Tu destino está escrito en las estrellas
Un agujero negro no es la nada, todo lo contrario, es masa estelar en concentraciones elevadísimas. Y aunque no se pueden ver porque se tragan incluso la luz, se sabe que existen por los denominados discos de acrecimiento o de acreción, que son discos compuestos por gases que giran alrededor del agujero negro. En la vía láctea existe un agujero negro que se encuentra a 23.000-26.000 años luz de distancia y que se llama sagitario A, y que tiene un diámetro de 45 millones de kilómetros y una masa de 4,3 millones de veces la masa del sol, es decir un tamaño nada desdeñable.
Ciertamente en cosmología hay muchas cosas que aún se desconocen, sin embargo otras ya se saben o se intuyen. Por ejemplo se supone que en los agujeros negros existe un constante devenir y desaparecer. Sin embargo a través de otra fuente, la de la profecía para el tiempo actual dada a través de Gabriele de Würzburg (Alemania), sabemos que los soles y los planetas no están casualmente en el universo, cada planeta tiene su función, la de almacenar nuestros pensamientos y actos. O sea que todo lo que el hombre emite en pensamientos, actos y sentimientos se graba en el cosmos, de manera que en el fondo el mundo de las estrellas representa un sistema de almacenamiento. La frase "Tu destino está escrito en las estrellas", es una frase con mucho contenido y mucha verdad. Sin embargo de las estrellas sólo retorna lo que cada uno ha grabado en algún momento de su vida, no vuelve ninguna sorpresa, ningún secreto, sólo lo que yo mismo he dado de mí mismo.
Entonces ¿Qué función tienen los agujeros negros alrededor de las estrellas y de los planetas como sistemas de almacenamiento? Los agujeros negros son una especie de aspiradores, un comando de limpieza. Por lo que, si partimos de la base de que todas las especies de animales y de plantas y todas las personas están grabadas en algún sitio, cuando determinadas especies de animales se extinguen, entonces determinados planetas son superfluos, es decir innecesarios. El aparecer y desaparecer en la Tierra tiene su correspondencia en el cosmos, pues el cosmos es el sistema de almacenamiento donde se graba todo, y lo que pasa sobre la Tierra también se registra en el sistema de almacenamiento.
Al fin y al cabo toda investigación que se dedique a ese tipo de cosas acaba llegando a la conclusión de que, en el fondo, nada es como parece, y que nuestro firmamento, que parece más bien estático, está en constante movimiento, un constante desaparecer y volver a nacer. Los agujeros negros por tanto nos hablan, ellos nos dicen que la materia no perdura, lo que significa que el ser humano debería preguntarse ya si no es hora de empezar a buscar los valores importantes fuera de la materia, es decir en lo espiritual.
Mª José Navarro (24764815W)
Basado en el libro: "Su ojo, la contabilidad de Dios"
Dificultades, problemas y enfermedades ¿mala suerte?
Así como el hombre piensa así es él. Nuestro cuerpo es un cuerpo energético, pues todo se basa en vibración y lo igual atrae a lo igual. La ley de causa y efecto tiene efecto tanto en el alma como en el hombre, es decir que lo que el hombre piensa y cómo vive, se traduce en los posteriores efectos.
Las dificultades, problemas y enfermedades tienen un origen anímico, por eso toda persona es animada a cada instante a organizar espiritualmente su vida, a pensar positivamente y a ser desinteresada. De esta manera las energías en el ser humano pueden ser armonizadas para estar en condiciones de comunicarse nuevamente con las energías eternas, cósmicas y armoniosas. La comunicación con las fuerzas cósmicas armoniosas produce tanto en el ser humano como en la Tierra paz, armonía y amor.
Quien viva en la ley de causa y efecto creará siempre nuevas causas hasta que despierte en el Espíritu y siga las leyes de la paz, de la armonía y del amor. Las consecuencias que siguen a las causas creadas por los hombres son enfermedades, golpes del destino, necesidades y preocupaciones. El ser humano vive en este círculo vicioso tanto tiempo hasta que reconozca que es un ser cósmico que pertenece a la unidad divina, al Espíritu universal. Si el ser humano empieza entonces a dejar crecer en sí esta unidad cósmica, conociendo la esencia de la vida, que es el Espíritu, sanará y por medio de él también el planeta Tierra.
Mª José Navarro (24764815W)
Del Programa: "Foro de la salud"
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