos adivinar si en el Más allá existe un infierno. De muchas maneras el fuego infernal ya arde aquí en esta Tierra. Las angustias de este mundo por ejemplo a causa de enfermedades, pobreza, hambre, guerras y catástrofes bastan para decir que el infierno lo tenemos ya aquí en la Tierra.

 

¿Pero quién crea el infierno en este mundo? ¿Quién nos causa personalmente el infierno? Ni Dios, ni los médicos ni nadie. La humanidad es la que está hiriendo constantemente al planeta Tierra y cada cual es el que se crea su propio infierno. El aspecto que éste tenga depende de nuestro comportamiento, que consta de nuestro mundo mental, también de nuestra forma de hablar y actuar, pues los cinco componentes: sentir, percibir, pensar, hablar y actuar tienen su propio fondo, sus contenidos, que son decisivos para el pro y el contra en nuestra vida.

 

¿Quién nos puede sacar de nuestro infierno? Únicamente nosotros mismos con la ayuda de Jesús, el Cristo, nuestro Redentor. Depende de nosotros el que nos fortalezcamos por la fe en Jesús, el Cristo, y demos los pasos que Él nos enseñó. Ellos resultan de los Mandamientos de Dios y del Sermón de la Montaña de Jesús. Quien siga con Cristo el camino hacia el Padre eterno, tiene realmente a su lado la fuerza del infinito.

 

¡Cambie su modo de pensar, dejando de lado pensamientos sobre enfermedades, preocupaciones, sufrimientos, necesidades, odio, envidia, y hostilidad! Apártese de estos pensamientos. Esmérese en llegar a ser una persona confiada y llena de esperanza, que envía pensamientos de salud, de libertad y de felicidad hacia el interior de su cuerpo y pide una y otra vez la ayuda del Cristo de Dios.

 

Cambie por lo tanto su forma de ser y sus sentidos se purificarán. El gran Espíritu en usted es el amor. La salud es la fuerza del amor. ¡Diga que sí a la obra de amor que Dios quiere realizar en usted!

 

Radio Santec

Teresa Antequera Cerverón

       73891412-W

www.randio-santec.com

 

Misiones espaciales frente a la miseria del tercer mundo

 

Teniendo en cuenta que se gastan millones en tecnología espacial, cohetes y satélites habría que preguntarse: ¿Posee acaso el hombre todavía una conciencia? Muchos cohetes y satélites explotan y se pierden, dejando el espacio convertido en un vertedero. Mientras se gastan miles de millones en ello, en el Tercer mundo mueren de hambre millones de personas.

Pero para que lo oscuridad y maldad en esta Tierra no se vuelva visible, se disfraza de misericordia y mendiga entre los hombres de la clase media y entre los pobres, a favor de los más pobres. Los ricos se quedan en su cofre mágico y en sus tradiciones. Muchos de estos "hábiles pedigüeños" organizan actividades para recaudar dinero para el Tercer mundo. ¿Pero cuánto dan los ricos y cuanto el becerro de oro que posee miles de millones, la Iglesia? Sólo tanto como para que no afecte a la cuenta corriente o para que no se desvalorice el becerro de oro.

La inmensamente rica Iglesia mendiga también a favor de los pobres, pero pocos recapacitan sobre cómo la Iglesia rica y mendigante se instaló en otros pueblos, cristianizando a la fuerza a los nativos, motivo por el cual hoy muchos seres humanos tienen que conformarse con el cayado de mendigo. Si de su cuantiosa fortuna diesen una parte considerable a los necesitados, más de uno podría creer que ésta habría cambiado. ¡Los altos jerarcas de este régimen que posee miles de millones, mendigan sin embargo ante sus feligreses a favor de los necesitados!

 

Vida Universal

                                                                                                                                                         www.vida-universal.org


No hay comentarios:

Publicar un comentario