domingo, 2 de febrero de 2014

Artículos de opinión

 

A más consumo de carne, más casos de cáncer

 

 

 

Existen muchas personas que se consideran amantes de los animales, hasta el punto de que en algunos países de Europa, como por ejemplo en Alemania, ocho de cada diez ciudadanos se califican a sí mismos como muy amantes de los animales. Este fue el resultado de una encuesta del Instituto alemán de investigación de mercado, en el que casi tres cuartas partes de los encuestados recalcaron que Alemania era un país muy amigo de los animales.

 

Daniel, uno de los cuidadores de animales de la Tierra de la Paz de la Fundación Gabriele considera que dicha cifra no deja de ser sorprendente, teniendo en cuenta que los encuestados han relacionado la pregunta con los animales domésticos. Si bien es cierto que muchas personas son amigas de los caballos y aman a sus perros y gatos, la verdad es que son millones de especies animales las que habitan nuestro planeta, las mismas que reciben muy poco o ninguna ayuda o comprensión por parte de las personas, ya sea un animal herido en la carretera, aquellos que son afectados por los venenos esparcidos, o los que terminan en el plato. En estos casos se acaba frecuentemente la amistad con los animales. Es una contradicción si se afirma: «Yo como carne, pero me declaro amigo de los animales», ya que si como carne animal estoy tácitamente dando la orden de que se críen animales de matanza, igualmente estoy dando la orden de que alguien los mate y descuartice.

 

Que duda cabe de que existen muchas personas bien informadas. De hecho el movimiento vegetariano comenzó en el siglo XIX de la mano de pequeñas asociaciones aisladas, hoy en día se puede decir que en Europa entre 2 y 8%  de los europeos son vegetarianos. Lo que científicamente se ha demostrado beneficioso para la salud, pues estos viven de forma más saludable.

 

En Japón, un país en el que en el pasado la alimentación vegetariana era mayoritaria, actualmente existe un notable aumento de carcinomas en el intestino grueso, debido a que los japoneses comen cada vez más carne. En la actualidad consumen el triple de grasa, y nueve veces más carne que hace 30 años.

 

Un manifiesto de la American Dietetic Association, valora cada cierto tiempo la alimentación vegetariana desde el punto de la fisiología y medicina dietética, y los datos son muy claros: Los vegetarianos tienen menos riesgo de contraer enfermedades coronarias cardíacas, su tensión es más baja y tienen mejores valores en sangre, menos casos de gota, menos enfermedades renales, y menor riesgo de enfermedades tumorales, en especial cáncer de estómago y de intestino. Además existen indicios de que la alimentación vegetariana tiene un efecto preventivo de la demencia.

 

 

Radio Santec

Teresa Antequera Cerverón

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Pensar positivamente es la clave de la salud

 

 

 

Cada enfermedad y cada malestar corporal nos quieren decir algo. Las molestias y los síntomas son indicadores para encontrar la raíz, el complejo de energía negativa que impide que fluyan las fuerzas espirituales en el organismo. Por eso una enfermedad del cuerpo puede ser una ayuda valiosa para buscar la raíz de aquello se opone a la armonía en nosotros y limita la eficacia de las fuerzas etéreas. El auto-reconocimiento es entonces el primar paso para la mejoría. Esto es válido en el sentido ético y repercute también en el transcurso posterior de la salud.

 

De la misma manera que una forma negativa de pensar y vivir influye sobre el cuerpo y lo enferma, así también una forma de pensar y vivir positiva puede aliviar, curar y proporcionar salud; pues si pensamos positiva y desinteresadamente comunicamos con fuerzas puras y como consecuencia de ello las energías puras pueden fluir incrementadamente al alma y finalmente también al cuerpo. Pensar y vivir positivamente es la clave para la salud interna y externa.

 

Una vez que hayamos reconocido las causas negativas que han conducido a la enfermedad y que hayamos visto nuestro comportamiento erróneo, se trata de borrarlo, es decir, transformarlo. Si lo queremos sinceramente porque nos duelen nuestros actos –y no en primer lugar porque queremos curarnos-, entonces sentiremos una sensación de arrepentimiento en nosotros y nos propondremos cambiar el comportamiento negativo y no volver a repetirlo.

 

 

                                                                                                                          Vida Universal

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