domingo, 27 de abril de 2014

Artículos de opinión


 

¿Es la carne peor que el alcohol y el tabaco?

 

 

 

La mayoría de las personas opina que la carne es un alimento básico, es decir que se cuenta como un componente imprescindible en la dieta humana, lo que en base a modernos estudios nutricionales se sabe que es una equivocación y una falsa doctrina. Esto lo ha constatado incluso El Tribunal Supremo alemán, que sobre la carne ha expresado que no se trata de un componente necesario para la alimentación humana. Es más, la carne es peor que el alcohol y el tabaco, por lo que lógicamente debería gravarse con un impuesto especial.

 

Desde luego que la carne no es un alimento en el sentido estricto, ya que no es un producto de vital necesidad. Sería más acertado asignar a la carne la categoría de producto estimulante, algo así como un alimento de los que pueden producir adicción, de la misma forma que lo produce el tabaco y el alcohol. De hecho, en su informe anual de 2009, la FAO (Organización Mundial para la alimentación) exige también la implantación de un impuesto sobre el consumo de carne, lo que sería una forma viable para asegurar que los productores, cuyas prácticas perjudican el medio ambiente, tengan también que responsabilizarse por ello.

 

Por otra parte, el cambio climático avanza y sus efectos son cada vez más evidentes. Globalmente la década comprendida entre los años 2000 y 2009, ha sido la más calurosa, seguida por la década de los 90 que a su vez fue más calurosa que la de los 80. En la actualidad y sin ir más lejos, las ya famosas ciclogénesis explosivas que azotaron las Islas Británicas, la cornisa cantábrica del norte de España y la costa francesa no dejan lugar a dudas: No se avista un cambio a mejor, todo lo contrario.


Con toda sinceridad se trata de que el planeta azul está siendo destruido por la producción de carne. Esto que no es una opinión ya se ha demostrado científicamente, por lo que se hace imprescindible salir de este círculo vicioso de consumo, porque si no va a resultar imposible que la vida continúe en el planeta tal como la conocemos. El que en la actualidad un europeo consuma al año aproximadamente un promedio de 65 kilos de carne, es una exageración ambientalmente peligrosa que tendrá que quedar en el recuerdo; si es que aún estamos a tiempo de parar lo que se avecina, y que algunos ya han dado en llamar catástrofe climática.

 

 

Teresa Antequera Cerverón (73891412-W)

Del Programa: Expediente carne 2012

www.radio-santec.com

 

 

Nos llevamos la luz al más allá, pero también nuestras sombras

 

 

En nuestros últimos días terrenales y también en las últimas horas en la Tierra, a cada uno se le hará consciente sólo tanto como pueda superar. En todos los procesos de toma de conciencia, también en la hora de la muerte, nos es dada la fuerza para purificar lo reconocido mediante el perdonar y el pedir perdón, y para enmendarlo en la medida en que aún sea posible. Que el alma y el hombre sean o no capaces de percibir esto, dependerá únicamente de la manera en que el hombre haya pensado y vivido.

 

Durante toda la existencia terrenal hasta que se cierren los ojos definitivamente y el alma siga respirando sin cuerpo físico, el mundo divino da al hombre una ayuda tras otra. También después de la muerte física, las ayudas del mundo divino seguirán para el alma. Cada alma vive en sus propias imágenes, aquello que ha creado con los instrumentos de su sentir, pensar, hablar y actuar. Por eso el alma sigue viviendo en las imágenes que ha introducido en sí y éstas mismas imágenes le producen alegría o sufrimiento. Por lo tanto cada hombre determina por sí mismo que el Más allá se le presente como cielo o infierno.

 

Aquello con lo que nos ocupamos siendo hombres, nos rodea como hombres y también como almas, pues nuestro pequeño mundo existe tanto aquí como allá. Por eso tanto la luz como las sombras, es decir todo lo que hemos creado como hombres, nos lo llevamos con nosotros.

 

 

                                                                                                                              Maximiliano Corradi

www.radio-santec.com



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