Estimados amigos:
Les enviamos estos artículos en la semana 49 de 2012, para que lo publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.
Saludos de Mª José Navarro
DNI: 24764815W
Aumento de enfermedades y suicidios por las oscilaciones del campo magnético terrestre
El campo magnético terrestre tiene influencia sobre el cerebro humano. El Centro Médico Rabin, en Israel, publicó que cuando se producen perturbaciones geomagnéticas aumentan considerablemente los parámetros de coagulación e infección en la sangre humana, con ello crece el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares como la trombosis. Las oscilaciones del campo magnético producen también un incremento de las arritmias cardíacas. La Universidad de Melbourne publicó un estudio sobre las oscilaciones biomagnéticas en el que se evidencia que éstas son las "responsables" del aumento de suicidios en mujeres. Y en 2008 científicos rusos corroboraron que se producían perturbaciones notables del rendimiento de la capacidad cerebral.
La biología celular ha demostrado que los campos magnéticos, ya a una potencia reducida tienen efectos biológicos considerables. Algo parecido ocurre también en los animales, de hecho el que las ballenas encallen en las playas es un ejemplo de este desequilibrio, así como la irritación que sufren algunos animales.
Existen algunas señales de una inminente reversión de los polos. En algunas regiones del campo magnético la dirección del movimiento de las partículas magnéticas está invertido, justamente en la región del sur del Atlántico, pero también en la costa este de Norteamérica y debajo de la Antártida. Estas regiones se vuelven cada vez más grandes y se mueven también en dirección polar. ¿Sabe el ser humano en qué medida ha contribuido cada uno a este desequilibrio que podría traer un cambio en el eje de los polos con consecuencias impredecibles para la vida en la Tierra?
Radio Santec
La igualdad de sexo, una característica del cristianismo originario
¿Cuál podría ser el motivo por el que todavía las mujeres tengan que ganarse con más esfuerzo que los hombres una mejor posición o incluso sus derechos? Se podría tal vez achacar a la discriminación que aún ejercen los hombres, tal vez a nosotras mismas, pero sobre todo a la tradición que influye fuertemente en nuestra sociedad y como no, a una filosofía anquilosada. La tradición católica marca la pauta de muchos comportamientos actuales en la vida del occidente cristiano, pero cuánto de verdaderamente cristiano hay en las tradiciones y cuánto hay de eclesiástico-dogmático.
A menudo las cosas se aceptan sencillamente como son porque así las hemos heredado, sin cuestionarnos si son acertadas. A la enseñanza de Jesús de Nazaret en relación a las mujeres no se le puede reprochar nada, no así a las machistas normas de la Iglesia. En los siglos de la inquisición se las rebajó al nivel del mal, de lo pecaminoso, a seres sin alma y esto en los países llamados cristianos. De ahí la pregunta de sí es correcto atribuir toda esta injusticia a Jesús de Nazaret.
Cuando se habla de cristianismo lo asociamos instintivamente con la iglesia católica, lo que en cierta forma es normal después de una huella tan marcada. Sin embargo no es ésta la única huella que ha dejado la iglesia, tan sólo con la quema de brujas se dejó una huella de sangre visible hasta nuestros días. Aquello debería motivar a las mujeres a cuestionar qué relación guarda ese baño de sangre con las enseñanzas de Jesús, quien contó entre sus discípulos con muchas mujeres.
La catedrática alemana Sabine Biberstein publicó en la Revista Spiegel un informe en el que se afirmaba que entre los investigadores existe una opinión unánime: en el movimiento que trajo Jesús de Nazaret desde el principio hubo mujeres. Biberstein escribe: "Ellas siguieron a Jesús ya en Galilea y Le sirvieron. Muchas otras y fueron con Él a Jerusalén". Por ejemplo María Magdalena fue la primera persona a quien Jesús se le apareció tras Su resurrección, dándole el encargo de anunciar el mensaje de Pascua, al respecto escribe Sabine Biberstein: "El encargo dado por el mismo resucitado y la proclamación del mensaje de Pascua dota a Maria Magdalena con los rasgos de cualquier apóstol. La participación mancomunada de hombres y mujeres puede considerarse como una importante característica del movimiento de Jesús". Sin lugar a dudas de estas declaraciones se deduce no sólo la igualdad en el cristianismo originario, sino que con toda seguridad en las primeras comunidades muchas mujeres tenían cargos directivos e incluso actuaban como profetas.
Radio Santec
Ana Sáez Ramirez
45.271.959 R
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