domingo, 2 de diciembre de 2012

Artículos de opinión

Estimados amigos:

Les envíamos este artículo en la semana 48 de 2012, para que lo publiquen en su medio de comunicación. Le agradezco por su colaboración.

Saludos de Mª José Navarro

DNI: 24764815W

 

 

El magnetismo de los dogmas, ritos y ceremonias

 

 

 

Quien durante su vida se ata a determinadas opiniones, ideas, dogmas, ritos y actividades religiosas, quien a través de ritos de iniciación como el bautizo se ató o se deja atar a una determinada religión, debería saber que esa atadura tiene su continuidad en los mundos del Más allá, donde querrá pensar, sentir y practicar lo mismo o algo parecido a lo que pensó, sintió e hizo como hombre en la Tierra.

 

Los mundos religiosos imaginativos del hombre lo conducen como alma otra vez a lo mismo, al grupo del que formó parte durante su vida terrenal puesto que la pertenencia a un grupo, las formas a menudo muy intensas de practicar la religión a través de oraciones establecidas, de ritos, de misas, de cultos religiosos, determinan el carácter del alma de quien vive ahora en el Más allá. Él tiende nuevamente a lo mismo, lo busca y es atraído energéticamente por agrupaciones y prácticas religiosas semejantes.

 

Los cultos religiosos, los dogmas, los ritos, las fórmulas establecidas de la oración, las ceremonias, los ropajes y los objetos del culto, todos estos aspectos relativos a la práctica de una religión que se han grabado plásticamente en el alma, despiertan una resonancia en el mundo de imágenes del alma que llega hasta al ámbito del Más allá, atrayéndola. El alma ve confirmado todo aquello en lo que creía en su existencia terrenal. Por eso es muy difícil para ella liberarse de todas estas imágenes anímicas fijas y reconocer la verdadera realidad de un mundo espiritual superior.

 

Pero el Espíritu de Dios es el Espíritu libre. Las palabras de los verdaderos profetas de Dios son palabras de libertad, dieron y dan testimonio del Espíritu libre y no animaban a fundar religión alguna. Las religiones externas atan a los hombres a quimeras y opiniones, a jerarquías religiosas y privan al ser humano de su libertad. La Ley de Dios es libertad y nadie tendría que estar atado a una religión.

 

Ser discípulo de Cristo significa seguir a Jesús, cumpliendo lo que Él nos enseñó. El Mandamiento principal de Jesús, del que Él mismo dijo que es el resumen de la Ley de Dios es: "Ama a Dios, tu Padre sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo". Esa es la palabra de la unidad, es la palabra de la libertad. Él no dijo: "Ama como a ti mismo sólo a los que pertenecen a tu religión, apártate de todos los que piensan de otra manera y maldíceles". Él dijo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo", sin hacer diferencias, sin separaciones, sin la idea de que todos los que no pertenecen al propio grupo religioso se tendrán que quemar en el infierno eterno.

 

 

 

Emisor Tierra y hombre

Mª José Navarro

24764815W

www.erdeundmensch.tv

 

 

 

El campo magnético terrestre y su influencia en el ser humano

 

 

 

Hoy se sabe que los campos magnéticos de la Tierra tienen una influencia mucho mayor sobre los organismos vivos de lo que se pensaba, plantas, animales y también el ser humano son afectados, pues se trata de una influencia mayor que todos los campos eléctricos. Hace algunos años apenas la ciencia sabía nada al respecto, sin embargo en el Libro "Origen y Formación de las enfermedades" de la Editorial Vida Universal y que es una obra manifestada dada a través de Gabriele de Würzburg hace 26 años, ya pudimos leer lo siguiente: «Los campos magnéticos terrestres traspasan toda la materia, todo organismo, toda planta y toda piedra. Todo lo que hay en la Tierra está sometido a la influencia de los campos magnéticos»

 

La ciencia hoy sabe que cuando se producen perturbaciones importantes del campo magnético, las personas son afectadas físicamente de diversas formas. Además aumenta la criminalidad, agresividad, miedo, depresiones, falta de concentración y memoria y aumento de suicidios.

 

¿Pero puede el hombre influir, cambiar con su comportamiento el campo magnético de la Tierra? Se supone que sí, que el movimiento de grandes masas de terreno, conduce a la trasformación del campo magnético. Por tanto el ser humano es responsable por los efectos que llegan y llegarán a él en forma de catástrofes naturales, algo que se advirtió a través de la profecía del tiempo actual hace más de 35 años.

 

 

Radio Santec

www.randio-santec.com

 

 

 



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