domingo, 15 de junio de 2014

Artículos de opinión

 

 

El Camino de Santiago, una tradición de origen incierto

 

 

Existe un acontecimiento en la historia de España que ya desde sus comienzos tuvo una gran trascendencia para los fieles católicos de toda Europa. Se trata del Camino de Santiago, el que conduce desde diferentes puntos de Europa a la ciudad de Santiago de Compostela. Millones de peregrinos de toda Europa se ponen en marcha cada año para llegar al lugar donde presuntamente está enterrado el apóstol Santiago, y sea cual sea la motivación que mueve a los peregrinos a emprender este viaje, seguramente se sorprenderán al saber que probablemente no peregrinan al sepulcro en el que yace un discípulo de Jesús, sino más bien donde posiblemente reposen los restos del primer hereje ejecutado por la Iglesia por practicar una fe disidente de los cánones oficiales de la misma.

 

El fallecido escritor y periodista Luis Carandell escribió lo siguiente: En el Camino de Santiago la historia se mezcla con la leyenda y en ocasiones no se sabe dónde empieza una y acaba otra. No está demostrado históricamente que Santiago el Mayor hijo del Zebedeo predicara en España, aunque algunas fuentes así lo afirman. La tradición dice que María, la madre de Jesús, quien aún vivía en Nazaret, se le apareció a Santiago dos veces, una en Zaragoza, a orillas del Ebro y sobre un pilar portado por ángeles, y la otra cuando llegó a la playa de Muxía, en la Costa da Morte, navegando en una barca de piedra que aún puede verse varada sobre la arena.

 

Por su parte el escritor e historiador Fernando Sánchez Dragó, examinó exhaustivamente lo que él llamó "la historia mágica del Camino de Santiago", e investigó cómo y por qué en la Edad Media y de la nada surgió la leyenda de que el apóstol Santiago terminó sus días en España. Sánchez Dragó rememora la leyenda según la cual san Jacobo llegó decapitado y en una barca al norte de España, un detalle en extremo significativo que muestra sorprendentes similitudes con la suerte que corrió otro español, Prisciliano, decapitado en la ciudad alemana de Tréveris en el año 385 debido a sus ideas paganas, quien también fue trasladado con posterioridad en barco hasta España.

 

Para entender los motivos que motivaron este posible cambio de cuerpos sin cabeza, habría que recordar que Prisciliano, siendo obispo de Ávila, representaba un cristianismo como el de los orígenes, libre de dogmas. Prisciliano enseñaba sobre la posibilidad de encarnar repetidas veces en diferentes cuerpos, también aconsejaba alimentarse de forma vegetariana y sostenía que el Espíritu de Dios también se encuentra en la naturaleza. Prisciliano fue por tanto el primer hereje ejecutado por la iglesia debido a sus creencias. Con toda razón Sánchez Dragó lanza la pregunta de sí a este honesto místico no se le debería considerar como el español más grande de la historia.

 

 

José Vicente Cobo (45277997j)

Del programa: El Camino de Santiago

www.radio-santec.com

 

 

Cada persona construye hoy su hogar futuro

 

 

El cuerpo humano también puede calificarse como la envoltura temporal del alma, lo que nos hace preguntarnos: ¿Qué sucede entonces tras la muerte?, ¿dónde se encontrará el alma de cada ser humano? La respuesta es que cada día, cada persona determina el rumbo que su alma tomará cuando fallezca. El alma es atraída por aquellos ámbitos del mas allá donde le esperan las energías de sus culpas no saldadas, es decir las propias cargas y ataduras que el hombre tuvo la ocasión de purificar durante su vida y que no obstante dejó pendiente. Por tanto cada día toda persona determina donde se encontrará su alma después de la muerte del cuerpo.

 

El ser humano es comparable a un ordenador. Cada uno de nosotros introduce, es decir graba en el ordenador llamado «hombre», muchos datos. El hombre y el alma registran las grabaciones correspondientes, pero también las constelaciones planetarias correspondientes reciben los datos de cada ser humano y los irradian día a día poco a poco al alma y al hombre. La persona, como ser humano, experimenta sucesivamente las grabaciones correspondientes, pero el alma desencarnada sin embargo es conducida por las constelaciones planetarias a confrontar y purificar lo que el hombre, en el transcurso de las encarnaciones le ha impuesto, le ha atribuido con pensamientos, palabras y obras. El alma por tanto estará confrontada con las grabaciones negativas de lo que fue su ser humano y se ve ante la tarea de disolver esos nudos negativos de energía.

 

 

Maximiliano Corradi

www.radio-santec.com


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