domingo, 28 de octubre de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos: Les envío este artículo especial con motivo del Día de los santos, para que si lo tienen a bien lo publiquen en su medio de Comunicación.

Muchas gracias.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815w



El culto a los santos es puro culto pagano

 

 

Si la cristiandad sabe desde hace 2000 años que Dios está más cerca de nosotros que nuestros brazos y piernas, por qué se invoca a los llamados santos para que lleven a Dios los ruegos del ser humano. Si Jesús de Nazaret nos acercó a Su Padre, El Dios del amor, El Espíritu eterno, por qué las personas recurrimos a supuestos santos para dirigirnos a Él. ¿No será porque las Iglesias institucionales nos han traído a un dios iracundo, un dios cruel que condena a sus hijos eternamente a un lugar llamado infierno y al que sentimos lejano?

 

Cada ser humano puede dirigirse directamente en su interior a Dios, Su Padre, el único Santo. Así como son innecesarios los intermediarios en la Tierra, así también son innecesarios los llamados "santos" quienes son colocados entre Dios y los hombres. No se necesita a ningún santo como intercesor ante Dios, pues Jesús enseñó: "Antes de que oréis a vuestro Padre, Él ya sabe lo que necesitáis".

 

El culto a los santos ha sido siempre puro culto pagano ¿Y por qué? Porque las religiones siempre quieren atar a los hombres a cultos, dogmas, ritos y al clero. Se podría decir que las instituciones impiden que el verdadero camino de salvación se sitúe por delante del que ellos predican tan erróneamente. Quien por el contrario se atreva a elegir con independencia y libertad su camino, al margen de los muros de las iglesias, es excluido de su cielo y expulsado eternamente a la maldición.

 

Para no tener que ayudar personalmente a su prójimo, los sacerdotes recomiendan los milagros de los santos en vez de aplicar la enseñanza de Jesús que dice: "Que el uno lleve la carga del otro". Los sacerdotes delegan así la carga en los llamados santos, lo que resulta bastante más cómodo, puesto que supuestamente ellos cumplen las presuntas atribuciones ante el trono de Dios. ¿Pero ante qué dios quieren interceder, si cada ser humano, cada alma puede dirigirse directamente al Único Santo?

 

Pero los verdaderos profetas son portadores de la verdad eterna, no escogidos por seres humanos, sino enviados por Dios. Ellos no se remiten a sí mismos, sino siempre a Dios y por eso nunca están entre Dios y Su hijo. Las religiones sacerdotales con sus santos hablan el credo de los sacerdotes, que dice: "Entre tú y Dios estamos nosotros, los sacerdotes y obispos y en el Más allá están los santos escogidos por nosotros. Nosotros somos los intermediarios y según la enseñanza católica nosotros establecemos la comunicación con Dios".

 

 

Emisor Tierra y hombre

José Vicente Cobo

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                                                                                                                                                         www.erdeundmensch.tv


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